Verónica Delgadillo, candidata de Movimiento Ciudadana, arrancó su campaña con una ventaja sobre José María Martínez que poco a poco se ha ido diluyendo. El morenista, en cambio, aprovecha el momento que las encuestas le dan como puntero.
Por Julio César Hernández
Luego de tres gobiernos de Movimiento Ciudadano en Guadalajara de manera consecutiva, pocos se imaginaban que ahora, frente al proceso electoral del 2024, la llamada “joya de la corona” iba a estar en riesgo y con serias posibilidades de que los tapatíos sean gobernados por un nuevo partido, Morena, que encabeza la coalición Sigamos Haciendo Historia.
La contienda entre la emecista Verónica Delgadillo García y el morenista José María “Chema” Martínez Martínez se ha cerrado y hoy podemos hablar de un empate técnico, escenario que no se veía desde hace muchos años, pues el “puntero” o favorito para ganar la elección siempre pudo caminar con un amplio margen de ventaja sobre su más cercano adversario.
Luego de perder la contienda por la gubernatura en 2015 frente al finado Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, -proveniente de haber gobernado Tlajomulco-, el hoy gobernador Enrique Alfaro llegó para gobernar la capital tapatía de donde “saltó” para en 2018 buscar y ganar la gubernatura. El mismo camino emprendió en ese 2018 el ahora retirado de la política partidista, Ismael del Toro Castro, quien luego de gobernar Tlajomulco disputó la presidencia municipal de Guadalajara y ganó para gobernarla en un primer período. Cuando buscó reelegirse -2021- para de ahí buscar la candidatura al gobierno estatal, su proyectó se truncó y tuvo que retirarse de la contienda y dejar, incluso, la alcaldía antes de concluir su trienio.
De Zapopan llegó luego a ocupar el lugar de Del Toro como candidato, en el 2021, Jesús Pablo Lemus Navarro, quien solicitó licencia para convertirse y ser en el candidato a la gubernatura.
Tres trienios, Guadalajara gobernada por Movimiento Ciudadano, al que hoy el escenario se le ha complicado y se advierte el riesgo, incluso, de no retener por cuarta ocasión el gobierno.
DEFINICIÓN DE CANDIDATURAS
La historia de cómo Verónica Delgadillo llegó como candidata a la presidencia municipal es por todos conocida. Incluida como única mujer en el grupo de precandidatos de MC a la gubernatura, la aun senadora con licencia tenía muy claro que su objetivo no era el estado sino su capital, y comenzó trabajando con ese objetivo, aun y cuando era mencionada e incluida entre los aspirantes a suceder e Enrique Alfaro. La verdad es que, si bien hubo varios “tiradores” a esta candidatura, ella prácticamente la tenía asegura no sólo porque se había dedicado a visitar y recorrer las colonias de la ciudad, sino porque su calidad de precandidata a la gubernatura e integrante del Grupo Jalisco le daba ventaja sobre los demás.
En cambio, sus adversarios, José María Martínez y Diana González, de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, obtuvieron la candidatura casi “al cuarto para las doce”, particularmente el primero que tuvo que someterse a la encuesta aplicada por Morena y cuyos resultados decidió hacerlos públicos prácticamente rozando el término del plazo para el registro. La candidatura de la exdirigente estatal del PAN se hizo poco antes, pero con muchas semanas de anticipación era conocido que ella sería la abanderada del PAN, PRI y PRD en Guadalajara.
Definidas estas tres candidaturas, las campañas arrancaron con un escenario similar a como lo hicieron quienes buscan la gubernatura: un Movimiento Ciudadano adelante en las preferencias ciudadanas, seguido de la coalición Sigamos Haciendo Historia y más atrás Fuerza y Corazón por Jalisco.
La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, Diana González, prácticamente se ha quedado relegada en una tercera posición muy lejana al segundo lugar que ocupan en unas encuestas Delgadillo y en otras Martínez, por lo que su destino ya parece estar asegurado si no se presenta una sorpresa de última hora: ser regidora de Guadalajara.
CAMBIA EL ESCENARIO
Sin embargo, al paso de los días ese margen de diferencia entre Verónica Delgadillo y José María Martínez se fue estrechando al grado de que varias encuestas registraron ya una ventaja para el candidato morenista, cuando aún no se cumple un mes de campaña por la presidencia municipal de Guadalajara.
A principios de abril, las encuestas colocaban a la candidata de Movimiento Ciudadano con ventaja: 39% contra 32%, según Intérvalo; 36% por 33% que le daba Poligrama; 37% por 31% de Arias Consultores; y 39% contra 31% que registró Massive Caller. Estas encuestas aparecieron entre el siete y el 12 de abril.
En su momento, la propia Verónica Delgadillo reconoció que había arrancado su campaña con una ventaja del cuatro por ciento, lo que se considera como un empate técnico.
Pero a partir de la segunda semana de este mes, otras encuestas colocaron a Martínez Martínez delante de la candidata “naranja”: Rubrum: 43% por 21% de Delgadillo; Mural, 48% por 43%; El Universal, 34% por 30%; TResearch, 45% contra 36%; Electoralia 44% por 22%; y Demoscopia 39% por 29%.
En el equipo de Verónica Delgadillo no pasó desapercibido este nuevo escenario, pero para muchos reaccionaron equivocadamente o, cuando menos, no como debería de hacerlo quien presume de ir delante de sus adversarios: la candidata retó a un debate a su contrincante, lo que fue interpretado por propios y extraños como un reconocimiento tácito de que va en la segunda posición y no en la primera.
Y su adversario, por supuesto. rechazó la invitación a debatir.
Al arranque de estas campañas, nadie hubiese creído si alguien hubiera augurado que Guadalajara y Zapopan tendrían una cerrada competencia entre los candidatos a las alcaldías por parte del partido del gobierno, Movimiento Ciudadano, y su principal adversario Morena y aliados. Simplemente este escenario no se advertía, mucho menos cuando la coalición Sigamos Haciendo Historia perdió mucho tiempo de las precampañas al no definir sus candidaturas. Se creía que MC avanzaría sin muchos problemas.
Pero hoy, en Guadalajara se encendieron las luces “naranjas” de advertencia, al ver cómo el candidato de Morena avanzaba y les ganaba terreno hasta llegar a empatar. Y esto es lo que no pocos se preguntan cómo es que, no obstante que su candidato salió tarde a la contienda, hoy ya alcanzó a la candidata oficialista y en algunas encuestas hasta la rebasó.
MAYO; LA ÚLTIMA LLAMADA
En este proceso electoral las encuestas están jugando un papel importante en la percepción que los candidatos quieren proyectar en la ciudadanía, por eso no sólo han recurrido a la contratación de empresas que las apliquen, sino que las publicitan durante varias semanas en la lucha férrea con las que da a conocer su contrincante.
¿Qué tanto influirán las encuestas en el sentido del voto el dos de julio? Los expertos aseguran que nada o prácticamente nada, pero que, sí pueden influir en la participación ciudadana, pues habrá votantes que se crean aquello de que “este arroz ya se coció” y consideren ocioso o una pérdida de tiempo acudir a las urnas si ya se sabe quién va a ganar.
Por eso, más allá de lo que difundan los medios de comunicación sobre las actividades de los candidatos, en Guadalajara se podría apostar a lo que digan las encuestas para determinar a un favorito, aunque no necesariamente será el que gane. Lo que sí vale destacar, es saber qué tanto “pega” en el ánimo de los equipos de los candidatos el resultado de las encuestas, pues en no pocas ocasiones terminan por repartir culpas y eso los debilita aún más.
Verónica Delgadillo y José María Martínez continuarán su campaña arrancando la cuarta se mana de abril, prácticamente con un empate técnico, por lo que ambos contendientes y sus equipos tendrán que tomar decisiones definitivas que les permitan iniciar su último mes de campaña “a tambor batiente”, porque mayo será la “última llamada” para que emprendan el “vuelo” y se separen más de su cercano perseguidor o para que comiencen a hundirse sin posibilidades de recuperar el terreno perdido.
Por ahora, y contra los pronósticos, la disputa por la presidencia municipal de Guadalajara está pareja.
