Por Juan Carlos Hernández
Mtro. en Gestión Social y Políticas Públicas
@juancarleis2020
Un estudio elaborado por el Instituto Nacional Electoral (INE) sobre la posible implementación de urnas electrónicas en casillas especiales, concluye que utilizar este esquema de votación en vez de la boleta en papel en los centros de votación para personas en tránsito, no sólo es viable sino que dotaría mayor flexibilidad en su operación. Lo anterior debido a que el uso de urnas electrónicas en los procesos electorales 2020 y 2021 ha permitido disminuir los materiales electorales y los tiempos de respuesta en cada una de las fases de la Jornada Electoral.
El beneficio esperado sería una disminución en el gasto para la producción de las boletas impresas, marcadores de boletas, urnas convencionales; de igual forma, reducción del tiempo para el escrutinio y cómputo en la casilla, lo que posibilitaría la emisión de resultados casi inmediatamente después del cierre, libre de errores e imprecisiones.
Otros beneficios de la utilización del voto electrónico en casillas especiales son la ampliación del ejercicio de derechos al posibilitar la emisión de voto por cualquier cargo al que el elector tiene legalmente derecho con independencia del domicilio de la casilla en la que decida votar e incrementar la capacidad de atención de electores durante la jornada electoral.
Las conclusiones de un estudio de los tiempos de votación y resultados electorales de algunas urnas tradicionales y urnas electrónicas, destacan que el tiempo que tarda una persona en emitir su voto en la urna electrónica es de un minuto con 57 segundos; menciona que tras analizar las tareas que se llevan a cabo para la instalación de las casillas, desarrollo de la votación, escrutinio y cómputo, así como la integración del paquete electoral para su remisión al órgano competente, se observa que la casilla con urna electrónica permite disminuir considerablemente los tiempos en tres de las cuatro fases de la jornada electoral y que reduce los esfuerzos humanos.
Asimismo, la realización del cómputo por medios electrónicos contribuye a disminuir los errores en el conteo manual de votos.
Al comparar la fase de instalación de casilla entre la urna tradicional y la urna electrónica, se aprecia una reducción de tiempo el cual fue de 3 minutos y 22 segundos. Para el desarrollo del escrutinio y cómputo en casilla, al implementar la urna electrónica fueron invertidos 49 minutos y 49 segundos menos que en el desarrollo del escrutinio y cómputo de manera tradicional, con todas las actividades que conlleva el llenado del cierre de la documentación.
Es importante destacar que tal ahorro de tiempo obedece a que la urna electrónica realiza el proceso de escrutinio y cómputo de manera automática, y a que emite el Acta de Resultados correspondiente sin necesidad de realizar el proceso tradicional de escrutinio y cómputo; además que la automatización de este proceso impacta positivamente en la divulgación de los resultados, la cual se hace de manera más rápida con relación al escrutinio y cómputo en una casilla tradicional. Por otro lado, para la integración del paquete electoral se aprecia que con la urna electrónica se redujeron 17 minutos y 56 segundos respecto al proceso con una casilla tradicional.
Por lo que se considera un ejercicio de avance muy importante para poder alimentar la discusión sobre un tema que no es menor y que tendrá, sin lugar a dudas, que estar presente en las reflexiones de esta institución, pero también y, sobre todo, de quienes construyen las reglas del juego y del juego democrático; y donde también el INE tome decisiones en cuanto a la implementación de herramientas tecnológicas en la forma en que la ciudadanía ejercer su voto.
Por lo que el Poder Legislativo en el ámbito de sus atribuciones, debe tomar en cuenta estos mecanismos para impulsar de manera definitiva el uso de herramientas tecnológicas para recoger la votación, ya en la era de las tecnologías.