Opinión Política
OPINIÓN

Nuevo año, nueva oportunidad

REFLEXIONES

Por Gonzalo Leaño Reyes

El caso de Brasil resulta ser una buena analogía para lo que ocurre en el mundo y particularmente en nuestro México: en el país del Amazonas, en cierto sentido llegó a su fin una época con el fallecimiento de Pelé, que era símbolo de orgullo nacional desde hace siete décadas, e inició una nueva época con la llegada de Luiz Inácio “Lula” da Silva al poder presidencial. Por un lado, hay nostalgia y tristeza; por otro, nace una expectativa de mejora y bienestar. El pasado es certeza, hechos que ocurrieron; el futuro es mera expectativa, pero con el ánimo reforzado y dispuesto a mejorar.

El inicio de un nuevo año produce ese efecto, deja atrás los males y errores del pasado y promete que las cosas serán mejor en adelante. El año 2022 ha quedado en el pasado con su secuela de graves problemas en diversos ámbitos y empieza el 2023 con nuevas expectativas. Lamentablemente, en México, el futuro no se mira con el optimismo que todos quisiéramos. Al contrario, aparecen nubarrones en el escenario del futuro.

Salud, seguridad pública y crecimiento económico, son tres áreas prioritarias que inciden directa y fuertemente en el bienestar social, y hasta ahora no hay indicios de mejora en ninguna de ellas: la salud pública vuelve a ser amenazada por la pandemia, por la insuficiencia de servicios médicos públicos y la carestía de la atención privada; la violencia e inseguridad quedó expuesta desde el inicio del año con los terribles sucesos ocurridos en Ciudad Juárez, y la economía presenta muchas interrogantes, sobre todo en los sectores más populares de la población.

Ante ese futuro incierto y desafiante, México debe presentar un frente unido en lo esencial, lo cual exige una acción concertada de todos sus sectores y la voluntad de un líder que estimule dichos esfuerzos. Este liderazgo recae necesariamente en el Ejecutivo federal, ya que además de ostentar el poder ha creado una tribuna excepcional desde donde dirige todas las mañanas sus mensajes.

Al comenzar el quinto año de gobierno, la tónica del discurso de las mañaneras debería ser más propositiva, alentadora, conciliadora y propiciar la unidad. También las fuerzas tradicionalmente opositoras al gobierno deben buscar coincidencias. El nuevo año nos ofrece otra oportunidad.

Ciertamente, éste será un año muy complejo en asuntos políticos por las elecciones en Coahuila y Estado de México y por la definición de los candidatos presidenciales pera el 2024, pero el interés por México debe estar encima de las veleidades políticas.

Aprovechamos este momento para desear a nuestros lectores, anunciantes y amigos, los mejores deseos para el año que comienza.

 

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