Opinión Política
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Transparencia en los partidos políticos: realidad o ficció

Por Juan Carlos Hernández A.

Mtro. en Gestión Social y Políticas Públicas

@juancarleis2020

En la entramada y consabida estructura política del país, como de su consolidado ya sistema de partidos políticos, con quienes son principio fundamental para la organización y celebración de elecciones periódicas en México, y que son considerados como un baluarte sine quanon, no podría cuajarse la competencia electoral -pues aún las candidaturas independientes no logran posicionarse como competencia-, y entonces es donde cobran relevante importancia para la consideración real de postulación de los mexicanos que desean participar en la lides del coliseo electoral.

Hacer un ejercicio de transparencia, en vez de dar la espalda a la ciudadanía y ocultar en qué se gastan los recursos porque así serán más creíbles y cercanos a la ciudadanía, es menester legal de todos los partidos políticos, en la inteligencia de preservar también su reputación, conseguir y guardar, ante los máximos evaluadores de su comportamiento: los electores.

Los partidos políticos de suyo tienen normas legales que les obligan a cumplir con la transparencia de los recursos económicos que utilizan y que, por ley, les es implícito la comprobación de sus egresos, justificados en cada rubro que amerita usarse con total pulcritud. Pues es un tema por demás importante, para evitar sanciones, que un día tienen y otro también, al no ser cuidadosos con lo administrativo.

Sin embargo, hay también la transparencia en el actuar, decir y comportamiento de los partidos políticos, y es que a través de sus representantes, personajes, funcionarios y cualesquiera miembros activos que se involucren en la acción de vincularse con las tareas partidistas en cualquier campo de acción, son por igual sujetos a ordenamientos legales para su buen desempeño en sus funciones. Es de observar que ambas acciones son loables, pero también en tanto y cuanto los partidos políticos hagan por asumir su compromiso con la ciudadanía, al brindar información de sus propias acciones y quehaceres ordinarios, será virtuoso para un voto en tiempos electorales y sea más informado.

Una responsabilidad de todos los institutos políticos es buscar la perfección en aras de servir a quienes los mantienen en la palestra nacional, pues no olvidemos que de los impuestos se generan las prerrogativas para la subsistencia y de los votos también se genera la permanencia; por lo que el llamado a los actores políticos a reflexionar sobre la importancia de una sociedad informada y al uso adecuado e íntegro de su vida pública es sobremanera de suma relevancia.

Por otra parte, se ha demostrado que durante las etapas de precampaña, intercampaña, campaña, periodo de reflexión y Jornada Electoral, tanto los contendientes como la militancia juegan un rol importante para dar muestras de civilidad y capacidad para cumplir con la ley electoral.

Por cierto, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral acaba de aprobar los lineamientos en que se concreta una simplificación administrativa y reglamentaria y se incorporan criterios para que la ciudadanía decida en qué partido quiere estar afiliado y a partir de cuándo, y que las personas interesadas dispongan de un procedimiento para gestionar por sí mismas la ratificación de su militancia a un partido político.

Se abrogan y unifican en un solo documento los criterios contenidos en los lineamientos para la verificación de los padrones de afiliados de los partidos políticos nacionales y de los partidos políticos locales para la conservación de su registro y el procedimiento para que el INE y los Organismos Públicos Locales verifiquen de manera permanente que no exista doble afiliación. Ello abona a la certeza, legalidad, al ejercicio pleno de los derechos de la ciudadanía de afiliarse a los partidos políticos y de cancelar o ratificar su afiliación.

En suma, la creciente demanda de rendición de cuentas de los entes públicos hacia la ciudadanía es hoy en día la mejor forma de saber quiénes son profesionales, éticos y cumplidos en el ejercicio que les obliga por ley a cumplir. Hacerlo realidad y no ficción, esa es la cuestión. Usted, cómo la ve.

 

 

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