Opinión Política
EDUCACIÓN E HISTORIA

El Álamo y Columbus, hechos bélicos inéditos

Las incursiones de Santa Anna y Pancho Villa fueron durante marzo, con 80 años de por medio.

 

Por Alfredo Arnold

Estados Unidos ha participado en las guerras más cruentas de los tiempos modernos, incluyendo la Segunda Guerra Mundial, pero sus acciones bélicas prácticamente han sido fuera de su territorio: en Francia, Alemania, Japón, Vietnam, Medio Oriente, etcétera. En muy contadas ocasiones han sido agredidos en su propio terreno. El sorpresivo ataque de la aviación imperial japonesa a la base naval de Pearl Harbor en 1941 y los actos terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York y el edificio del Pentágono en Arlington en 2001, serían las excepciones.

Sin embargo, la historia registra dos incursiones mexicanas contra poblaciones estadunidenses fronterizas; la primera, con todas las características de ataque militar a cargo de Antonio López de Santa Anna y la otra, 80 años después, llevada a cabo por las fuerzas revolucionarias de Francisco Villa. Curiosamente, ambas ocurrieron en marzo, mes en el que también, en otro tiempo y contexto, el Congreso norteamericano aprobó la anexión del estado de Texas.

En 1836, el presidente Santa Anna se puso al frente del Ejército para combatir a los secesionistas texanos en el fuerte de El Álamo. Desde varios años antes, Estados Unidos había manifestado su interés por adquirir el territorio texano que formaba parte de México y estaba unido al estado de Coahuila, pero tanto el Imperio de Iturbide como la República posterior se mostraron firmes en no ceder ese vasto territorio, hasta que la población texana decidió independizarse creando su propia República de Texas.

Así, las tropas mexicanas al mando del propio presidente de la República, se pusieron en marcha rumbo a la frontera norte para sofocar la rebelión, y después de sitiar El Álamo durante varios días, el 6 de marzo Santa Anna atacó ferozmente hasta acabar con la población. Según la historia, sólo algunas mujeres y niños sobrevivieron al ataque.

El ataque de Villa a Columbus.

Pero sucedió que a Santa Anna y sus tropas los venció el sueño y los papeles se invirtieron: el presidente fue hecho prisionero y años después, debido a los problemas para definir la frontera, Estados Unidos invadió México y se quedó con la mitad del territorio. Para entonces, el Congreso norteamericano ya había aprobado la anexión de Texas, no como república independiente sino como un estado más de la unión.

La segunda incursión fue el 9 de marzo de 1916 contra la población de Columbus, Nuevo México, sin el consentimiento del gobierno mexicano que estaba a cargo de Venustiano Carranza; fue una represión gestada por Pancho Villa contra el presidente norteamericano Woodrow Wilson por el apoyo que éste dio a las fuerzas de Álvaro Obregón en la batalla de Agua Prieta que enfrentó a los dos caudillos mexicanos y se resolvió en favor del sonorense.

El ataque de Villa a Columbus tuvo como resultado el envío de una fuerza expedicionaria norteamericana encabezada por John Pershing para castigar a Villa, pero el Centauro del Norte nunca pudo ser alcanzado. Tiempo después, Pershing se convertiría en uno de los militares norteamericanos más destacados durante la primera Guerra Mundial. El ataque a Columbus quedó como un trágico episodio de la Revolución mexicana y se convirtió en un pretexto para las películas de aquella época.

Hoy, las ruinas de El Álamo son visitadas por turistas en la próspera ciudad de San Antonio, Texas, la ciudad norteamericana con más población porcentual de origen mexicano, cerca de medio millón de personas que equivalen a más de un tercio de la población total. Y Columbus es una pequeña villa fronteriza de Nuevo México, frente al pueblito mexicano de Puerto Palomas, Chihuahua.

El Álamo y Columbus, dos hechos que el tiempo no ha podido borrar por completo.

 

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