Charlas en la Cafetería del Barrio
Por Alberto Mora
@alberto_mora
-Una democracia es un sistema de gobierno en el que el poder político es ejercido por el pueblo a través de elecciones libres y justas. Los beneficios de una democracia incluyen la protección de los derechos humanos, la libertad de expresión y el estado de derecho.
Así se escuchaba la charla de Anna, una joven estudiante de Derecho con su amigo Jorge, recién egresado de la carrera de Sociología. Ambos cafeteros, mexicanos orgullosos, con la esperanza de aportar elementos para vivir en un mejor país del que les está siendo heredado.
Anna continúa su argumentación afirmando:
-En una democracia los ciudadanos tenemos la oportunidad de elegir a nuestros líderes y participar en el proceso político. Pero también somos responsables de fomentar la responsabilidad y la transparencia de los líderes, una vez que han sido electos; obligarlos y, si es necesario, forzarlos a rendir cuentas ante nosotros.
Jorge, desde muy joven ha sido crítico del sistema y de las prácticas de la política en México. No es fortuito. Le ha tocado ver de cerca el desempeño del PRI en su época decadente, una alternancia en la que al mismo PAN le cuesta trabajo explicar cuál ha sido su legado y hoy un gobierno de MORENA que se hace llamar “Cuarta Transformación”, que vive un enfrentamiento con los organismos de control constitucional y con todo aquel que no sea incondicionalmente leal a su líder.
-Hoy experimentamos un gobierno contrario a lo que se puede llamar “una democracia” -responde Jorge-. Estamos muy cerca de una autocracia o una dictadura. En una autocracia, el poder está concentrado en una sola persona o grupo, y las decisiones se toman de forma unilateral sin la participación significativa de la sociedad en general. En una dictadura, las libertades y derechos individuales son restringidos o eliminados y el poder es ejercido por un líder o grupo sin el consentimiento o la participación de la sociedad. En ambos casos, el poder se ejerce de forma opresiva y sin la participación significativa de los ciudadanos.
Anna retoma la voz y comenta:
-México todavía es una democracia multipartidista donde la oposición tiene la libertad de expresar sus puntos de vista y cuestionar las políticas del gobierno, aunque empezamos a ver casos de represión y persecución política contra opositores por parte del gobierno.
“Por eso algunos sectores de la oposición y de la sociedad civil se sienten ofendidos por la forma en que el gobierno trata a los medios de comunicación críticos y por su manejo de algunos casos de violencia y corrupción. Quedó atrás su compromiso con la libertad de expresión y la tolerancia política. Sin duda, la relación entre el gobierno y la oposición en México es un tema complejo, pero sujeto a una evolución constante”.
Jorge pide la cuenta y a manera de conclusión comenta:
-En México existen diversas oposiciones políticas al gobierno, en distintos ámbitos y por diferentes motivos. Contamos a los partidos políticos de oposición al gobierno: el Partido Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática, el Partido Movimiento Ciudadano, entre otros. Pero no terminan de ponerse de acuerdo. ¿Sí formarán una alianza en contra de las políticas, de las decisiones del gobierno, o un frente estrictamente electoral?
“También existen movimientos sociales que se oponen al gobierno de México, algunas organizaciones sindicales, grupos de defensa de derechos humanos, colectivos feministas, etc. Algunos de estos movimientos apoyaron para ganar elecciones a quienes hoy gobiernan, y ahora los gobernantes no toman las medidas que prometieron en favor de sus demandas y necesidades.
“Podemos identificar una oposición ciudadana, esa que se expresa a través de las redes sociales y otros medios de comunicación. Esos ciudadanos que manifiestan su descontento con el gobierno. Manifestaciones que hasta hoy han sido pacíficas, pero pueden mutar a violentas, dependiendo del grado de indignación que alcancen los ciudadanos.
“Y por último, yo identifico oposiciones regionales, es decir esos movimientos que buscan defender los intereses y las particularidades de su región. Estos movimientos se oponen al gobierno central y a las políticas que consideran que van en contra de sus intereses.
“Las oposiciones políticas al gobierno de México son variadas y se manifiestan en distintos ámbitos. No les ha sido posible articularse, hasta hoy no cumplen con su principal objetivo, que el gobierno tome medidas en favor de sus demandas y necesidades. Hoy no se protegen los derechos humanos, la libertad de expresión y el estado de derecho. De los temas electorales, lo dejamos para otra charla”.