NOTA DEL EDITOR
Por Julio César Hernández
@jcentresemana
En estos días vemos el trabajo emprendido por los equipos que promueven a sus candidatos y candidata a abanderar a Morena por la presidencia de la República: los de Marcelo Ebrard, los de Adán Augusto López y los de Claudia Sheinbaum. Para desgracia de Ricardo Monreal, aquí no tiene un grupo que trabaje a su favor.
La “pinta” de bardas con el #EsClaudia, #ConMarceloSi y #Estamosagusto, es la característica de los tres aspirantes, pero la jefa de gobierno ha ganado terreno en el caso de espectaculares hasta en el poblado más lejano del estado, aunque obligados por la autoridad electoral sus promotores han tenido que desmontarlos, pero no todos.
Aunado a esto, lo que parece ser la siguiente etapa en esta carrera morenista por suceder a López Obrador, está el reunirles el mayor número de simpatizantes que, llegado el momento, respondan a favor de su candidato en la tan polémica encuesta que aplicará la dirigencia nacional de Morena para definir quién será oficialmente su candidato. Las apuestas están, en teoría, a favor de Sheinbaum por ser considerada la “favorita” de AMLO, seguida de quien es considerado por muchos como el más moderado de la 4T, Ebrard, y finalmente por quien ha sido el compañero del presidente desde que eran chiquillos allá en su natal Tabasco, López Hernández.
Pero han sido los ebrardistas quienes quieren poner la pauta en la carrera por la sucesión en Morena, colocando sobre la mesa tres propuestas dirigidas a las dirigencias de los partidos Morena, Verde Ecologista y del Trabajo, que irán en esta alianza. Y las tres propuestas son:
- Que haya un debate entre los aspirantes a la candidatura.
- Que la encuesta tenga una sola pregunta: “¿Quién quieres que sea el candidato(a) a la presidencia de la República”?
- Que los aspirantes renuncien a los cargos que actualmente ostentan -Jefa de Gobierno, secretario de Relaciones Exteriores y secretario de Gobernación- al mismo tiempo.
Nadie puede creer que con estas propuestas Marcelo Ebrard pretenda obtener ventaja sobre sus adversarios sino por el contrario, es el reclamo de un “piso parejo” que no observa en los hechos ante la innegable inclinación presidencial por Claudia y Adán, en ese orden. Y, de esta manera, el Canciller pretende enderezar el camino a la candidatura, sabedor también de que la dirigencia nacional de Morena está al pendiente de las indicaciones que salgan de Palacio Nacional.
De las tres propuestas destaca la de que haya una sola pregunta en la encuesta, y es que se asegura que en dicha medición se otorga puntaje hasta por ver quién tiene la mejor sonrisa, por decir algo así de absurdo, y la puntuación que se le da es en función de a quién se pretende favorecer. Y si la encuesta es para que sean los ciudadanos los que decidan a quién quieren de candidato, pues definitivamente esa debe de ser la única pregunta.
Por supuesto que muy interesante sería atestiguar un debate entre los tres contendientes, cuatro o hasta cinco si se incluye al diputado Gerardo Fernández Noroña, aunque eso garantizaría todo un espectáculo cómico-político-musical. En este renglón, Ebrard sabe de sus fortalezas y por eso lo plantea, pero Monreal “no canta mal las rancheras” si lo incluyen también.
Por último, el caso de la renuncia. Sin duda que el “piso parejo” también se trata de que ninguno de los prospectos del cargo público, y particularmente del presupuesto, para promoverse y aventajar así a sus adversarios.
Así, pues, Marcelo -que estará en Jalisco esta semana- puso las cartas sobre la mesa. Falta saber, quién le seguirá el juego.
Al tiempo…