Luego de contender por la gubernatura a nombre de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, regresa a concluir su período como dirigente hasta el 2026. Rechaza la queja de exdirigentes que se dicen desplazados y no tomados en cuenta en la campaña. Que varios de ellos dieron excusas para no participar.
Por Julio César Hernández
A la decisión que había tomado Laura Haro Ramírez de mantenerse en su calidad de ex candidata del PRI a la gubernatura, en acuerdo con el dirigente nacional Alejandro Moreno, y no retomar la presidencia del comité directivo estatal del partido, obligadamente se le tuvo que “meter reversa” ante la amenaza de grupos que se habían mantenido alejados o sin participación partidista, y que comenzaron a “sacar la cabeza” después de las elecciones del dos de junio.
No obstante ser un partido en franca decadencia, con una cada vez más débil estructura, con el riesgo de que al paso del tiempo y ante la falta de atractivos para quedarse, continúe el éxodo de militantes que alguna vez saborearon las “mieles del triunfo”, y con el costo que podría tener la osadía de “Alito” Moreno de reformar los estatutos para mantenerse al frente de la presidencia nacional, al parecer aún hay quienes buscan disputar su control y quizás vieron en la debilidad de quien era su dirigente, Antonio Padilla Cruz, luego de los resultados electorales, la oportunidad para el “asalto” a la sede de Calzada del Campesino 222.
Por eso, afirman fuentes cercanas a la dirigencia estatal, Laura Haro anunció la última semana de julio que retomaba las “riendas” del Comité Directivo Estatal. A través de un breve video en sus redes sociales, anunció: “Les comparto con mucha emoción que a partir del día de hoy me he reincorporado a mis responsabilidades al frente del PRI Jalisco con ánimo renovado, con mucha actitud, pero, sobre todo, con la firme convicción de seguir trabajando hombro con hombro de la mano de cada uno y cada una de ustedes: de la gran militancia jalisciense…”.
Pero no tardó mucho tiempo en enviarle un mensaje a sus detractores al interior del Revolucionario Institucional y a algunos que ya no forman parte de él, pero que advierte que deben de ser sus destinatarios también. Ahora a través de texto en sus redes sociales, escribió lo siguiente 48 horas después de haber anunciado su regreso:
“Soy de una generación que le ha tocado pagar los platos rotos de un puñado de malos priistas que mancharon a nuestro partido. Bendito Dios muchos de ellos ya se fueron.
“No permitamos que quienes, desde el confort de su celular y sus frustraciones, intenten desanimarnos. Hay que estar echados pa’delante siempre, porque sí somos más los buenos priistas y quienes no tenemos mancha alguna”.
Ni un nombre ni apellido en este mensaje, pero seguramente la dirigente priista le apostó a aquello que dice: “a quien le quede, que se ponga el saco”.
LAS EXCUSAS EN CAMPAÑA
Y, efectivamente, Laura Haro omite mencionar nombres, pero está convencida de que los destinatarios de sus mensajes saben a quiénes de ellos se refiere en cada renglón que redacta y difunde. Principalmente quienes se quejan de no haber sido tomados en cuenta durante la campaña, aquellos que consideraron merecían más de lo que les ofrecían o quienes se creían merecedores de espacios que no exigieran hacer esfuerzo alguno.
¿Quiénes son esos destinatarios de sus mensajes? Se asegura que aquellos que se fueron y que aun cuando militaban en el PRI, “ya ni estaban”; aquellos que siendo militantes abiertamente se negaron a trabajar a favor de los priistas porque ya se habían comprometido hacerlo para Morena; quienes confesaron tener algunos conflictos en los municipios que se les asignaba como delegados; quienes revelaron tener negocios en algunos otros municipios y enfrentaban conflictos de interés; algunos más so pretexto de que por razones de salud no podían viajar, pero eran críticos muy activos en sus celulares (chats o redes sociales); y a quienes condicionaron su participación para sacar ventaja.
Si de algo está satisfecha Laura Haro durante su primera etapa al frente del partido, antes de ser candidata a la gubernatura, es de haberle dado a los exdirigentes estatales un trato que ningún otro antecesor les había dado, según ellos mismos se lo confesaban. “Hubo apertura con todos los expresidentes.
Lo que ha dicho Haro Ramírez después de retomar su cargo al frente del Revolucionario Institucional, es que no permitirá que aquellos priistas que confesaron sin tapujos que apoyarían a Morena -algunos dijeron que porque ahí estaban sus amigos-, “ahora vengan al partido a querer darnos clases de moral”.
En otros casos, se propuso a algunos legisladores que buscaran nuevamente la candidatura de su distrito, pero se negaron porque reconocieron que no ganarían la elección. Esto ocurrió, por ejemplo, en el Distrito 18.
LA INSEGURIDAD EN CAMPAÑA
Hay otros casos que empiezan a conocerse las razones del por qué se dieron. Por ejemplo, por qué Antonio Padilla Cruz terminó siendo el presidente estatal interino, en su calidad de secretario de Organización, y no Omar Hernández quien fungía como secretario general del comité estatal y al que se le había prometido estar en la lista de candidatos a diputados plurinominales.
Estas fuentes aseguran que cuando Alejandro Moreno anunció que Laura Haro sería la candidata a la gubernatura por la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, como resultados de las negociaciones con el PAN y el PRI, no obstante que se apostaba que la candidata sería panista, Padilla Cruz no puso pretextos para dedicarse a recorrer el estado, pese a las alertas que se advertían en algunas regiones en materia de inseguridad y que se confirmaron con los asesinatos o “levantones” de y a algunos precandidatos y candidatos de distintos partidos.
Y, efectivamente, como presidente interino del PRI, Antonio Padilla advirtió y denunció de manera insistente la inseguridad que se vivía en diversas regiones del estado y que ponían en riesgo tanto a la población como a los candidatos de su partido. Y así lo denunció en aquella reunión realizada en Palacio de Gobierno, encabezada por el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, durante la instalación precisamente de la Mesa de Seguridad.
“Soy de una generación que le ha tocado pagar los platos rotos de un puñado de malos priistas que mancharon a nuestro partido. Bendito Dios muchos de ellos ya se fueron.
Lamentablemente llegó el asesinato del priista Humberto Amezcua, presidente municipal con licencia de Pihuamo y candidato a reelegirse. Pero los priistas siempre se quejaron de que el gobierno del Estado nunca los escuchó y lo responsabilizaron de este crimen y de la falta de respuesta a sus llamados, no obstante que a Laura Haro le destinaron vigilancia en sus recorridos de campaña.
Luego de los resultados, Antonio Padilla fue reconocido como uno de los candidatos plurinominales que integrarían la próxima Legislatura en el Congreso del Estado, pero el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana lo “bajó” de la lista por razones de género y en su lugar fue anotada Alondra Fausto. El PRI impugnó y pelea el lugar de Padilla Cruz como el cuarto legislador de su bancada.
En el PRI estiman que el “bajar” al expresidente interino del PRI de la lista de candidatos electos, respondió más a una “venganza” o a una “revancha” oficial por la postura crítica que mantuvo durante la campaña por la inseguridad en el Estado.
“Esta postura nos costó la diputación de Toño. Fue un mensaje para el PRI, para Laura y para el propio Toño”, apuntaron las fuentes priistas.
¿QUÉ SERÁ DEL PRI?
Hasta el momento la gran incógnita que se abre a nivel nacional y estatal, en lo particular, es cuál será el futuro del Partido Revolucionario Institucional, luego de la inminente reelección de Alejandro “Alito” Moreno, tras la reforma a los estatutos, la misma que fue impugnada ante tribunales por ex presidentes nacionales del PRI como Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa.
Ni un nombre ni apellido en este mensaje, pero seguramente la dirigente priista le apostó a aquello que dice: “a quien le quede, que se ponga el saco”.
Al cierre de esta edición, los inconformes esperaban que los tribunales se pronunciaran al respecto, pues en los próximos días se llevará a cabo la asamblea nacional del partido en la que se concretaría el “golpe” de “Alito” y se mantendría otros cuatro años más al frente de la dirigencia, con opción a repetir luego otros cuatro años más.
En este sentido, una cosa está confirmada: El PRI Jalisco apoyará la reelección de Alejandro Moreno.
Pero ¿y qué será del priismo jalisciense si continúan siendo más los militantes que se van que los que llegan? Es posible que la respuesta no la conozca ni la propia Laura Haro, quien por lo pronto ya comenzó un nuevo recorrido por el estado –“nadie lo ha recorrido tanto como yo”, dijo alguna vez-, para agradecer a la militancia y ciudadanía el apoyo en las urnas.
