NOTA DEL EDITOR
Por Julio César Hernández
@jcentresemana
El sábado pasado por fin estuvo en Jalisco la única aspirante a la candidatura presidencial de Morena que no había hecho acto de presencia a raíz de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se abrogó el derecho de “destapar” a los que despectivamente calificó como sus “corcholatas”.
Pocas figuras morenistas jaliscienses en los actos en los que estuvo presente: una firma de acuerdos de cooperación con los presidentes municipales de su partido, un encuentro con industriales y una conferencia que dictó ante jóvenes universitarios de la Universidad de Guadalajara.
El presidente municipal de Tonalá, Sergio Chávez Dávalos, acudió al aeropuerto a recibirla, y por ahí se vio también a la senadora Antonia Cárdenas y al diputado Antonio Pérez Garibay, quienes son “ajonjolí de todos los moles”, porque lo mismo están con un aspirante que con el otro. El padre del “Checo” Pérez se abría paso entre quienes rodeaban a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México para aparecer en las fotografías que le tomaban a la Jefa de Gobierno. También estuvieron las diputadas María Padilla y Mariana Fernández. El regidor Carlos Lomelí Bolaños, sólo la saludo vía Twitter.
En el Centro Universitario de Tonalá, donde Sheinbaum impartió una conferencia sobre el medio ambiente, estuvo el rector general Ricardo Villanueva Lomelí, pero en su calidad de directivo universitario y no de neomorenista o aspirante a algún cargo de elección popular.
Incluso, el propio Villanueva Lomelí se encargó de aclarar la visita al CUTonalá de Claudia Sheinbaum:
“Queremos que conozcan a la Universidad y convencer a los cercanos al presidente de que en Jalisco hay una gran Universidad. Al ruido que refería es al ruido político, al ruido electoral que ya se empieza anticipar, cuando yo lo único que estoy haciendo es mi trabajo como rector. Sí es un acercamiento, sin duda, pero con el objetivo que la Universidad tenga esa visibilidad nacional que se merece. Esta visita nada tiene que ver con candidaturas. Tiene que ver con un acercamiento, claro que sí; mi intención es enamorar a la jefa de gobierno de la Universidad de Guadalajara para tener voces en la Ciudad de México que hablen de lo que está sucediendo en la Universidad”.
Cabe señalar que ni Marcelo Ebrard ni Adán Augusto López Hernández y no Ricardo Monreal, sostuvieron algún encuentro con universitarios y mucho menos con directivos de la UdeG, pero al parecer la organización de esta conferencia en el CUTonalá podría responder a los compromisos asumidos ya por el Grupo Universidad con el gobierno de la 4T.
Valga subrayar que la visita de Claudia Sheinbaum fue desabrida. Los eventos multitudinarios lo fueron gracias al “acarreo” que hizo el sindicato nacional del IMSS al evento realizado en Tlajomulco. Todos los sindicalistas bien uniformados: camisa o playera blanca y pantalón de mezclilla. En el CUTonalá, los estudiantes hicieron acto de presencia como siempre cuando son convocado por sus autoridades.
Y por si algo faltara, ese día en las redes sociales destacaron las felicitaciones que morenistas jaliscienses le enviaron al secretario de Gobernación, Adán Augusto, con motivo de su cumpleaños.
El discurso de Sheinbaum Pardo fue muy cuidadoso, alegando que el INE les tiene “marcaje personal”, pero lo más que se atrevió a decir fue que así como una mujer puede ser abogada, astronauta, presidente municipal, diputada o gobernadora, también puede ser presidenta. Fue lo más cercano que expresó en el lenguaje electoral.
La verdad es que a esta visita le faltó “punch”. No dio nota ni dejó nada para la posteridad. Lo que sí dejó evidente es que pocos son los morenistas de primer nivel que simpatizan con las aspiraciones de la Jefa de Gobierno.