REFLEXIONES
Por Gonzalo Leaño Reyes
Hace días se llevó a cabo en Guadalajara una ceremonia de entrega de certificados de base laboral a trabajadores del Sector Salud de Jalisco, que durante veinte años o quizá más, estuvieron trabajando como eventuales en alguno de los Organismos Públicos Descentralizados (OPD) denominados Servicios de Salud Jalisco.
Con esta entrega, casi cinco mil trabajadores obtuvieron finalmente su contrato de base durante el sexenio del gobernador Enrique Alfaro Ramírez. La meta fue superada, ya que originalmente se había fijado en cuatro mil personas.
Para los trabajadores beneficiados, esto representa el fin a la incertidumbre de tener que renovar contratos temporales cada vez que hay cambio de autoridades.
El Sistema de Salud de Jalisco se integra con tres OPD que son: Servicios de Salud Jalisco; Hospitales Civiles de Guadalajara, e Instituto Jalisciense de Cancerología, además de los Consejos Estatales de Salud. Del primero de ellos dependen 580 centros de salud y 41 hospitales en todo el estado.
Esta infraestructura, más la regularización de sus trabajadores, son indicativos de que las cosas se han hecho bien en esta importante área, y que la decisión del Gobierno del Estado de no federalizar los recursos destinados a la salud fue acertada.
Como se recordará, el Gobierno Federal desapareció a principios del sexenio el Seguro Popular que llegó a tener en el año de 2018 una afiliación de más de 53,530 millones de mexicanos (44.7 por ciento de la población) que carecían de seguridad social, y a cambio creó el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), disuelto en 2023 y sustituido el año pasado por el IMSS-Bienestar.
Jalisco no participó en el plan federal, sino que conservó su propio sistema estatal, el cual, al cabo de casi seis años, le ha dado mejores resultados.
Una muestra de ello es que nuestro país, al igual que el mundo entero, fue sorprendido por la pandemia de Covid-19, y aunque el daño fue general tremendo, Jalisco lidió a tiempo contra dicho flagelo, gracias a que su estructura en Salud casi no se había tocado.
El próximo Gobierno de Jalisco, además de mejorar e incrementar la infraestructura sanitaria, deberá mantener una política estable con respecto al Sector Salud, tanto porque dio buenos resultados en este sexenio, como por la enorme importancia que tiene para millones de jaliscienses que no están afiliados al IMSS, al ISSSTE o a otras instituciones públicas, y que carecen de recursos suficientes para acudir a la medicina privada.
El reto de la salud pública sigue siendo, en mayor o menor medida, una prioridad para todos los gobiernos.
