Opinión Política
EDUCACIÓN E HISTORIA

“El Granito de Oro”

Rafael Buelna, un general joven y culto en las filas de Villa.

 

Por Alfredo Arnold

En la Revolución Mexicana se conjugaron las más diversas causas, hubo todo tipo de liderazgos y participaron los más disímbolos personajes: ricos, pobres, jóvenes, viejos, patriotas y quienes buscaban privilegios para ellos mismos. Adoleció de falta de unidad, estrategia y orden. La lucha entre las facciones estaba a flor de piel e incluso después de haber sido promulgada la Constitución de 1917 continuó el baño de sangre. Los líderes no lograron materializar un proyecto que uniera al país y no fue sino hasta mediados del siglo pasado, después de que se eclipsaron los caudillos, cuando México comenzó a retomar el desarrollo que había experimentado durante el porfiriato. Las principales cabezas revolucionarias habían muerto, en su mayoría, asesinadas: Madero, Zapata, Carranza, Villa, Obregón. Muchos jóvenes también dejaron su vida en la Revolución.

Rafael Buelna Tenorio era joven inquieto, culto y politizado. Durante una década estuvo involucrado en la lucha. Nació el 23 de mayo de 1890 y murió en 1924 durante una acción bélica en Morelia. Hace unos días se conmemoraron 133 años de su nacimiento en la ciudad de Mocorito, Sinaloa, su tierra natal. La Asociación de Cronistas de aquel estado, se reunió en la cabecera de ese municipio y aportó interesante información sobre este joven revolucionario.

Buelna estudió en el Colegio Rosales de Culiacán (hoy, Universidad Autónoma de Sinaloa), del cual fue expulsado después de que encabezó una marcha de protesta. Vivió en Mazatlán donde escribía para el periódico El Correo de la Tarde y luego se trasladó a Guadalajara para estudiar la carrera de abogado, aquí trabajó en el periódico La Gaceta, y además hacía poemas y gustaba de la vida cultural.

Con el asesinado de Madero se involucró en la lucha revolucionaria y en la política. Ejerció el mando militar en Jalisco, Nayarit y Sinaloa. Participó en la tormentosa Convención de Aguascalientes como parte de la delegación villista. La convención fracasó en su propósito de unir a las fuerzas de la Revolución y dar reconocimiento a Venustiano Carranza como presidente de la república. Buelna se fue completamente del lado de Francisco Villa, quien le tomó un cariño especial y escribió de él en sus memorias: “Parecía bastante joven. Unos veinte años, de aspecto pulcro y al parecer muy inteligente, aunque no era fuerte físicamente. Parecía contento de verme y no tenía nada en contra de recibir órdenes”.

Precisamente fue Villa quien le puso a Buelna el apodo de “El Granito de Oro”. También solía decirle “Mi muchachito”.

Rafael Buelna estuvo en tesitura de llevar a la Revolución por caminos diferentes, ya que estuvo a punto de fusilar a Álvaro Obregón, quien fue salvado a instancias de Manuel M. Diéguez y también estuvo cerca de ejecutar a Lázaro Cárdenas, pero finalmente lo dejó libre.

Existe cierto paralelismo entre Rafael Buelna y Felipe Ángeles: cultos, villistas, asistieron a la Convención de Aguascalientes, ambos se exiliaron en Estados Unidos cuando Carranza asumió formalmente la presidencia de México y los dos murieron trágicamente, Ángeles fusilado y Buelna muerto en acción de guerra. Felipe Ángeles era bastante mayor, tenía 51 años y Buelna 33.

Aunque Rafael Buelna no es uno de los personajes más conocidos de la historiografía revolucionaria, sí se le da trato de héroe en Sinaloa. Está sepultado en la Rotonda de los Sinaloenses Ilustres en Culiacán, y el aeropuerto internacional de Mazatlán lleva su nombre.

Buelna vivió atrapado en sus ideales, fue nombrado general brigadier muy joven, apasionado de la libertad y la política, también tuvo una intensa vida amorosa, pero la Revolución no hizo distinciones y cobró la vida de este muchacho.

El escritor José C. Valadés, escribió: Buelna en su infancia no conoció de angustias, fue un muchacho de intrepidez probada, ingenioso y de buen sentido, de lances imprevistos y profunda entereza en su conducta, de valentía excelsa, de firmes convicciones revolucionarias, hombre de carácter y de preclara inteligencia”.

En 2003, Felipe Cazals dirigió la película “Ciudadano Buelna”, en la que relata la vida de “El Granito de Oro”.

 

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