Opinión Política
OPINIÓN

Participación política de las mujeres

Por José Antonio Elvira de la Torre

Prof. del Departamento de Estudios Políticos del CUCSH de la UdeG

El 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer como una oportunidad para que todos tomemos conciencia, discutamos y llevemos a cabo acciones en favor de la igualdad de derechos, así como para que tengan una vida sin violencia y un pleno desarrollo con libertad, seguridad, dignidad y equidad. En la vertiente de la participación política se han construido instituciones que han producido efectos positivos, como una mayor presencia de mujeres en cargos de representación a partir de la paridad en las candidaturas, o la mayor identificación y sanción de conductas de violencia política en razón de género.

No obstante, debemos reconocer estos avances como insuficientes para establecer condiciones de plena libertad e igualdad de derechos para la participación política de las mujeres. Diversos instrumentos publicados por el INEGI, como las encuestas nacionales de cultura cívica (ENCUCI) del 2020 o las de ocupación y empleo (ENOE), y seguridad pública urbana (ENSU) del 2022, ilustran cómo, por ejemplo, aunque más mujeres se interesan en los asuntos públicos y la vida política de sus comunidades (85.4% de mujeres mayores de 15 años, respecto al 80.7% de hombres), son también las que encuentran más obstáculos para participar, por ejemplo, por la inseguridad, (sólo 29.8% de mujeres considera segura su ciudad, respecto del 42.3% de hombres).

Es deseable, positivo y trascendente que más mujeres desempeñen cargos políticos y de representación, pero no bastan las reglas para que sean postuladas y compitan sino existen mecanismos para garantizar condiciones efectivas para que transformen ese interés en involucramiento y participación libre y constante en la vida política de su comunidad. Además de la libertad y seguridad para participar en la deliberación pública, nos encontramos en un momento clave para que las entidades y las políticas públicas establezcan incentivos para la cooperación y la acción colectiva que nos ayude a superar la dispersión y el aislamiento de las políticas gubernamentales actuales, incluyendo, por supuesto, los recursos (materiales, financieros, técnicos, de información, inteligencia y cooperación) que hagan posible, sino eliminar, al menos inhibir significativamente las  dificultades y obstáculos que las mujeres encuentran para participar en política.

Los partidos políticos son entidades que ejemplifican cómo las reglas implementadas no han sido suficientes para la promoción y garantía de una plena y equitativa participación política de las mujeres. En Jalisco, por ejemplo, pasamos de un 2018 en que sólo 3 de los 9 partidos que contendieron en la elección local cumplieron cabalmente con la paridad horizontal al haber registrado el mismo número de candidaturas de mujeres y hombres, a una elección de 2021 en el que los 13 partidos contendientes cumplieron con al menos el 50% de candidaturas para mujeres. Sin embargo, cuando se trata de paridad transversal, esto es, que exista equidad en candidaturas para mujeres y hombres en municipios de mayor población y en importancia para la economía del estado, ninguno de los partidos se acercó a la paridad en las candidaturas.

Post relacionados

Los círculos concéntricos de la gestión cultural

Opinión Política

Marcelo, la “corcholata reconocida”

Opinión Política

Lo mejor es no moverse

Opinión Política

Dejar un comentario