Opinión Política
ENTREVISTA

Manuel Espino: “Los radicales de Morena me bloquearon por ultraderechista”

El presidente del PAN cuando Calderón le ganó a López Obrador en 2006, dice que hoy no levanta la mano ni para ser regidor morenista; se pronuncia a favor de Claudia Sheinbaum para ser candidata presidencial; y ahora justifica el apoyo de la 4T a las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, porque el PRI también apoyaba a Cuba.

 

Por Julio César Hernández

Identificado como político de ultraderecha –“soy ulraderecho”, acota-, miembro de “El Yunque”, Manuel Espino Barrientos, hoy apostado al otro extremo como simpatizante de la Cuarta Transformación, señala a los radicales de Morena como responsables de truncar sus aspiraciones para gobernar su estado natal, Durango, al no dejarlo participar siquiera en la tradicional encuesta para definir al candidato. Hoy confiesa que aprendió la lección y no volverá a levantar la mano ni siquiera para ser regidor morenista. Justifica la actuación del presidente López Obrador de apoyo a las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, aduciendo que el PRI hacía lo mismo con Cuba; defiende que polarice a la sociedad porque sus adversarios lo tratan “con la punta del pie”; y se pronuncia a favor de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, para ser la candidata de Morena a la presidencia de la República. Asegura que ha sido, incluso, mejor gobernante de la Ciudad de México que el propio López Obrador.

Ex presidente nacional del PAN cuando en 2006 Felipe Calderón Hinojosa le ganó la presidencia de la República a López Obrador, Manuel Espino es hoy director general del CONALEP.

-Manuel Espino es un animal político…

-Más político que animal, jajajaja…

 

– Así es, jajaja. Pero ¿qué hace Manuel Espino al frente del Conalep?

-Yo estoy muy contento porque toda mi vida me dediqué a la docencia: secundaria, preparatoria, profesional, y en los últimos diez años me han invitado a impartir cátedra en universidades. Pero yo tenía el proyecto de crear una academia de seguridad, tema en el que tengo metido 40 años.

“A mí siempre me ha interesado el tema educativo. Me conocen por la política o por lo empresarial, menos gente por el tema de seguridad, pero yo me especialicé en estos temas y a ellos me dediqué durante muchos años.

“Yo tenía ganas de hacer una pausa a la actividad política y poner una academia para formar especialistas en seguridad, no policías. Y en eso estaba cuando el presidente me propuso venir aquí, y me gusta. Soy técnico electricista, técnico en soldadura… Me siento muy a gusto, muy contento; Claro, soy aficionado a la política, siempre lo he sido, eso no se lo puede quitar uno”.

 

-El que no hayas logrado alcanzar la candidatura de Morena al gobierno de Durango, ¿truncó tu carrera política?

-¡No, nunca! No, no, de hecho, lo de Durango fue algo que amigos de toda la vida de mi estado me propusieron, que buscara que Morena me postulara, y amigos del PAN me dijeron que me apoyaban si yo era el candidato. Lo compartí con el presidente todo esto, pero le dije que yo no lo estaba promoviendo ni considerando, y me dijo: ‘Pues sí, considéralo, participa, y si no lo logras no pasa nada, te regresas a ayudarme’.

“Pero dentro de Morena hay también miembros radicales, y por mi procedencia del PAN y por el mito de que soy de la ultraderecha mexicana, por este estigma, hubo dentro del partido una reacción muy virulenta en mi contra que no permitieron ni siquiera que me encuestaran. Yo no perdí una contienda interna porque no participé, ni siquiera me dejaron participar en el proceso para que me midieran. Pero no pasa nada. El presidente me dijo que me regresara a ayudarlo al gobierno, pero yo no estaba muy convencido de eso. Varias veces lo platicamos, me hizo varias propuestas, las decliné, pero da pena decirle que no al presidente y aquí estoy, y estoy muy contento”.

 

-¿Entonces, el que te ubiquen como ultraderechista impidió y ha impedido que puedas hacer una carrera dentro de la cuarta transformación? No sé si ya eres militante de Morena.

-No, no soy militante de Morena. Yo estuve dispuesto a hacerlo por compartirle algunas experiencias que tengo como militante de un partido (PAN) del que llegué a ser presidente a nivel municipal, estatal y nacional. Nunca hubo otro militante del PAN que fue presidente en los tres niveles, quizás en dos, pero no en los tres. Además, fui el primer militante del PAN que fue secretario general en los tres niveles; fui el primer militante de ese partido que ganó la presidencia de un organismo internacional de partidos políticos y el primero que fui vicepresidente de una organización mundial de partidos políticos.

“Te cuento todo esto porque esta experiencia yo la puse al servicio de Morena, pero no les interesó. Pero en este proyecto de la transformación, estamos muy metidos”.

 

-¿En qué momento te pasó por la mente irte a la 4T cuando militabas en un partido de derecho y te ubicaban como un político de ultraderecha?

-No, mira. Yo creo que los seres humanos debemos de aprender de nuestra propia historia para tomar mejores decisiones en la vida. Yo fui un radical ideológico, como radicales ideológicos los ha habido en muchas fuerzas políticas. Pero la vida me hizo entender que el radicalismo ideológico no es constructivo y entendí que las ideologías son muy legítimas, pero llevarlas a la contienda política son un riesgo; polarizan sociedades, se generan guerras civiles. Por motivaciones ideológicas tuvimos cinco guerras muy violentas en México, tuvimos dos guerras mundiales, y hoy hay muchas guerras.

“Yo creo que las ideologías son muy buenas, son necesarias, nos aportan referentes éticos, morales, de principios, de valores para tomar decisiones en la vida. Pero tú no puedes decir que tu ideología es mejor que la mía, o yo que la mía es mejor que la tuya; simplemente tienes una manera de pensar y yo la mía.

Respetémonos. Tú tienes derecho a ser como eres, a pensar como piensas, a creer lo que crees. Yo también.

“La lucha política por ideologías hizo que tú te quisieras imponer sobre mi o yo sobre ti. ¡Eso es destructivo! ¿Por qué mejor no nos aceptamos como somos y como pensamos, y buscamos puntos de coincidencia?

“Yo entendí eso y le bajé al radicalismo, y en ese proceso tuve la oportunidad de encontrarme con Andrés Manuel. Nunca nos habíamos visto en la vida. ¡Nunca! ¡Jamás! Pero nos habíamos ‘pegado’ con todo públicamente. Ese día que platicamos fue el principio de una empatía, de una amistad, de una comprensión. Yo tengo muchas diferencias de pensamiento con él o él conmigo, pero ambos entendimos que por encima de eso tengo un legítimo anhelo por México por el cual ambos podemos trabajar. Y en eso estamos”.

 

-¿Y no es esto que dices lo que hace la 4T? ¿No es el radicalismo que aplica el presidente López Obrador, del ‘estás conmigo o estás contra mí’?

-Sigue habiendo una alta dosis de radicalismo, es evidente, para qué negarlo. Yo realmente creo, y lo ha dicho el presidente, que no somos enemigos, somos adversarios, y está bien. Pero sus adversarios lo tratan con la ‘punta del pie’, pues él se defiende. Es su personalidad. Yo no espero que el presidente cambie su personalidad, pero creo en su recta intención.

EDUCACIÓN. Dice estar a gusto en tareas educativas al frente del Conalep.

-¿Qué piensas ahora de los apoyos del gobierno de México a los gobiernos de Nicaragua y Venezuela, como lo ha hecho con Cuba?

-En los gobiernos del PRI siempre se apoyó a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela…

 

– En tiempos en los que Nicaragua y Venezuela no eran dictaduras, aunque Cuba sí.

-Venezuela ya estaba en ese proceso y Nicaragua ya tiene mucho tiempo con esa realidad, pero es por el origen ideológico de los gobiernos en turno, por una tradición de respeto a otras naciones. En eso somos ejemplares. La doctrina que en materia de respeto internacional tenemos, es admirable en el mundo. Se debe a eso, no a que hubiera afinidades o desencuentros ideológicos. Hoy puede ser que haya afinidad ideológica del presidente con esos gobiernos, pero cuando no hubo afinidad ideológica también hubo apoyo a esos gobiernos.

 

-¿Te ves en la posibilidad de ocupar un nuevo cargo de elección popular? ¿Te ves en la boleta electoral en el 2024?

-No, no no. Ya lo dije. Mira, por las razones que ya te comenté hace rato, cuando levanté la mano para ver si me dejaban participar en el proceso que definió la candidatura para el gobierno del Estado (de Durango), vi lo que pasó: se despertó un gran radicalismo por razones ideológicas y, pues, ¡ya lo aprendí! Y no veo que haya un cambio; entonces, ¿para qué vuelvo a levantar la mano? ¡Ni para ser regidor!

“Yo voy a apoyar a los candidatos que considere que son auténticamente representantes de la cuarta transformación, no de un partido, sino del proyecto importante que es la 4T, que no es un proyecto apartidista, no es un proyecto ideológico. Es un proyecto plural, incluyente para todos los mexicanos”.

 

-Por último, decías que simpatizas con la candidatura o aspiración de Claudia Sheinbaum a la candidatura presidencial. ¿Marcelo y Adán Augusto no te “llenan el ojo”?

Hay personajes que podrían ser aspirantes eventualmente y hasta precandidatos, y de los que hay, yo veo que tres de ellos podrían ser muy buenos presidentes: Claudia, Marcelo y Adán Augusto. Son excelentes perfiles.

Son excelentes políticos, son excelentes administradores públicos; así es que hay suficiente ‘tela de dónde cortar’. ¡Ah! Pero alguno tendrá que ser mejor que el otro, seguramente. Yo creo que Claudia es mejor que los otros dos para ocupar la titularidad del Ejecutivo federal…

 

-¿Qué atributos le ves a Claudia que no tengan los otros dos?

-Mira, no es cosa de compararlos. Me parece que (Claudia) tiene mucho mayor afinidad y sensibilidad social que los otros dos. Me parece que Claudia tiene mayor creatividad de políticas públicas que los otros dos. Eso se requiere, porque en la realidad de nuestro país se requieren políticas públicas innovadoras, eficaces, y Claudia es muy buena para eso.

“Claudia es de una formación profesional como científica, como ingeniera, que le ha permitido desarrollar una habilidad analítica de lo social para generar propuestas de solución a las necesidades sociales. Y creo que en eso les gana a los otros dos.

“Luego, entre otras cosas, su condición de mujer le ayuda, porque hoy México tiene una proclividad muy alta a votar por mujeres. Hemos tenido muchas alcaldesas, hemos tenido una buena cantidad de gobernadoras. Hoy, de 32, tenemos nueve gobernadoras, siete de ellas de la 4T. Y una de ellas es Claudia, que gobierna una de las ciudades más importantes, más grandes y más complejas del mundo. Y lo ha hecho bien, lo ha hecho mejor que sus antecesores, incluso mejor que Andrés Manuel López Obrador. Sobre lo que él construyó, ella hizo un desarrollo impresionante de tarea pública.

“Y finalmente, diría que es una mujer bien preparada para gobernar. Los otros dos también, pero creo que está mejor preparada ella que Marcelo y Adán Augusto. Y mira que ya dije que cualquiera de ellos podría ser un buen presidente. Pero estamos obligados a optar por lo mejor, y creo que la mejor es ella, Claudia”.

 

 

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