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La guerra comercial: estrategia y táctica

TRIADA

Por Jorge Jaime Hernández

Periodista y Master en Administración

jorgejaimeh@hotmail.com

Hay muchas formas de enfrentar una guerra, pero la mejor dependerá de qué estamos dispuestos a mover para salir victoriosos. La estrategia y la táctica son fundamental para la toma de decisiones y trazar una ruta favorable, tal como lo amerita el caso de los que están incluidos en este baile internacional que inició el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, y donde la Dra. Claudia Sheinbaum se enfrenta con toda la calma para medir los alcances de la trascendencia de sus acciones, sabiendo que en el fondo esta es una lucha de fuerzas entre USA y China que viene arrastrando desde el mandato de Biden.

La industria automotriz, acero y aluminio son la punta del iceberg de lo que para Trump resulta más pesado para la industria de los EEUU y que con el cuento del aumento a los aranceles pretende que los productores norteamericanos puedan competir en mejores circunstancias, pero se le olvida a este presidente que el comercio está globalizado y las bolsas de valores, así como las grandes empresas de todos los países, reaccionan todos los días ante futuros inciertos como los que estamos viviendo.

La respuesta de Canadá y los chinos no se hizo esperar y de inmediato reviraron con sendos aumentos a los productos que ellos venden a los estadounidenses, tales como la generación de energía eléctrica y madera para la construcción de viviendas por parte de los canadienses, pero, sobre todo, donde más le pegará a los consumidores de USA es en los productos chinos que se han ido colocando lenta, pero drásticamente, tales como la maquinaria eléctrica con valor de 54,500 millones de dólares, televisores, muebles, piezas de motor de autos, plásticos, así como productos textiles y químicos.

 

MEXICO CON EL 25 % DE AUMENTO, SE VISLUMBRA RECESION

Al ser nuestro país un exportador directo sin pagar impuestos por el TMEC, el enfrentar una guerra comercial le representa replantear su miras y alcances, ya que Trump cumplió su palabra de aplicar un 25% de arancel para los productos mexicanos y ahora los estudiosos del tema económico están previendo un crecimiento muy moderado o, incluso, nulo del desarrollo del PIB para este año que inició proponiendo incluso hasta 2 % para los futuros en la visión más optimista, pero se ha ido bajando esta expectativa gracias a estos aranceles que afectan a la exportación de productos de la agricultura como los tomates, los aguacates, frutas y verduras varias; como las fresas, los pimientos y pepinos. La carne de bovinos, cerveza, tequila y galletas dulces.

Pero lo que más se ha publicitado es en el área de los vehículos y autopartes, que son importantísimos para la cadena de suministros que dependen de estos productos para el terminado de los automóviles que se fabrican en los EEUU. Al igual que el acero y el aluminio que viaja al país del norte, desde nuestro país provoca más atención en cómo enfrentar este reto, siendo varias las opciones, por ejemplo, la alianza con otros países para presentar un frente común y de respuesta, tal como lo han venido haciendo Canadá, China y muchos países europeos.

Donald Trump.

¿Hasta dónde le alcanzará esta estrategia a Trump para presionar a México en la lucha contra el fentanilo y la trata de migrantes que quieren buscar “El sueño americano”? Es claro que ahora los aranceles están vinculados no sólo a asuntos económicos, sino que también a los asuntos de seguridad, tal como lo ha hecho con México, donde negoció la asistencia de 10 mil soldados mexicanos para la frontera buscando evitar el paso de migrantes para allá.

Pero en su propuesta arancelaria también hizo amagos a los automóviles europeos con 30 % de incremento; a Japón acusándolo de comprar poco armamento para su seguridad, acusándolo de estar dejando en manos de los Estados Unidos esta importante labor; igual que con Corea del Sur, logrando con estas acusaciones que aumentaran estos países los presupuestos de defensa de los nipones y coreanos con la compra de armas estadounidenses. Pero esto no se puede hacer siempre, también esos países seguramente tomarán represalias y buscarán nuevos socios comerciales.

Y para establecer otro aspecto que nos pueda dar luz a lo que ocurrirá en un plazo no muy largo, establecemos que las bolsas de valores prevén en los Estados Unidos un periodo de inflación, de recesión y, claro, todo por la incertidumbre de lo que pasará con estas medidas a todas luces proteccionistas de empresas locales de esa región. Recordemos que la reserva federal externó una contracción en la economía de 2.5% en este primer trimestre. Se ha mencionado también que estas medidas son un balazo en el pie para el país vecino.

Lo que promete el presidente Trump es que apoyando a su plan para la protección de las empresas, será más barato comprar los productos en su país que comprar los extranjeros. Pero se le olvida que tiene que ver mucho la necesidad y gusto del consumidor, por lo que muchos le recuerdan que este plan es inflacionario y, ante esto, seguramente que los ciudadanos empezaran a reclamar … ¡Y pronto!

Ahora México está en medio de esta guerra que, sin duda, es entre las grandes potencias: Estados Unidos vs China y volvemos al asunto de ¿cuál será la respuesta de nuestro país, con quién se va a aliar? Esa es la pausa que estamos viviendo y la apuesta que se seguirá… ¿Con quién nos vamos, con melón o con sandia? Esa es la cuestión… ¿Tu qué opinas? Medítalo.

 

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