Opinión Política
OPINIÓN

Campañas muy anticipadas

REFLEXIONES

Por Gonzalo Leaño Reyes

Por iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde hace algunos meses comenzó la campaña rumbo a las elecciones presidenciales del 2024 después de que el propio mandatario mencionó por sus nombres a quienes considera como excelentes servidores públicos y muy comprometidos con la consolidación de la Cuarta Transformación que emprendió desde el inicio de su gobierno.

Al principio mencionó sólo dos nombres: el de la Jefa de Gobierno capitalino Claudia Sheinbaum y del canciller Marcelo Ebrard. Más tarde añadió el nombre de Adán Augusto López, luego de que éste sustituyó al frente de la Secretaría de Gobernación a la senadora Olga Sánchez Cordero.

Aclaró el Presidente que no se inmiscuirá en el proceso electoral, pero que en su calidad de morenista apoyará o más bien simpatizará con el personaje que elijan las encuestas planeadas desde Morena para este propósito, una general para todos los que se quieran postular y otra posterior con sólo los nombres de los más votados en la primera instancia.

Las manifestaciones de apoyo hacia uno u otro de los favoritos de AMLO han ido creciendo. Primero con esporádicas manifestaciones callejeras, pero el pasado domingo 12 de abril, en la explanada del Teatro Morelos, en Toluca, se registró un acto político nada improvisado sino indudablemente bien planeado, con pancartas, playeras alusivas, público, etcétera, en el que Mario Delgado, presidente de Morena, presentó a los tres personajes: Claudia, Marcelo y Adán.

Este acto contrarió a un cuarto aspirante en discordia que no fue invitado ni parece estar entre los favoritos del presidente López Obrador, nada menos que el jefe de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila.

No cabe duda de que los cuatro tienen fuerza para ser el candidato de Morena en 2024. Entre diversos cargos políticos que han ocupado, Claudia y Marcelo tienen la experiencia de haber estado al frente del Gobierno capitalino; Adán fue Gobernador de Tabasco, y Monreal, Gobernador de Zacatecas. Pero, precisamente por tratarse de figuras potentes, ya hay una clara lucha interna que no sabemos en qué pueda derivar, sobre todo por el largo tiempo que falta para el inicio del proceso electoral 2023-2024. Ebrard pidió “piso parejo” y Monreal descalificó el método de encuestas que propone López Obrador.

El “destape” oficial de los tres personajes y del senador espontáneo, a dos años de distancia de las elecciones, es algo inédito en la política mexicana y no hay inicios hacia dónde pueda conducir: hacia una terrible guerra interna o a una sorprendente lección de disciplina y lealtad al Presidente en el tramo que le resta al sexenio. Se trata, sin lugar a dudas, de una apuesta muy arriesgada.

No sería raro que una situación similar se produzca a nivel estatal en las entidades que tendrán elecciones para gobernador en 2024, entre ellas Jalisco.

Los nuevos tiempos políticos no dejan de sorprender.

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