Serán los tribunales que definan si el reparto que hizo el IEPC de un diputado a favor de Movimiento Ciudadano es correcto o le pertenece al Verde Ecologista, lo que determinará la mayoría legislativa por fracción parlamentaria y quién tendrá el control del Congreso del Estado.
Por Julio César Hernández
Con una conformación bastante dividida entre las diversas fuerzas políticas en el estado, la próxima Legislatura ya es motivo de disputa por una resolución del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana que ha confrontado a los partidos Movimiento Ciudadano y Verde Ecologista de México, pues de acuerdo a los números de la autoridad electoral al partido en el gobierno le corresponde un diputado plurinominal que los verde-ecologistas reclaman como suyo y por ello han recurrido ya a los tribunales.
La próxima LXIV Legislatura tomará posesión el próximo uno de noviembre y, hasta ahora de acuerdo con los números del IEPC, estará conformada por 11 diputados de Movimiento Ciudadano, 10 de Morena, cinco del PAN, tres del PRI y tres de Hagamos, así como dos de Futuro, otros dos del Partido del Trabajo y dos más del Verde Ecologista.
Para no pocos, la parcialidad del IEPC hacia el partido del gobierno, Movimiento Ciudadano, se ha trasladado hasta el Poder Legislativo, pues se le acusa de pretender “regalarle” el onceavo diputado a fin de que como fracción parlamentaria tenga mayoría.
Pero la lucha por esa mayoría legislativa no sólo se reduce a tener más diputados que sus colegas de otros partidos y la posibilidad de lograr con mayor facilidad una mayoría simple con la alianza de otras fracciones opositoras para reformas no constitucionales que demandan la mayoría calificada. No, la disputa por mayoría legislativa es con relación al control de los principales órganos legislativos y encabezar comisiones claves como la de Hacienda, Vigilancia y Responsabilidades, entre otros.
Ahí está el meollo de por qué al partido Movimiento Ciudadano le urge tener ese diputado de más y sumar 11, pues ya de por sí se verá en desventaja si las fracciones parlamentarias que contendieron como la coalición Sigamos Haciendo Historia la mantienen en el trabajo legislativo. Estamos hablando de 19 diputados por la coalición, quedando pendiente la ruta que mantendrán durante la Legislatura las bancadas del PAN y PRI que juntas suman ocho diputados.
LOS ESPACIOS EN DISPUTA
De entrada, la mayoría legislativa permite “tener mano” para la designación del secretario general, quien a final de cuentas es quien tiene y mantiene el control administrativo del Congreso, pues finalmente es quien integra su equipo de trabajo y mantiene bajo su responsabilidad la coordinación de Administración y Finanzas, el Órgano Interno de Control y el Sistema de Radio y Televisión.
La mayoría legislativa no se centra únicamente en el objetivo de sacar adelante iniciativas de conveniencia para el Ejecutivo en turno, sino en tener el control de un Poder Legislativo que jugará un papel importante para quien termine por encabezar la gubernatura, luego de que se agoten los recursos institucionales de impugnación de un controvertido polémico proceso electoral y que todo indica que terminará resolviéndose en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
No hay que perder de vista que el reparto de espacios legislativos se da en función de las fracciones parlamentarias y no de una coalición partidista que contendió como tal. En el Legislativo se hace valer el peso de cada bancada partidista, porque finalmente como coalición Morena y aliados sumarían 19 votos, quedando pendiente la postura del PAN y el PRI, que a su vez integraron la otra alianza.
Del otro lado, si Movimiento Ciudadano se queda con los 11 diputados que el IEPC le otorgó y las fracciones del PAN y PRI, como se presume, se suman como sus aliados, conformarían otra alianza de 19 votos, originando dos bloques con la misma cantidad de votos.
Pero si los tribunales le retiran ese diputado a MC y se lo otorgan al Verde Ecologista, Morena y aliados sumarían 20 votos por 18 de los “naranjas”, panistas y priistas.
Movimiento Ciudadano pelea esa mayoría legislativa confiando en que los tribunales ratificarán el triunfo que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) le reconoció a su candidato Jesús Pablo Lemus Navarro, de manera que de ser así pueda llevar una administración con los menos sobresaltos posibles o, al menos, con un mayor margen de maniobra para operar con algunas otras fracciones de oposición una alianza que le permita sacar adelante proyectos importantes. Pero, lo más importante, se habrá quedado con el control de los órganos legislativos, comenzando por la secretaría general.
A su vez, Morena busca esa mayoría con sus aliados para controlar un Poder que le haga contrapeso al Ejecutivo en caso de que se le reconozca la victoria a Lemus, o con la que puedan acompañar a su candidata Claudia Delgadillo en caso de que los tribunales anulen la elección, se repita la elección y ellos obtengan la victoria. En caso de que se repitiera la elección y el triunfo no les favoreciera, tener el control del Legislativo será importante para contrarrestar al gobierno entrante y hacerle contrapeso.
¿QUIÉN COORDINARÁ CADA BANCADA?
Otro tema que también se discute, quizás más fuera que dentro de las fracciones parlamentarias de la siguiente Legislatura, es quiénes serán los coordinadores de cada bancada, principalmente de Morena y Movimiento Ciudadano por ser las más numerosas y por representar a los partidos que actualmente gobiernan Jalisco y el país.
De acuerdo con el listado oficial de quienes integrarán cada bancada partidista en el Congreso, se da por hecho que quien coordinará a los diputados emecistas será el expresidente municipal de Tlajomulco y ex coordinador de la campaña a la gubernatura, Salvador Zamora Zamora. Sin embargo, ya no es un secreto que de ratificarse a Movimiento Ciudadana al frente del Poder Ejecutivo, Zamora Zamora sería llamado a integrar parte del gabinete como secretario general de Gobierno. De ser así, él sería coordinador por un mes -el tiempo de las negociaciones con las demás fracciones-, y se menciona que en su lugar quedaría Priscila Franco Barba, aunque no se descarta que ella lo pueda ser desde el arranque de la legislatura.
En el caso de Morena se han mencionado varios nombres que, efectivamente, aspiran a coordinar a su bancada: Alejandro Barragán Sánchez, Alejandro Puerto Covarrubias, Cecilia Márquez Alkadef y Candelaria Ochoa Dávalos.
Para el caso de la fracción panista, se da por hecho que repetirá como coordinadora la diputada Claudia Murguía Torres; en tanto que, en la fracción priista, al muy estilo de ese partido, el coordinador sería el actual dirigente estatal, Antonio Padilla Cruz. Por el lado de Hagamos se vislumbra la designación de Tonatiuh Bravo Padilla.
En los casos del Verde Ecologista, Partido del Trabajo y de Futuro, no hay nada definido.
EL LEGISLATIVO, ACTOR SEXENAL
Así, pues, por su propia conformación el Congreso del Estado está llamado a ser un actor protagónico en la próxima administración estatal, más allá de quien encabece el Poder Legislativo.
El número cerrado de diputados que tendrán, primero, los dos principales partidos -Movimiento Ciudadano y Morena- y luego ya como bloques de aliados que pudiera llevar a un empate de votos o apenas a una diferencia de dos a su favor para Morena y aliados, hacer ver que el titular del Ejecutivo -sea del color que sea-, no tendrá el camino allanado y que, junto con su equipo responsable de la tarea, tendrá que realizar un intenso trabajo político y de cabildeo para sacar adelante sus iniciativas de reformas o de nuevas leyes, así como de los presupuestos anuales respectivos y las cuentas públicas pendientes por revisar y aprobar.
Así, mientras la atención está puesta actualmente en la impugnación que se hizo a la elección por la gubernatura -al igual que la de Guadalajara-, por otro lado, no hay que perder de vista que en tribunales también se definirá la mayoría partidista de la próxima legislatura, que será determinante para lo que se viene en los próximos seis años.