Opinión Política
ANÁLISIS

Lemus y el sinuoso camino sexenal por recorrer

El próximo viernes asumirá la gubernatura de Jalisco, luego de un agitado proceso postelectoral. Promete una relación de colaboración, sin enfrentamientos ni pleitos con el gobierno federal. Su gabinete, equilibrado y plural, con políticos, empresarios y técnicos.

 

Por Julio César Hernández

Jalisco tendrá por vez primera, el próximo viernes, al primer gobernador surgido de las filas de la iniciativa privada, concretamente del comercio organizado, cuando Jesús Pablo Lemus Navarro asuma el cargo el primer minuto de ese día, en relevo de Enrique Alfaro Ramírez que aplicó un estilo de gobernar como ningún otro de sus antecesores y cuya gestión se caracterizó por su permanente confrontación con el exterior.

Como siempre lo presumió, Lemus Navarro llega -al igual que Alfaro-, sin ser militante del partido político que lo postuló a la gubernatura, Movimiento Ciudadano, y enfrentará un escenario aparentemente complicado al no contar con la mayoría legislativa en el Congreso del Estado, por no tener una bancada destacada jalisciense en la Cámara de Diputados -donde sólo hay un legislador de MC Jalisco-, y sólo un senador, Clemente Castañeda, en la Cámara Alta.

Y en estas condiciones, tendrá que comenzar a construir una relación con el gobierno federal y particularmente con la presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, de la que ya confirmó que no le será fácil convertirse en su “gobernador favorito” como alguna ocasión lo vaticinó, toda vez que como gobernador electo no lo recibió ni en la casa de transición ni en Palacio Nacional, y se reunirá con él hasta en tanto no asuma la gubernatura, declaró la titular del Ejecutivo.

Si bien su paso por el sector privado lo llevó con el tiempo a convertirse en presidente del sindicato patronal de Jalisco, la Coparmex, su arribo a la política le llegó en 2014 con una invitación de Alfaro Ramírez a ser candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Zapopan, por recomendación de Juan José Frangie Saade, quien le declinó la misma invitación al aún gobernador.

La “ola naranja” que impulsó Enrique Alfaro como candidato a la alcaldía de Guadalajara, luego de un intento fallido en 2012 por ser gobernador, tras perder ante el priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, y una peculiar y eficaz campaña en los medios de comunicación con una propaganda que se salió de lo tradicional para todos los candidatos emecistas, llevó a Lemus Navarro a ganar la alcaldía zapopana, donde no sólo logró la reelección en 2018, sino que le sirvió de catapulta para en un “golpe de suerte” -tras la declinación del entonces munícipe Ismael del Toro a buscar la reelección-, convertirse en candidato a la presidencia municipal de la capital tapatía, sorteando las “ataduras” legales que la Constitución le imponía para una segunda reelección en el cargo, no así en el territorio, que fue la “rendija” que encontraron sus abogados para quedarse con la candidatura, además de una negociación y cabildeo político de la dirigencia nacional de MC ante los tribunales electorales.

Es así que, en menos de nueve años de gobernar Zapopan y Guadalajara, Jesús Pablo Lemus se impuso al interior de Movimiento Ciudadano a sus adversarios que aspiraban también a ser candidatos a la gubernatura. La decisión final del dirigente nacional, Dante Delgado Rannauro, en medio de un severo conflicto con el gobernador Alfaro, le despejó el camino para ser el abanderado “naranja” a la gubernatura, la que le reconoció el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación cuatro meses después de la jornada electoral -en octubre pasado-, tras la impugnación presentada por la coalición Sigamos Haciendo Historia y su candidata Claudia Delgadillo González.

 

EL ESTILO PERSONAL DE GOBERNAR

DIFERENCIAS. Enrique Alfaro y Pablo Lemus, dos estilos personales de gobernar que contrastan.

Al igual que con la hoy presidente de la República Claudia Sheinbaum Pardo, de la que se espera un estilo personal de gobernar distinta a la de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, lo mismo se espera de Lemus Navarro frente al aún gobernador Enrique Alfaro Ramírez.

Los estilos de gobernar serán distintos por una razón principal: el origen de ambos. Alfaro proviene del ámbito político y Lemus del privado, e indudablemente la formación tendrá mucho que ver.

La visión de cómo hacer política entre los gobernadores saliente y entrante es distinta y así ha quedado demostrado durante los 12 años de Alfaro como alcalde y gobernador y los casi nueve de Lemus al frente de los ayuntamientos de Zapopan y Guadalajara. El primero llegó al poder con todo en bagaje del mundo de la política partidista aprendida desde sus primeros años militando en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego en el de la Revolución Democrática (PTD) y ahora en Movimiento Ciudadano (MC); el segundo, lo ha aprendido sobre la marcha, en el camino, y advirtió la diferencia entre lo que es gobernar un municipio como Zapopan, donde prácticamente no tuvo mayores problemas, y otro como Guadalajara, la capital del Estado, en donde las exigencias fueron mayores y las respuestas no fueron acorde a ellas.

A la presidencia municipal de Tlajomulco, en 2009, Enrique Alfaro llegó ya con un equipo político compacto, prácticamente formado también en las filas priistas, que se fue consolidando en el poder, mientras Jesús Pablo Lemus no ha podido consolidar al suyo y ha tenido que recurrir a perfiles del alfarismo, mayoritariamente, y algunos más provenientes del sector privado. Ahora, al frente del gobierno del Estado, ha integrado un equipo -entre políticos, empresarios y técnicos-, como parte de su gabinete, que estará a prueba y conforme avance la administración se confirmará quiénes lograron superarla y se mantienen en el cargo, pero habrá otros que llegarán sólo para cumplir un período del mandato y como respuesta a alguno de los muchos compromisos políticos que acuerdan en el marco de la transición el gobernador que se va y el que llega.

Desde que era gobernador electo, Enrique Alfaro marcó cuál sería su estilo de gobernar en aquel acto que encabezó en noviembre del 2018 -a días de asumir el poder-, “cobijado” por las “fuerzas vivas” de Jalisco y desde donde le mandó su primer mensaje al entonces también presidente electo Andrés Manuel López Obrador: colaboración, no sumisión. Todo lo que sucedió después sobre esta relación, es por todos conocido y que tuvo un alto costo para la entidad por la falta de mayores apoyos de la Federación al Estado.

Durante su sexenio, Enrique Alfaro acudió en varias ocasiones a Palacio Nacional de donde salía -al menos eso reportaba en sus redes sociales- con una serie de compromisos y promesas presidenciales que nunca se concretaron en los hechos. Además, pocas veces se reunió con miembros del gabinete obradorista para “amarrar” apoyos, y prácticamente fueron contadas las visitas que funcionarios federales hicieron a Jalisco.

La relación AMLO-Alfaro no fue lo que se esperaba, luego de haber sido aliados políticos en elecciones anteriores.

CONSTANCIA. Tras un proceso postelectoral agitado, el IEPC entregó a Lemus Navarro su constancia como gobernador electo y las “aguas volvieron a su cauce”.

LA RELACIÓN LEMUS-SHEINBAUM

Ahora todo indica que Pablo Lemus construirá su propia relación y construirá los “puentes” que sean necesarios con el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum, quien, sin embargo, por el momento ha preferido mantener una distancia con el aún gobernador electo y sostener su primer encuentro formal y oficial cuando haya rendido protesta como gobernador, lo que sucederá el próximo viernes 6 de diciembre.

La distancia que el gobierno federal ha puesto con el próximo gobierno de Jalisco se confirma con el hecho de que los proyectos estratégicos que se tenían programados para arrancar el próximo año no fueron considerados en el Presupuesto Federal de Egresos 2025, lo que ha obligado a Lemus Navarro a sostener encuentros y “cabildear” con diputados federales jaliscienses y con los coordinadores de las bancadas de Morena, Ricardo Monreal, y del PRI, Rubén Moreira, así con la bancada legislativa de Movimiento Ciudadano.

Jesús Pablo Lemus ha reiterado una y otra vez que no se confrontará con el gobierno federal, que buscará el diálogo, el entendimiento y la colaboración para que le vaya bien a Jalisco, y que está dispuesto a tocar las puertas que sean necesarias para obtener los recursos económicos para obras como, por ejemplo, la Línea 5 del Tren Ligero.

Y una muestra de sus declaraciones es el hecho de que desde la Cámara de Diputados mandó el mensaje de que Jalisco no se saldrá el Pacto Fiscal, pues no es solo cuestión de querer, sino que se requiere cumplir con ciertos requisitos que no están en manos de su gobierno cumplir para dar ese paso con el que amagó el gobernador Enrique Alfaro en su sexto y último informe de gobierno y, posteriormente, en el Congreso del Estado cuando entregó la iniciativa de reforma en el que, indicó, marcaba el camino para un mejor reparto del presupuesto y de la salida del estado de dio Pacto si fuera necesario.

La postura de Lemus Navarro es reclamar un mayor presupuesto para Jalisco, pero “no a través de la confrontación ni del pleito”, ha declarado en diversas entrevistas con medios de comunicación.

Si bien la semana pasada tuvo oportunidad de saludar de mano a la presidente Sheinbaum e intercambiar brevemente algunas palabras -apenas 13 segundos-, en la Ciudad de México, la expectativa está abierta por saber cómo será el primer encuentro entre ambos, porque será una clara señal de la relación venidera que sostenga el gobierno del Estado con el gobierno federal y viceversa.

RUTA. El camino por recorrer, en seis años, apenas comienza para el prime gobernador proveniente del sector privado.

EL PRIMER GABINETE

De arranque, los nombres que Lemus Navarro a presentado gradualmente hasta el momento de quienes integrarán su primer gabinete han sido bien recibidos y consideran un equipo muy bien equilibrado, no sólo en cuestión de género, sino en los perfiles anotados para cada cartera, tanto con políticos como empresarios, técnicos u representantes de la denominada sociedad civil.

Guardadas todas las distancias entre los personajes, tiempos y circunstancias, hay quienes encuentran similitud entre el gabinete de Lemus con el que en su momento integró el primer gobernador de oposición, el panista Alberto Cárdenas Jiménez, pues al no contar con un equipo propio, ambos han tenido que “echar mano” de representantes de diversos sectores. A Cárdenas Jiménez le dieron buenos resultados, ahora habrá que esperar si lo mismo sucederá con Lemus.

Si bien faltan por conocer más nombres de futuros colaboradores, hasta el momento entre los ya presentados destacan políticos como Alberto Esquer, Salvador Zamora, Francisco Salcido, Priscila Franco, Fabiola Loya, Eduardo Ron y la priista Sofía García, entre otros; empresarios como Mauro Garza Marín, Manuel Herrera y Francisco Mayorga Castañeda, con larga carrera en las dirigencias empresariales, los dos primeros ex legisladores y el tercero dos veces secretario de Estado con Vicente Fox y Felipe Calderón. Universitarios como Héctor Raúl Gómez Pérez o colaboradores del actual gobierno como Juan Partida Morales; así como gente cercana a él, como el caso de Luis García Sotelo y Cynthia Cantero Pacheco, entre varios más.

Los nombramientos que faltan se harán en esta semana y serán presentados diariamente, según lo adelantó el propio Lemus Navarro.

De esta manera, dentro de cuatro meses se llevará a cabo el relevo en la titularidad del Poder Ejecutivo estatal, con un gobernador que aplicará su propio estilo de gobernar y que se apuesta será diametralmente opuesto al que se aplicó durante el sexenio que se va extinguiendo.

 

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