Por Carlos E. Martínez Gutiérrez
Consultor en Desarrollo Urbano y Vivienda
@carlosemgtz
Hablar de los sectores primario, secundario y terciario es hablar de los sectores clásicos de una economía; en base a esto, la información dada por el INEGI en días pasados establece que a diciembre del 2023 el sector económico primario de nuestro país tuvo una caída de más-menos el 1%, por diferentes motivos. Esta caída impacta directamente en los costos de los productos básicos de consumo en las ciudades, una regla básica de la economía: a mayor demanda y menos producto, más caro el mismo.
Este sector abarca las cadenas productivas como la pesca, agricultura y ganadería que son el primer eslabón en la obtención de materias primas para la alimentación o producción de diferentes bienes.
En contraposición, el sector secundario, donde está incluido todo tipo de industria de transformación de materias primas y la industria de la construcción, creció considerablemente, sobre todo esta última, por las inversiones en obras no residenciales como las naves industriales ligadas al nearshoring y la inversión en diferentes tipos de obra pública ejercida por el gobierno federal y los diferentes gobiernos de los estados y municipios.
Para dimensionar la inversión de la industria de la construcción, según el informe anual de la CMIC delegación Jalisco, el PIB de la construcción en los últimos siete años fue de 1 billón 97 mil millones de pesos
El crecimiento económico del país estuvo dentro de lo pronosticado por el Banco de México: terminó con un crecimiento del 3.2% todavía muy alejado de un 4.5% anual que diferentes expertos recomiendan para el tamaño de la economía mexicana, así que tanto el crecimiento, la generación de empleo y la inversión extranjera directa fueron mayores a lo esperado; mientras que la inflación, el desempleo, el tipo de cambio y el déficit comercial fueron menores a lo previsto.
Estos aspectos han impactado directamente en la economía y empleos de las ciudades donde se ve reflejado tanto, en el sector de la construcción como en el sector terciario que básicamente son las actividades económicas que proporcionan todo tipo de servicios como el comercio, turismo, educación etc.
El crecimiento de la economía demanda más y mejores empleos; hoy en día es patente la cantidad de trabajadores que se requieren, tanto en la industria de la construcción como en los diferentes establecimientos del sector terciario, desde peones, ayudantes, albañiles, mano obra especializada, hasta supervisores de obra, pero además en la industria en general requieren de obreros de todo tipo; el comercio o servicios especializados está demandando una gran cantidad de empleados, basta con ver la cantidad de anuncios en los establecimientos para darnos cuenta de la necesidad.
En cuanto a salarios, se han indexado de una forma importante, no por una dádiva del gobierno sino por los acuerdos internacionales firmados por México. Los salarios deberán de igualarse con nuestros socios comerciales, y esto trae como consecuencia que cualquier persona encuentra pronto trabajo sin la mínima preparación y con salarios relativamente aceptables.
Gran reto se presenta hoy en día tanto a la sociedad como al gobierno. Por un lado, cubrir la demanda laboral actual que se requiere en las principales ciudades del país, en una economía que se pronostica que será menor su crecimiento en este y el próximo año; y, por la otra, crear las fuentes de trabajo para las generaciones que se incorporan día a día a la vida laboral, mejor preparadas y trabajos que permitan tener una verdadera calidad de vida en una sociedad donde buscará automatizar procesos, así como apoyarse en la tecnología para no depender de la mano de obra que hoy ya representan un problema tanto de calidad, de cantidad, como de carga impositiva.