TRIADA
Por Jorge Jaime Hernández
Bastante negro se ve el panorama para nuestro país si tomamos en cuenta las amenazas y presiones económicas de afuera y de adentro que se avizoran para este nuevo gobierno de México, con problemas de incremento en los precios de los básicos y en la paridad con el dólar, además de los ataques hasta ahora verbales del presidente Donald Trump, pero que pronto veremos qué tanto se harán realidad en este 2025 al llegar a la silla presidencial este 20 de enero.
Y la lista continúa con las acciones de respuesta ante las presiones del TMEC, con las declaraciones de intromisión a México por parte del gobierno de EEUU para ir tras los que llama terroristas internacionales por estar en el negocio ilícito del fentanilo. Porque ahora la política que heredó de AMLO cobra factura y los abrazos y no balazos han propiciado el desarrollo de grupos en el crimen organizado que ya tienen el control de muchos lugares… como un gobierno alterno.
Las presiones incluyen la baja en el tipo de cambio peso-dólar ante expectativas económicas que afectan la inversión foránea, como la imposición de un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones provenientes de México, lo que afectaría las cadenas de suministro estratégicas para la economía nacional y la confianza de las empresas extranjeras en la política del gobierno federal. Difícil situación.
Por otra parte, por la necesidad de disminuir el déficit que se planteó en el presupuesto del 2025 para recaudar 713,844 millones de pesos, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) inició este año con un aumento del 4.5 por ciento para el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), lo cual impactará directamente en la inflación a pesar de todo lo que se ha dicho en lo contrario.
Claro que el transporte de mercancías y otros productos básicos producirán un efecto dominó en la economía; por ejemplo, en el caso de la gasolina, se incrementa 0.28 pesos por litro (Magna, Premium y diésel). ¿A cómo has visto que está ahora este combustible básico?
Asimismo, el incremento en el IEPS afecta a los cigarros, bebidas gasificadas y energizantes, así como alimentos con alto contenido calórico, con lo cual se ve que la proyección de crecimiento del PIB sería de 1.2 por ciento, según el Banco de México, que por cierto es muy bajo en comparación con el proyectado por el gobierno de Argentina, por hacer una comparación extrema que marca casi el doble para los sudamericanos, más de 4%.
No podemos cerrar los ojos a la relación comercial y de inversión entre México y China que ha sido motivo de preocupación para la administración de Trump, lo que podría llevar a la imposición de aranceles adicionales a productos mexicanos que contengan componentes chinos o que sean resultado de inversiones chinas en territorio mexicano, a pesar de las acciones que se han publicitado en operativos contra las mercancías chinas apócrifas, que son como una gota en un mar de corrupción.
Sabemos entonces que nuestro país está sufriendo la desaceleración económica que también se vive en la economía de Estados Unidos y que, gracias a ello, el presidente Trump ganó las elecciones bajo la promesa de devolver la abundancia y bienestar a los ciudadanos americanos.
Y volvemos a referirnos al fenómeno del nearshoring o relocalización por la cercanía de mercados de suministros, ya que cuando vino toda la reapertura, después de la pandemia, empezó a llegar bastante inversión a México, pero desgraciadamente no se está aprovechando todo su potencial. También vemos que los niveles de generación de empleo, en comparación con el 2023 y años anteriores, han venido a la baja, lo que sin duda pone las alarmas a funcionar en lo que al fantasma de la recesión se refiere.
Pero también existen cosas que podrían ponderar a nivel interno una mejoría en los aspectos laborales que se tienen proyectados para este 2025, como por ejemplo el incremento al salario mínimo del 12% para situarlo en $278.80 pesos diarios para que los que menos ganan puedan ir nivelando su ingreso, situación que siempre ha sido motivo de incremento en la inflación, ya que recordemos que los aumentos que no están respaldados en la productividad y la competitividad de las fuentes de trabajo, siempre provocan aumentos generalizados y no del mismo monto, sino que siempre más altos.
Otro aspecto interesante será la aprobación de la Ley Silla, para que los trabajadores que tienen que estar siempre de pie por políticas de las empresas puedan tener derecho a poder sentarse en una silla con respaldo en algún tiempo durante su jornada laboral. Está muy avanzada esta aprobación y en febrero seguramente tendremos noticias al respecto, para que una vez aprobada esta ley pueda publicarse en el Diario Oficial de la Federación para que surta efecto. En esto la mayoría de los legisladores está de acuerdo.
Un acuerdo se está proyectando también para modificar el tiempo oficial de trabajo, en la que Ley Federal del Trabajo, en el artículo 61, habla del máximo de 8 horas por día, en semana de seis días haciendo 48 horas para laborar, cambiándolo por semana inglesa de 5 días, es decir 40 horas. También está avanzada esta legislación, pero será básica para el mejoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores.
Otra buena intención para los empleados para el 2025 es un cambio en el artículo 87 de la LFT sobre la cantidad de días autorizados para el aguinaldo, pasando de 15 a 30 para los que tengan más de un año de trabajar en esa empresa. Y también el incremento en la prima vacacional del 25% al 50% de los días de vacaciones.
Así que, ¿Cómo la ves? Este año tiene sus bemoles y seguramente seremos testigos de cosas muy difíciles, por lo que la recomendación es cuidarse y dar lo mejor de cada uno, para sumar y no restar en estos momentos decisivos. Esa es la cuestión, Medítalo.