El senador se ha convertido en el inconforme de las decisiones que toma su dirigencia, pero esa conducta de “rebelde con causa” le ha permitido estar en el candelero público y en los mejores espacios en los medios de comunicación.
Por Julio César Hernández
En cada paso que da el partido Morena en su proceso interno de reestructuración se atraviesa el líder de la mayoría morenista en el Senado, Ricardo Monreal Ávila: que no a la encuesta para sacar al candidato presidencial, que no a su participación en la elección de consejeros por presuntas irregularidades. Pero no sólo eso, también se ha manifestado abiertamente a posturas del presidente Andrés Manuel López Obrador, y es insistente en que debe ponerse fin a la política de polarización política y social en el país.
Desde que se “destapó” -porque el presidente López Obrador no lo hizo- como aspirante de Morena a la candidatura presidencial, Monreal Ávila ha sido insistente en que no está de acuerdo con el método de la encuesta para elegir al candidato, pues ha dicho que no es garantía de certeza, por lo que propone una elección primaria abierta a la ciudadanía.
Obviamente, la dirigencia morenista que encabeza Mario Delgado, ha dicho una y otra vez que el planteamiento de Monreal viola los estatutos de Morena por no ser un método que esté considerado en ellos.
En junio pasado, Delgado Carrillo se lo declaró así al periódico español El País cuando el periodista Francesco Maretto le pregunto si esa propuesta estaba descartada:
“Sí, porque sería cambiar la naturaleza de nuestro movimiento. Y eso no lo vamos a permitir. Hay antecedentes muy claros de otros partidos de izquierda que terminaron absolutamente divididos. Se formaban corrientes. Y esos errores no podemos repetirlos. El beneficio de la encuesta es que finalmente es la opinión de la gente la que decide, la que termina influyendo. Y no debería haber tantos cuestionamientos a la encuesta si vemos los resultados que hemos tenido.
“En lo que a mí me ha tocado como presidente de este partido, hemos participado en 21 elecciones para gobernar, hemos elegido a nuestros candidatos y candidatas a través de las encuestas, hemos ganado en 15. Antes de criticar la encuesta, deberíamos revisarla a fondo.
MARIO DELGADO/ PRESIDENTE DE MORENA
Es un instrumento que nos permite detectar el conocimiento, la credibilidad, la honestidad, la cercanía que la gente percibe de cada uno de los perfiles, de tal manera que quien resulta mejor posicionado es quien tiene un potencial mayor de ganar una elección. Por eso el tema de la encuesta es irreversible. Y no es el capricho de alguien. Es proteger un movimiento. Porque el presidente de la República ya no va a estar en la boleta. ¿A quién le toca darle continuidad a este proceso? Pues, al partido”.
Semanas después el 10 de julio, en un evento con simpatizantes en la Ciudad de México, Monreal Ávila insistió en su postura y fue categórico en su declaración que ha dicho en todas partes cuando el tema sale a colasión. Esta vez reiteró:
“Lo digo desde ahora para que no haya dudas. Si se insiste en una encuesta elaborada, cantada y organizada por el partido, no tiene sentido participar, porque va a ganar quien quieren que gane; no va a ser democrático, y ahí no nos vamos a prestar a ninguna farsa, porque creemos en la democracia.
RICARDO MONREAL ÁVILA / SENADOR DE LA REPÚBLICA
“Estamos a tiempo para buscar mecanismos de selección de candidatos. Así como estos mecanismos de selección de dirigentes, debería también utilizarse este método para la selección del candidato a la Presidencia de la República
“Si hay reglas claras, si hay piso parejo, si hay equidad en la contienda, no tenemos por qué irnos. Porque este es nuestro, es un movimiento nuestro, nos ha costado a todos y por esa razón tenemos que luchar todos en igualdad de circunstancias…”.
Monreal mantiene la lucha en un tema que sabe que va a perder, que no se modificará el método de elección de candidato presidencial, pero eso le ofrece las armas necesarias para encontrar, llegado el momento, el argumento que justifique su salida de Morena o quizás negociar alguna otra posición, aunque él ha insistido en que no busca otra candidatura que no sea la de la presidencia de la República.
El senador mueve sus fichas, juega su juego, maneja sus tiempos y elabora un discurso que le gana no sólo simpatías dentro sino también fuera de Moreno e, incluso, entre militantes de otros partidos que no ven con malos ojos que pudiera ser su candidato a la misma presidencia de la República -como ya lo declaró el presidente del PRD, Jesús Zambrano- o a la jefatura de la Ciudad de México.
Ricardo Monreal es un excelente “vendedor de ilusiones”, y ahí sostiene su postura de rebeldía a las decisiones de su partido.
REPRUEBA ELECCIÓN
Este fin de semana, el senador Monreal volvió a llamar la atención dentro y fuera de Morena, luego de que sorpresivamente, a través de un video difundido en sus redes sociales, anunció que no participaría en su proceso de elección de consejeros, que bien podía hacer en la alcaldía Cuauthémoc o en su propio estado natal, Zacatecas. Su argumento para no participar fue el siguiente:
“He decidido, en solidaridad con aquellos fundadores de Morena y militantes de Morena que fueron excluidos o aquellos que fueron aceptados, pero está prefigurada la decisión de la cargada que pueda emplearse, no participar.
“He señalado que hay vicios de origen. Sería incongruente que yo participara cuando he hecho estos señalamientos. Sin embargo, voy a actuar con ecuanimidad en lo personal, porque no quiero que se me involucre o responsabilice en alguna acción que ocurra este sábado-domingo. Nosotros no vamos a participar aún cuando tuve la oportunidad de inscribirme en la alcaldía Cuauthémoc de donde soy vecino (…), o en mi tierra, Zacatecas. Pero por solidaridad a este tipo de eventualidades decidí no participar.
“Los convoco -dijo a sus seguidores- a que después del proceso (…) restañemos, reconciliemos. El país no puede continuar en una polarización permanente o en una confrontación que luego te lleva al odio y a la dificultad de conciliar…”.
MONREAL EL DESCONFIADO
Hay quienes consideran que Monreal eligió el camino de cuestionar todo lo que considere conveniente cuestionar de su partido y sus dirigentes, para sus propios propósitos, y convertirse así en una víctima que le sume simpatizantes.
Desconfía de todas las decisiones que salgan de la dirigencia de Mario Delgado, se coloca en la delgada línea de confrontación con el presidente López Obrador, pero es cuidadoso de no hacerlo frontal y directamente, pero sus referencias de manera indirecta a ciertos temas abordados en las “mañaneras”.
Nadie puede regatearle a Monreal su capacidad y experiencia política. Sabe moverse en estas turbulentas aguas, y si tiene que remar contra corriente y ha salido airoso; si tiene que confrontarse, sabe hacerlo con nivel; pero hasta ahora no ha tomado una decisión que le reste credibilidad, aunque sus detractores le han sacado varios “trapitos al sol” que lo dejan mal parado… por un momento.
Monreal sostiene una extraordinaria relación con los medios de comunicación, tanto los de la “fuente” del Senado como con el resto que está atento a su hacer y decir. Y eso, por supuesto, le genera una imagen que ya quisieran muchos que invierten grandes cantidades e promover su imagen.
Esa capacidad y habilidad se confirma con el hecho de que ha sabido ganar importantes espacios en las primeras planas de los periódicos o en horarios estelares de los medios electrónicos, pese a que no apareció en la lista de prospectos que elaboró el presidente López Obrador como los contendientes para sucederlo. Él personalmente se encargó de ser tomado en cuenta por los medios de comunicación.
¿A DÓNDE VA MONREAL?
La gran interrogante que ha dejado abierta Ricardo Monreal es qué sucederá si no entra en la lista de quienes Morena va a encuestar para contender por la candidatura presidencial, aunque ya será su decisión si acepta o no ser incluido.
Él ha reiterado que no participará en la encuesta, pero también ha sido insistente en que no abandonará las filas de Morena… a menos de que se lo obligue su dignidad.
Así se maneja Monreal con ese juego de palabras: No me voy, pero puedo irme; no acepto las encuestas, pero…
Hay partidos, sin duda, que están a la espera de que tome una decisión sobre su futuro político, pero el propio Monreal sabe que fuera de Morena sus posibilidades de triunfo son nulas.
¿Qué camino tomará finalmente?
Al tiempo…