TRIADA
Por Jorge Jaime Hernández
Son varios los frentes que en la actualidad está proponiendo la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, los que sin duda necesitarán el apoyo de muchas partes para poder lograrlos, tal es la meta de los actuales gobiernos democráticos que buscan consensos y aceptaciones de varios sectores para poder ser exitosos, y uno de los principales es lo referente a las prestaciones y desarrollo de los trabajadores que, además de la mejora salarial, también ofrece la reactivación de la construcción de vivienda social en nuestro país.
Las condiciones económicas actuales no son muy favorables, pero esta amenaza puede convertirse en una oportunidad si se le ven las posibilidades de incentivar la industria de la construcción para que la inversión sea atractiva para capitalistas y gobierno a corto, mediano y largo plazo… ¡Ahí está la clave!
La historia del Infonavit se marca como un hito donde la razón de ser de este organismo siempre ha sido la de apoyar al trabajador mexicano y darle la seguridad de una vivienda para su bienestar y el de su familia; sin embargo, esta cualidad no se ha cumplido en varios años por distintas razones que la mayoría de los que conocemos su historia sabemos; se incluyen varios factores como la corrupción, la falta de voluntad política, el cambio de orientación y rumbo de la institución, así como la administración y finanzas que en los últimos años han estado compitiendo a la par con la banca privada e instituciones de crédito particulares, dejando en muchas ocasiones viviendas desocupadas por no poder pagar las mensualidades y, en otras más, casas pagadas después de muchos años de descuentos en su nómina.
En la actualidad la vivienda social en México enfrenta varios desafíos estructurales, ya que hay un déficit de entre 6.5 y 7 millones de viviendas, lo que significa que muchas familias no tienen acceso a una residencia adecuada, por lo que una de las promesas de campaña de la actual mandataria fue la invertir en este sector.
Se sabe que el 40% de las familias no pueden acceder a una vivienda debido a la falta de crédito y por los salarios bajos que se tienen, estando aquí otra área de oportunidad para nivelar la oferta de trabajo con una mejor paga, que es lo que en el actual TMEC se estableció como condición de acuerdo y, en primer lugar, se habló de los salarios del personal que participa en la construcción de automóviles, ahora esta industria amenazada por los aranceles de Donald Trump a los vehículos mexicanos.
Otro problema es la alta densidad de vivienda en zonas urbanas como es el caso de Guadalajara que ya no tiene terreno y sólo puede crecer hacia arriba, lo que encarece los costos y dificulta el acceso a servicios básicos como el agua, la movilidad, el estacionamiento y la contaminación que provoca la reunión de personas.
En las zonas rurales de México, 15% de las familias no tienen acceso a agua potable y 10% no cuentan con energía eléctrica, lo que agrava la precariedad. Así, por ejemplo, en Zapopan podemos ver los grandes edificios y construcciones muy importantes en la zona metropolitana, pero al interior del municipio existen carencias con poblaciones que les falta desarrollo. Pero como dijimos… con orden y buena planeación esto puede detonar el desarrollo incluso de ciudades satélites, cercanas a centros de trabajo.
El acceso a créditos es otro obstáculo importante. En México la informalidad laboral sigue siendo un desafío significativo. Hasta diciembre de 2024, 53.7% de la población ocupada trabajaba en condiciones de informalidad, lo que equivale a 31.8 millones de personas con grandes dificultades para obtener un préstamo para vivienda. Es decir, sólo se tiene marcado un poco más del 46% de trabajadores formales, lo que les permite acceder a créditos bancarios y del Infonavit.
AMBICIOSO PROGRAMA DE SHEINBAUM
La presidenta Claudia Sheinbaum ha presentado un ambicioso Programa de Vivienda y Regularización con el objetivo de construir un millón de viviendas y entregar un millón de escrituras durante su sexenio; hay que recordar que hay muchas viviendas desocupadas por problemas de pago.
El plan contempla: 500 mil viviendas construidas por el Infonavit para derechohabientes. 500 mil viviendas a cargo de la Conavi, dirigidas a personas sin seguridad social, con financiamiento de la Financiera del Bienestar. Créditos con 0% de interés para personas de bajos ingresos.
165 mil viviendas en el primer año de implementación. 600 mil millones de pesos de inversión. Programa de vivienda en renta para jóvenes, con precios asequibles.
Además, se busca evitar errores del pasado como la construcción de viviendas alejadas de los centros urbanos que quedaron abandonadas. En este nuevo programa las viviendas estarán cerca de los lugares de trabajo, con acceso a servicios básicos y transporte público.
Aquí la pregunta es… ¿De dónde se sacarán los terrenos que cumplan estos requisitos y, sobre todo, que estén a precios razonablemente adecuados para la vivienda social y que los trabajadores que menos ganan puedan acceder a los mismos?, ¿Cómo se logrará evitar tener viviendas desocupadas por falta de pago o sin escrituras?
El pasado 1 de mayo se tuvo la reunión del Consejo Estatal Obrero (CEO) y el dirigente cetemista, Juan Huerta Peres se refirió a que este plan de la presidenta pronto deberá tener forma y esquemas muy precisos para su aplicación, siendo los trabajadores los principales beneficiados con este proyecto.
De esta manera, los sindicatos de Jalisco deberán estar muy atentos para entablar el dialogo necesario con las fuentes de trabajo para llegar a acuerdos que beneficien a la planta laboral, proponiendo esquemas para que esta propuesta pueda tener realmente viabilidad.
Esa es la cuestión. ¿O tú qué piensas? Medítalo.