El tiempo avanza y aún no hay un pronunciamiento del Tribunal Electoral del Estado sobre la elección en Guadalajara y la de la gubernatura, provocando “daños” políticos colaterales que alcanzaron al gobernador Enrique Alfaro. El futuro político de Jalisco es incierto y las apuestas están divididas sobre si se anulan o no ambos comicios.
Por Julio César Hernández
Han transcurrido 71 días de las elecciones del 2 de junio y es fecha de que Jalisco se encuentra en la incertidumbre ante el silencio del Tribunal Electoral del Estado (Triejal) que no ha emitido una resolución a la impugnación que mediante un Juicio de Inconformidad presentó el partido Morena y sus aliados que contendieron como coalición denominada Seguimos Haciendo Historia por la gubernatura, no obstante que el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) entregó la constancia de mayoría al candidato de Movimiento Ciudadano, Jesús Pablo Lemus Navarro.
El IEPC reconoció la victoria de Lemus Navarro al contabilizar un millón 626 mil 941 votos, que representó el 43.17% de la votación total, mientras que a Claudia Delgadillo González le reconocieron un millón 440 mil 161 sufragios, o sea el 38.21 de los sufragios emitidos, y que arrojó finalmente una diferencia de 4.9% entre el primer y segundo lugar. La candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Jalisco, Laura Haro Ramírez, obtuvo 609 mil 957 votos, que fue el 16.18%.
La participación ciudadana fue del 57%.
El Tribunal Electoral estatal tampoco ha emitido resolución alguna respecto a la elección por la presidencia municipal de Guadalajara, cuya victoria el IEPCE le reconoció a Verónica Delgadillo García, candidata de MC, pero que fue impugnada por Morena y aliados, cuyo candidato fue José María “Chema” Martínez.
Morena y sus candidatos, Claudia Delgadillo y José María Martínez, han solicitado la nulidad de ambos comicios, pero hasta ahora el Tribunal Electoral del Estado, que preside el magistrado Tomás Vargas, no ha emitido resolución alguna sobre ninguna de esas elecciones, lo que no sólo ha generado inquietud e incertidumbre, sino también una serie de versiones que aseguran que existen altas posibilidades de que sean anuladas.
Y en este marco se la generado también una “guerra” de declaraciones, anuncios, desmentidos, “fake news”, todo ello en las redes sociales, así como pronunciamientos al respecto por parte de los ex candidatos de Movimiento Ciudadano y Morena, los dirigentes de estos partidos y sus representantes en la disputa en tribunales.
Pese a ello, hasta este fin de semana, al cierre de esta edición, el Triejal mantenía su silencio.
LA DECLARACIÓN DE SHEINBAUM
En todo lo anterior estaban las redes sociales cuando la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, comenzó a reunirse con los gobernadores en funciones, “y algunos electos” dijo ella textualmente, por regiones del país, y los primeros fueron los de la zona noroeste donde debió de haber participado el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez.
Pero nadie se hubiese interesado en estos encuentros de quien relevará a Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional con los mandatarios estatales, sino es porque ella misma se encargó de “jalar” la atención y los reflectores de los medios de comunicación, actores políticos y ciudadanos jaliscienses en general, al informar sobre el motivo de dichas reuniones y anunciar y explicar que a ellas no había sido convocados el gobernador Alfaro Ramírez.
“En algunos casos vienen el gobernador actual y gobernador o gobernadora electa. Y en algunos casos donde todavía hay definiciones en el tribunal electoral, pues estamos dejando para después el caso; por ejemplo, es el caso de Jalisco que después, ya que defina el tribunal electoral, nos estaremos reuniendo”.
CLAUDIA SHEINBAUM PRESIDENTA ELECTA DE MÉXICO
Al difundirse esta declaración, de inmediato las redes sociales recogieron reacciones de los protagonistas políticos, periodistas y medios de comunicación, destacando la decisión de Claudia Sheinbaum de no reconocer que el IEPC ya le entregó la constancia de mayoría a Lemus Navarro, sino que se esperara no sólo a que el Tribunal del Estado emita su resolución sino posiblemente hasta que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, si el caso llega hasta sus manos, después de pasar previamente por la Sala Regional Guadalajara por decisión de cualquiera de las partes inconformes.
Hasta el momento ni Pablo Lemus ni el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Manuel Romo Parra, se han pronunciado o hecho algún comentario en concreto sobre lo declarado por Sheinbaum Pardo, pero quien sí lo hizo fue el gobernador Enrique Alfaro al considerar que él es ajeno al pleito electoral que se dirime en tribunales.
“Yo soy gobernador constitucional. Yo no estoy cuestionado por un procedimiento de carácter electoral y, pues, yo no he tenido comunicación con la presidenta electa, sus razones tendrá. El día que quiera que platiquemos, estaré a sus órdenes. Espero que la doctora Sheinbaum entienda que eso no puede seguir así y que pronto se establezca una comunicación institucional y respetuosa”, declaró el viernes pasado el gobernador Alfaro sobre la decisión de la virtual presidenta electa.
LOS TIEMPOS “CORREN”
La decisión de Claudia Sheinbaum Pardo de excluir al gobernador Alfaro de las reuniones con sus colegas mandatarios, deja en evidencia que el silencio del Tribunal Electoral ya comienza a afectar hasta a la actual administración, aunque quizás también podría existir otra razón, no electoral, por la que la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México no convoque al mandatario jalisciense, como él mismo lo dijo: “Yo no he tenido comunicación con la presidenta electa, sus razones tendrá…”.
El gobernador Alfaro declaró que “lo que sí es preocupante es que por esa situación política, los proyectos que tiene el gobernador electo Pablo Lemus, no puedan ser considerados en el Presupuesto de Egresos…”.
Pero ese es el punto del conflicto: que mientras los tribunales no resuelvan de manera definitiva la elección por la gubernatura, para Claudia Sheinbaum no hay un gobernador electo o a quien así declaró el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana no cree conveniente aún convocarlo a estas reuniones porque la elección está impugnada y aún faltan varias “aduanas” que debe de sortear el conflicto postelectoral.
O sea, para Sheinbaum Pardo los proyectos estratégicos o prioritarios de Jalisco pueden ser los de Lemus Navarro, pero cosa contraria será si los tribunales deciden anular la elección y ordenar se convoque a una extraordinaria, la que podría arrojar o no el mismo resultado.
La declaración de Sheinbaum “levantó polvareda” en Jalisco y eso podría provocar que el Tribunal del Estado acelere sus tiempos y emita pronto un pronunciamiento no sólo sobre la elección en Guadalajara, cuyo relevo en la presidencia municipal debe darse el primero de octubre próximo, sino también respecto a la elección por la gubernatura, sabedores de que seguramente el sentido de ambas resoluciones serán combatidas por quienes queden inconformes en las siguientes instancias que la ley prevé para ello: la Sala Regional Guadalajara, primero, y la Sala Superior, después, ambas del TEPJF.
LOS “PLATOS ROTOS”
A diferencia de la elección de Guadalajara, cuya impugnación deberá resolverse a más tardar en septiembre, en el caso de la contienda por la gubernatura los tribunales tienen un mayor margen de tiempo para resolver, aun de cuatro meses, toda vez que Enrique Alfaro deberá de entregar el cargo el próximo seis de diciembre, y lo mismo lo puede hacer a su compañero Lemus Navarro como, incluso, a un gobernador interino designado por la también siguiente LXIV Legislatura en caso de que la última instancia legal determine anular la elección.
Si en el caso de la contienda por la gubernatura se consumen los casi cuatro meses que faltan para el cambio del titular del Poder Ejecutivo, la pregunta que queda es si estos cuatro meses será el tiempo que Claudia Sheinbaum se llevará sin comunicación con el gobernador Alfaro, quien ya dijo que desde que fue declarada ganadora de la elección presidencial, no ha tenido comunicación alguna con la próxima inquilina de Palacio Nacional.
Si el motivo de la incomunicación de Sheinbaum con Alfaro es el proceso electoral, entonces el gobernador estará pagando los “platos rotos” que él no rompió, con las consecuencias que llevará no tener contacto con ella durante los dos meses -octubre y noviembre- en los que coincidirán como gobernantes.
Si son otras las razones, él mismo dijo desconocerlas.
EL CAMINO ES AÚN LARGO
¿Cuándo se definirá el futuro de las elecciones en Guadalajara y Jalisco? Es la pregunta que todos se hacen sin tener idea de cuándo comenzaremos a saber las primeras resoluciones de la segunda instancia a la que por ley tienen derecho a recurrir los inconformes con las decisiones de los consejeros electorales.
Se apuesta a que en lo que resta de agosto podría haber noticias respecto a los comicios en la capital tapatía, sin confiar en que suceda lo mismo con lo de la gubernatura. Pero esta espera que se les hace eterna a los protagonistas de la disputa, lo único que hará es dar espacio y tiempo para que continúen en las redes sociales y en las entrevistas o programas en medios electrónicos las especulaciones sobre lo que está por venir, pero también para que continúe la “guerra” de declaraciones entre los integrantes de un bando y otro.
Los del bando “naranja” se mantendrán en su postura de que su candidato ganó la elección como lo reconoció el IEPC y que, por tanto, sus adversarios deben de reconocerlo y dejar de meter “ruido”, pretender engañar a la ciudadanía y presionar a las autoridades electorales. Por su parte, los del bando “guinda” continuarán argumentando que existen los elementos legales suficientes para que los magistrados determinen anular la elección y pedir al Congreso del Estado que designe a un gobernador interino y convoque a elecciones extraordinarias.
Para que esto suceda, reiteramos, tendrán que recorrer un camino que aún es largo y tedioso, en donde se pondrá a prueba la serenidad, la templanza, la experiencia y la ecuanimidad de los protagonistas de esta historia cuyo final aún es lejano.
Pero a la par de estar atentos a lo que los tribunales electorales vayan resolviendo, será importante también saber y confirmar si las puertas de Palacio Nacional y de la casa de transición de la próxima presidenta de la República se abren para el gobernador Enrique Alfaro.