NOTA DEL EDITOR
Por Julio César Hernández
@jcentresemana
Esta que comienza será una semana de mucho movimiento político en el país y el estado. Ayer domingo, el partido Morena -así estaba programado- llevó a cabo el relevo de su dirigencia nacional: salió Mario Delgado Carrillo y entró Luisa María Alcalde. Se espera también que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva en definitiva la impugnación a la elección por la presidencia municipal de Guadalajara. Y estaremos entrando a los últimos días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para iniciar la era de la primera mujer presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo… más lo que se acumule en estos días.
En medio de todo esto, podríamos amanecer alguno de estos días -si no es que ya sucedió el fin de semana- con la noticia de la “caída” del primer gobernador en la etapa de la 4T, la de Rubén Rocha Moya, quien tiene convertido a su estado, Sinaloa, en un verdadero “infierno” bajo el control del crimen organizado.
El arranque del gobierno de Sheinbaum Pardo no se aprecia en los mejores términos como ella misma hubiese deseado, pues enfrenta un momento convulso en materia económica a causa de la reforma al Poder Judicial; la violencia en diversos estados del país se mantiene a la alza y recibe un país con un registro de casi 200 mil homicidios en seis años; el crimen organizado se ha convertido en amo y señor de una gran parte del territorio nacional; e inicia con la sospecha de que detrás de ella seguirá operando, ya como ex presidente, López Obrador. Para que esto último se esfume de la mente de la opinión pública, será necesario que dé un “golpe de timón” para demostrar y creerle que su gobierno no será en el que se recuerde aquella histórica frase de que “la Presidenta vive aquí, pero el que manda vive enfrente”.
En el caso de Jalisco, el viernes la Sala Regional Guadalajara del TEPJF ratificó el triunfo de la emecista Verónica delgadillo González y confirmó la constancia de mayoría que le entregó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), por lo que su adversario, el morenista José María “Chema” Martínez anunció que recurrirá a la Sala Superior de dicho tribunal, que es la última instancia electoral.
La Sala Superior cuenta solamente con ocho días para atender el caso, pues deberá de hacerlo antes de que concluya este mes, dado que el primero de octubre deberán de rendir protesta los nuevos gobiernos municipales y el de Guadalajara aún no está legalmente definido, pues el proceso electoral concluye hasta que estos magistrados den su veredicto.
Hay tapatíos que apuestan a que no hay vuelta de hoja y que la Sala Superior ratificará la sentencia de la Sala Regional, pero existen otros que aún mantienen la esperanza de que resuelva en contrario. Ya será cuestión de días para que termine la incertidumbre y la zozobra que se mantiene sobre este caso. Pero, mientras eso sucede, el nerviosismo sigue consumiendo a los protagonistas de esta historia.
Por último, el relevo en la dirigencia nacional de Morena, que debió de haberse llevado a cabo ayer -no había elementos para que no sucediera, pero este texto lo escribimos horas antes por razones de cierre de la edición-. Se va Mario Delgado, próximo secretario de Educación, y llega Luisa María Alcalde Luján, quien llega de haber dejado la secretaría de Gobernación.
¿Qué se puede esperar de un partido que tiene en su poder la Presidencia de la República, la mayoría de los gobiernos estatales, la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, así como en los congresos estatales? ¿Qué se puede esperar de una joven dirigente al frente de un partido que cuenta con todo? Cuestión de tiempo.
Estos serán los días que viviremos esta semana, quizás como muy pocas.