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Institutos Metropolitanos de Planeación: ¿Utopías o Solución?

Por Carlos E. Martínez Gutiérrez

Consultor en Desarrollo Urbano y Vivienda

@carlosemgtz

El crecimiento desordenado y desmedido de las ciudades han ocasionado que crezcan hacia núcleos poblacionales, ciudades y municipios contiguos formando una sola zona-ciudad, pero con la complejidad de administraciones diferentes, muchas veces con visiones y políticas divergentes y, en el mejor de los casos, administrando cada uno su municipio como si no tuviera vecino.

De estas conurbaciones se empezaron a consolidar áreas metropolitanas, áreas por demás complejas que en algunos casos rebasan el ámbito estatal formando zonas metropolitanas interestatales y en otros internacionales.

Según datos oficiales, el país cuenta con setenta y siete áreas metropolitanas con una población de más de 81 millones de habitantes; más del 63% de la población nacional, según el censo del 2020, vive en zonas metropolitanas.

Estas zonas metropolitanas son ciudades altamente interrelacionadas entre sí, funcionan como una sola ciudad compartiendo en su mayoría una ciudad central, pero con administraciones públicas diferentes y, por supuesto, sin una planeación integral del territorio. Algunos municipios cuentan con institutos municipales de planeación, pero con ámbito y atribuciones jurídicas normativas aplicable solo en su territorio.

De las zonas metropolitanas del país, solo existe un solo Instituto de Planeación a nivel metropolitano creado en el Área Metropolitana de Guadalajara a raíz de la Ley Estatal de Coordinación Metropolitana en el 2011, a incitativa de grupos ciudadanos que vieron la necesidad básicamente de una planeación integral del desarrollo urbano y ordenamiento del territorio en este tipo de conurbaciones.

Esta instancia técnica de coordinación metropolitana ha pasado por varias etapas y evolucionando en su consolidación y atribuciones. Una primera etapa de creación, donde se generaron las bases para su funcionamiento, con acopio de información disgregada en las diferentes dependencias y muchas veces incompatibles entre sí, con una plantilla mínima de personal y recursos económicos magros.

Posteriormente una etapa de formación y consolidación donde se realizaron documentos básicos indispensables para la planeación integral del territorio metropolitano, como el plan de ordenamiento y programa de acción climática ambos metropolitanos llamados PotMet y el PacMetro, respectivamente, entre otros documentos en proceso.

Hoy se abre una nueva etapa donde se requiere un crecimiento efectivo y aplicación de los instrumentos generados por el Instituto, donde el papel del nuevo director(a) es fundamental. Primeramente deberá conocer el territorio, su problemática, a los diferentes actores, tener un perfil donde se priorice la solvencia técnica, un técnico con conocimientos en materia metropolitana y sus instancias, conocimientos en planeación y desarrollo urbano, una visión equilibrada entre planeación, medio ambiente, desarrollo económico y social, eminentemente ciudadano, con liderazgo y experiencia en encabezar organismos de la sociedad, manejo político, buena relación con los diferentes sectores y actores de la sociedad, con capacidad para el diálogo y la construcción de consensos, pero con una meta muy clara de la construcción de una mejor ciudad, tarea nada fácil en una área metropolitana desigual, compuesta por nueve municipios y casi 5.5 millones de habitantes, con visiones, partidos políticos, pero sobre todo realidades diferentes.

La designación depende de la Junta de Coordinación Metropolitana integrada por el Gobernador y los presidentes municipales del área metropolitana de Guadalajara, el representante de la Sedatu y el presidente del Consejo Ciudadano Metropolitano, esperemos que tomen la decisión correcta y no solo sea un espacio para colocar políticos o cuotas de partido o de grupo. La planeación de las ciudades y la aplicación de las políticas públicas para tener una mejor ciudad debe de tener una premisa básica: “Darle mejor calidad de vida a sus habitantes”. Cualquier acción en ese sentido es la correcta.

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