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¡¡¡Las Malditas Ciclovías!!!

Por Carlos E. Martínez Gutiérrez

Consultor en Desarrollo Urbano y Vivienda

@carlosemgtz

La mayoría de las ciudades de América Latina fueron trazadas con un diseño milenario, derivado de siglos de evolución de las sociedades, pero con una base eminentemente de ciudad europea. Estas ciudades requieren hoy diferentes sistemas de movilidad donde los gobiernos se ven ante una disyuntiva entre romper y afectar el patrimonio histórico, cultural de la sociedad, el tejido social o implementar diferentes formas de transporte afectando el orden social establecido. Desgraciadamente algunos optan por lo más fácil afectando lo primero.

El diseño tradicional de las ciudades de esta región del continente parte de un espacio público conformado por una plaza, y alrededor los poderes públicos, económicos y religiosos hoy denominados centros históricos, donde a partir de ese esquema básico heredado de los campamentos militares romanos, a excepción de las ciudades mineras, se desarrolla una cuadricula donde se construyeron los grandes caseríos, las viviendas y demás construcciones de la época, todos comunicados con angostas calles enmarcadas por grandes avenidas o calzadas diseñadas más con fines políticos militares y de convivencia en el espacio público, que para solucionar las necesidades de desplazamientos de la época, realizados prácticamente a pie, a caballo, en carretas o carruajes.

Con la aparición de las primeras fábricas de automóviles a finales del siglo XIX, el espacio público fue modificando paulatinamente: las calles, las vías o calzadas, para dar paso al vehículo del futuro. Aunque Francia fue pionera en la invención del automóvil, Estados unidos dio a la industria automovilística su máximo potencia. Este impulso del automóvil como política económica para reactivar su economía después de la guerra, impacto fuertemente en el diseño de las ciudades, el modelo de ciudad cambio y en lugar de ser ciudades compactas las ciudades en nuestro país crecieron con un modelo estadounidense basadas en suburbios y polos de habitacionales y servicios alejados del centro de la ciudades donde los desplazamientos obligadamente son en vehículos. Las ciudades crecieron de forma horizontal y se vio el crecimiento como un modelo de anexarle colonias en las orillas de la ciudad, entre otros muchos factores económicos, políticos y sociales.

Por otro lado, la bicicleta fue patentada en 1817 en Alemania, pero algunos autores establecen que hay antecedentes de antes de 1800. El invento se convirtió en una moda que se extendió en Europa más como un objeto que como una forma de desplazamiento. Fue hasta los años 70’s que la bicicleta toma impulso, más como un medio de hacer ejercicio y mantenerse en forma que como la forma de desplazarse masivamente.

Hoy las políticas urbanas impulsan otras formas de desplazamientos basados en el uso racional del automóvil y la movilidad masiva a base del transporte público, pero ha surgido una nueva forma de movilidad para un segmento de la población, sobre todo en las grandes ciudades. Algunos por moda y otros por necesidad esta forma de desplazamientos está requiriendo espacios para hacerlo.

Las administraciones públicas han implementado una red de ciclovías para que este pequeño segmento de la población lo pueda realizar con relativa seguridad; desgraciadamente su diseño y su localización no han sido el más adecuado, causando conflictos sociales y urbanos.

Este tipo de vías, en su mayoría, adolecen de un diseño urbano adecuado en su integración a la ciudad, se han pasado por alto las normas mínimas de ingeniería vial, pero lo más grave del caso es que se han realizado en las vías donde mayor flujo de automóviles hay y, por ende, la contaminación ambiental es más alta. Pobres ciclistas, lo que tienen que respirar al transitar por esas vías, pareciera que lo importante es cumplir una meta estadística que una solución de movilidad real en beneficio de la población.

Esperemos que las autoridades responsables revisen de forma integral su diseño y puedan corregir el rumbo en beneficio de la calidad de vida de toda la población.

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