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Pedagogía democrática y la Marcha del 8M

Charlas en la Cafetería del Barrio

Por Alberto Mora

@alberto_mora

-En un fenómeno social complejo que involucra una variedad de elementos sociológicos y políticos se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Las marchas del 8M implican una agenda pendiente; son la producción y reproducción de significados culturales y simbólicos relacionados con el género, con injusticia y desigualdades.

“Si bien algunas de las demandas en México pueden variar según el contexto y las necesidades específicas de cada región del país, podemos distinguir como las principales:

“El fin de la violencia de género; políticas efectivas para prevenir y erradicar la violencia machista, así como una mayor protección y apoyo a las víctimas.

“Los derechos reproductivos, ese reclamo del derecho a decidir sobre su propio cuerpo, incluido el acceso a la contracepción y al aborto seguro y legal.

“La participación política que se refleje en una mayor representación y participación de las mujeres en los espacios de poder y toma de decisiones.

“Educación inclusiva y no sexista, una educación que promueva la igualdad de género y combata los estereotipos de género desde edades tempranas.

“La igualdad salarial y laboral, es decir, la equiparación de salarios y oportunidades laborales entre hombres y mujeres, así como medidas para conciliar la vida laboral y familiar”.

Así arranca la charla en la cafetería del barrio “El Profe”, un académico cafetero de afición y pedagogo de profesión. Hoy se acompaña de un grupo de alumnos con los que comparte el gusto de saborear los cafés que ofrecen los tostadores del Taller de Espresso en la sucursal más cercana a la escuela.

“El Profe”, invita a sus acompañantes a reflexionar en los ¿qué? y los ¿Por qué? de la marcha 8M.

-Desde la perspectiva de la sociología, esta manifestación puede analizarse considerando varios conceptos y teorías. Aquí les comparto algunos elementos clave:

“En principio, debemos considerar que es un movimiento social. La marcha del 8M se pueden ver como parte de un movimiento social amplio, que busca la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Debemos analizar cómo estos movimientos se organizan, qué objetivos persiguen y cómo afectan a nuestra sociedad en su conjunto.

“La participación en las marchas del 8M son una forma en que las mujeres construyen y expresan su identidad colectiva. Los sociólogos estudian cómo las identidades de género se forman, cambian y se relacionan con otras identidades sociales.

“8M también refleja la existencia de conflictos sociales relacionados con la desigualdad de género, conflictos que llevarán a cambios en las estructuras y relaciones sociales. Los sociólogos y periodistas profesionales ya estudian y documentan cómo las instituciones sociales, como el gobierno y las organizaciones, responden a las demandas de este movimiento social y analizan cómo se distribuye y ejerce el poder en la sociedad, incluido el poder de género”.

Mientras “El Profe” hace una pausa para degustar su café espresso, José continúa la charla con la siguiente acotación:

-Profe, dentro de la agenda pendiente que señala al principio de la charla, yo encuentro la falta de una pedagogía democrática, de un enfoque educativo que promueva la participación activa de adultos y jóvenes en un proceso de aprendizaje y de toma de decisiones relacionadas con la equidad, la inclusión y la colaboración, fomentando un ambiente en el que se respeten las opiniones y se valore la diversidad de experiencias y perspectivas.

“La importancia de la pedagogía democrática radica en su capacidad para empoderar a las mujeres, fomentar su autonomía y desarrollar habilidades de pensamiento crítico y habilidades sociales. Todavía estamos lejos de reconocernos con un gobierno que promueva valores democráticos fundamentales como la igualdad, la justicia, la transparencia, la rendición de cuentas, el respeto a la ley y el respeto mutuo, que son fundamentales en una sociedad democrática”.

“El Profe” retoma la charla y añade a la argumentación de José:

-Tienes razón José. Tus comentarios me recuerdan a Paulo Freire, ese pedagogo brasileño que fue uno de los principales defensores de la pedagogía crítica. Freire creía que la educación, que la pedagogía democrática, debería ser un proceso liberador que empodere a los estudiantes, a las mujeres y a los hombres para transformar sus vidas y sus comunidades. Según Freire, la pedagogía democrática es fundamental para crear una sociedad más justa y equitativa.

También me viene a la memoria John Dewey, un filósofo y pedagogo estadounidense, que también abogaba por una educación centrada en los intereses y experiencias de la sociedad. Él creía que la educación democrática debería preparar a las personas para participar activamente en la sociedad y en la toma de decisiones democráticas.

“Y por supuesto debemos recordar a Bell Hooks, autora y activista que ha abogado por una pedagogía que tenga en cuenta experiencias y perspectivas. Especialmente aquellos que han sido marginados o excluidos. Para Hooks, la pedagogía democrática es una herramienta para la liberación y la transformación social, ya que permite cuestionar las estructuras de poder y trabajar hacia un mundo más justo y equitativo.

“En resumen y desde la perspectiva de la sociología, las marchas del 8M son un fenómeno complejo que debe analizarse en términos de movimientos sociales, identidades colectivas, conflicto y cambio social, instituciones y poder, cultura y simbolismos. Proporcionan un marco para comprender el significado y la importancia de estas manifestaciones en la sociedad contemporánea. Y reflejan lo lejos que estamos todavía, de alcanzar la igualdad de género”.

 

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