El exsecretario de Medio Ambiente en el gobierno de Enrique Alfaro, fue designado titular de la Comisión Nacional Forestal, mientras la empresaria Altagracia Gómez será el enlace con el empresariado nacional. Muy pobre ha sido la presencia de jaliscienses en los gabinetes presidenciales. La mejor época, con Díaz Ordaz, Fox y Calderón.
Por Julio César Hernández
De dos fructíferos sexenios panistas, el de Vicente Fox Quezada y el de Felipe Calderón Hinojosa, en los que destacaron nombres de jaliscienses como integrantes de sus respectivos gabinetes, pasando por el “ayuno” en el del priista Enrique Peña Nieto en el que no apareció ninguno, hoy en el equipo de la morenista y primera presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, aparece sólo el de uno… en el gabinete ampliado.
Sergio Graf Montero, profesor e investigador del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) de la Universidad de Guadalajara, es a partir de la semana pasada el nuevo director general de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), cuyo primer titular fue otro jalisciense: Alberto Cárdenas Jiménez en el gobierno de Fox Quesada.
Hay otra jalisciense cercana a la presidente, pero no es parte ni del gabinete legal ni del ampliado, sino que es del primer equipo de colaboradores: Altagracia Gómez Sierra, presidenta del Consejo del Grupo Minsa y directora ejecutiva del Grupo Empresarial Salaverry, y quien ahora preside el Consejo Asesor Empresarial de Sheinbaum Pardo.
Antes de los gobiernos panistas de Fox y Calderón, los jaliscienses en los gabinetes presidenciales priistas prácticamente “brillaron por su ausencia” después del de Gustavo Díaz Ordaz.
JALISCIENSES EN GABINETES PRIISTAS
Hubo otro sexenio federal, el del priista Gustavo Díaz Ordaz, en el que destacaron otros tres jaliscienses en su gabinete: Gral. Marcelino García Barragán, como secretario de Defensa; Juan Gil Preciado, en Agricultura; y Agustín Yáñez en la secretaría de Educación.
Una característica distingue a estos tres exsecretarios díazordacistas: fueron gobernadores de Jalisco. García Barragán de 1943 a 1947; Agustín Yáñez de 1953 a 1959 y Juan Gil Preciado de 1959 a 1964.
En el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, ningún colaborador de Jalisco. Lo más cerca que este gobierno estuvo del Estado fue la esposa del presidente, Esther Zuno, hija del exgobernador y ex rector de la Universidad de Guadalajara, J. Guadalupe Zuno. En el gabinete, ninguno.
Luego llegó José López Portillo a la presidencia de la República quien, si bien tenía sangre jalisciense por su abuelo José López Portillo y Rojas, quien nació en Guadalajara y también fue gobernador (1912-1914), sólo invitó a su gabinete a un paisano de su abuelo: Javier García Paniagua, quien fue secretario del Trabajo y Previsión Social. Nadie más.
Con Miguel de la Madrid Hurtado también sólo un jalisciense lo acompañó en una parte de su gobierno: el jurista Sergio García Ramírez, quien ocupó la titularidad de la Procuraduría General de la República.
García Ramírez fue aspirante presidencial y “destapado” fallidamente como el candidato por el entonces también aspirante a suceder a Miguel de la Madrid, el mexiquense Alfredo del Mazo, quien declaró que el titular de la PGR sería el candidato presidencial del PRI. La verdad es que eso no sucedió, pues De la Madrid Hurtado se inclinó a favor de Carlos Salinas de Gortari.
Con Carlos Salinas de Gortari, la PGR siguió en manos jalisciense en la primera parte de su gobierno. Sergio García Ramírez le entregó el cargo a Enrique Álvarez del Castillo, quien entonces fungía como gobernador del Estado.
Después del gabinete de Díaz Ordaz, la “cosecha” de secretarios jaliscienses en los gobiernos siguientes fue bastante pobre.
LA COSECHA PANISTA
Las cosas cambiaron cuando llegó a la presidencia de la República el primer panista: Vicente Fox Quesada.
De entrada, creó la Comisión Nacional Forestal y designó como su primer director general a Alberto Cárdenas Jiménez, quien llegaba de ser también el primer gobernador del PAN en Jalisco. Posteriormente lo ascendió y convirtió en secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Con Cárdenas Jiménez llegaron al gabinete foxista dos jaliscienses más que formaron parte de su equipo como gobernador: Sergio García de Alba, como secretario de Economía, y Francisco Mayorga Castañeda, como secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
Tres jaliscienses secretarios de Estado en el primer gobierno de la alternancia, como en la época de Díaz Ordaz.
Llegó Felipe Calderón a la presidencia de la República y mantuvo su mirada a Jalisco, pues tuvo cinco colaboradores jaliscienses en su gabinete, aunque no todos en la primera línea.
Con Calderón llegó Francisco Ramírez Acuña, que venía de ser gobernador, a la Secretaría de Gobernación. Y con Ramírez Acuña llegó el empresario Abraham González Uyeda, como subsecretario de la misma dependencia, además de otros jaliscienses que colaboraron cn él en la gubernatura, aunque a cargos menores dentro del Palacio de Bucareli.
Calderón llamó también a Alberto Cárdenas a colaborar con él como secretario de Agricultura, cargo en el que posteriormente lo relevó Francisco Mayorga Castañeda, quien ya había ocupado esa cartera con Vicente Fox.
Por último, un jalisciense más cercano a Felipe Calderón fue su compadre Tarcisio Rodríguez Martínez, quien llegó como su secretario particular y posteriormente, para el cierre de su administración, se desempeñó como director general de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE).
Y ahí terminó la “cosecha” jalisciense en los dos únicos gobiernos federales de Acción Nacional hasta el momento.
Llegó Enrique Peña Nieto y nuevamente la ausencia de jaliscienses en un gabinete presidencial, otra vez priista, fue notoria, como lo fue también en el sexenio recién concluido de Andrés Manuel López Obrador, en el que Jalisco fue incapaz de darle cuando menos un colaborador.
Ahora llega Claudia Sheinbaum a la presidencia de la República y la expectativa por conocer qué jaliscienses integraría a su gabinete o equipo de colaboradores creció conforme pasaba el tiempo e iba revelando el listado de los nombres.
Desde la campaña se dio por seguro que una mujer jalisciense estaría en su equipo: la empresaria Altagracia Gómez Sierra. Y no fue sino hasta ya casi cuando rendiría protesta que conocimos que un personaje bastante conocido en el mundo del medio ambiente era llamado a colaborar con ella: Sergio Graf Montero.
Pero nadie más.
SHEINBAUM, GRAF Y LA CONAFOR
Compañeros de estudios, la presidenta Claudia Sheinbaum llamó a colaborar con ella a un ex compañero de aula, Sergio Graf Montero, y lo designó director general de la CONAFOR.
En una de sus recurrentes visitas a Jalisco como candidata presidencial de Morena, Sheinbaum y Graf sostuvieron una reunieron en privado en donde se presume se concretó la invitación para que el jalisciense se sumara al equipo de la doctora en caso de que ganara las elecciones del pasado dos de junio.
Así sucedió y ahora Graf Montero forma parte ya de gabinete ampliado de la Cuarta Transformación.
Sergio Graf Montero se desempeñaba como profesor e investigador del Centro Universitario de Tonalá (CUT) de la Universidad de Guadalajara. Egresado de la Facultad de Agronomía con especialidad en Bosques por la UdeG, es maestro en Desarrollo Rural por la Universidad de Montpellier (Francia) y doctor en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad por el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG. “Con experiencia como director de la Reserva de la Biósfera de la Sierra de Manantlán de la UdeG y coordinador general de producción y productividad de la Comisión Nacional Forestal”, señala su currículum, en el que se añade que era director del Instituto de Energías Renovables del CUT.
Fue secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial poco más de tres años en la actual administración de Enrique Alfaro Ramírez y fue miembro fundador del Consejo Civil para la Silvicultura Comunitaria AC, de la Fundación Manantlán para la Biodiversidad de Occidente AC y del Centro interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente CeIBA AC. Fue también miembro de del Fondo del Noroeste AC y presidente de su Consejo Directivo entre 2017 – 2018.
En 2018 se hizo acreedor al Premio al Mérito Ecológico, categoría individual de la SEMARNAT, “por contribuir a proteger el capital natural de México de forma exitosa durante varias décadas y desde diferentes ámbitos profesionales”. Además, fue condecorado de la Orden Nacional del Mérito del gobierno francés en el 2022.
Otro galardones y reconocimientos que ha recibido son: Ingeniero del Año por la Unión Jalisciense de Agrupaciones de Ingenieros (2011), Premio Gobierno y Gestión Local de C.I.D.E. y la Fundación Ford México (2006), Personaje del Año por ProHábitat Jalisco (1998), y dos Premios en las Categorías «Leadership” y “Stewardship» por Partners in Flight (Aves) de los EE.UU. (1998).
UNA EMPRESARIA EN SU EQUIPO
El exdiputado Antonio Pérez Garibay presume haber sido él quien le presentó a Sheinbaum Pardo a la empresaria jalisciense Altagracia Gómez Sierra, joven abogada de apenas 32 años, a quien la presidenta de la República le entregó la responsabilidad de encabezar el Consejo Asesor Empresarial, el símil a la tarea desempeñada inicialmente por el regiomontano Alfonso Romo con López Obrador.
Sin embargo, Altagracia, en una entrevista con el periódico El País, refirió que fue ella quien se acercó a a Sheinbaum Pardo por el interés de participar en una licitación del transporte público en la capital del país y cuyas bases no estaban muy claras, pero que después la jefa de Gobierno de la Ciudad de México la buscó para hacerle una serie de consultas en materia económica.
Gómez Sierra es hija del conocido empresario Raymundo Gómez Flores, senador del PRI y exaspirante a las candidaturas al gobierno del Estado y a la presidencia municipal de Zapopan.
Altagracia Gómez acompañó a Sheinbaum Pardo durante la campaña como coordinadora de Desarrollo Económico y participó en infinidad de mesas de análisis en las que demostró no sólo sus conocimientos, sino también su capacidad para debatir con experimentados analistas, políticos y exfuncionarios que en su momento apoyaron la candidatura de Xóchitl Gálvez Ruiz. Además, colaboró en la elaboración del Proyecto de Nación 2024-2030.
Abogada por la Escuela Libre de Derecho, completó su formación académica en la Oxford Royale Academy y en la Harvard Business School. Pese a su juventud, es presidente del Consejo del Grupo Minsa y presidenta de Almer. Además de estas dos empresas y Salaverry, su familia es propietaria de las firmas GIG, Dina, AP Solutions, Campo Fino, Siembra Capitales y Mercader Financial, así como de complejos turísticos en Nayarit y Acapulco.
Cuando la entonces presidenta electa comenzó a revelar nombres de quienes formarían parte de su gabinete, el nombre de Altagracia Gómez fue manejado por medios de comunicación, revistas especializadas y algunos grupos políticos y empresariales como fuerte candidata a ocupar las secretarías de Economía i Turismo.
En la entrevista que le hizo El País, Gómez Sierra subrayó que las prioridades de la política económica de Sheinbaum son “darle continuidad en los principios de la autodenominada ‘economía moral’ de López Obrador; responsabilidad fiscal absoluta para mantener los niveles de deuda; así como el respeto a la autonomía del Banco de México.
Altagracia Gómez Sierra es considerada por la revista Forbes como una de las 100 empresarias más influyes en el país, además de que ha sido reconocida con el Premio Nacional Agroalimentario en México y el Global Race Award por parte de la Universidad de Harvard.