Opinión Política
REPORTAJE

La vida sindical ante cambios de la reforma laboral

Una nueva lógica necesaria y deseada por muchas y muchos trabajadores organizados que durante décadas habían luchado por construir espacios de representación sindical real a partir de una presencia constante dentro de los centros de trabajo.

 

Por Gabriel Trujillo Ocampo*

Colaboración Especial

El primero de mayo de 2019 habrá de ser una fecha que será una referencia importante en la historia de la vida laboral de las y los trabajadores de México, porque fue cuando entraron en vigor las nuevas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, las cuales establecen las bases para una nueva relación tanto patronal como sindical.

Una nueva lógica necesaria y deseada por muchas y muchos trabajadores organizados que durante décadas habían luchado por construir espacios de representación sindical real a partir de una presencia constante dentro de los centros de trabajo.

Porque eso propicia la nueva reforma laboral. Dentro de los diversos elementos importantes, para las y los trabajadores destacan dos: por un lado, ese día comenzó el proceso de las legitimaciones de los contratos colectivos de trabajo, que tiene como objetivo renovar la vigencia de la representación colectiva de las y los trabajadores dentro de todos los centros de trabajo de nuestro país; y, por otro lado, comenzaron a construirse las bases para crear condiciones de certidumbre y estabilidad en lo referente a la representatividad del sindicato mayoritario dentro de las empresas. Algo que de paso beneficia a las empresas, pues con el proceso de las legitimaciones se abre la posibilidad de que dejen de estar sujetas a las exigencias de representantes sindicales que no cuenten con el apoyo y la legitimidad de las y los trabajadores.

La reforma laboral propicia las condiciones para que suceda una transición del viejo modelo de relación sindical (sustentado en los contratos de protección, con los que el líder sindical no estaba obligado a acreditar su legítima representación de las y los trabajadores y en el que las y los agremiados no tenían acceso al contenido del contrato colectivo de trabajo, mucho menos a participar en el proceso de negociación mismo) a un modelo moderno, caracterizado por la libertad sindical, la democratización del proceso de la legitimación de los contratos colectivos y la responsabilidad sindical de asumir una verdadera representación, activa y vigente.

En esencia, en materia sindical la reforma laboral busca garantizar tres aspectos: la libertad sindical, el respeto a la contratación colectiva, y el derecho a la huelga.

OBJETIVOS DE LA REFORMA LABORAL

La reforma laboral se centra en cuatro objetivos principales que responden a las exigencias de un mundo laboral que, por la forma en la que se desarrolló nuestro sistema político, tiene décadas de atraso en materia de derechos y libertades para las y los trabajadores. Por lo que esta nueva normativa representa un avance importante para ponerse al día con la tarea pendiente que se tiene con las y los agremiados de garantizar condiciones laborales dignas y justas. A su vez, estos cuatro ejes representan la oportunidad de consolidar la modernización sindical y laboral de nuestro tiempo.

El primer aspecto que la reforma laboral busca fortalecer es el que tiene que ver con la libertad y democracia sindical. Del antiguo modelo, sostenido por los contratos de protección que limitaba la negociación sindical a la relación entre el líder sindical y el representante de las empresas, pasamos a un modelo incluyente en el que las y los trabajadores son tomados en cuenta para elegir al sindicato que quieren que los represente, así como las características del contrato colectivo que contendrá sus beneficios laborales más allá de los derechos establecidos de por ley. Es decir, con estos nuevos cambios, la voz de los trabajadores es la que tiene la última palabra en la toma de decisiones.

Asimismo, en este primer aspecto destaca la importancia de la autonomía de los sindicatos, los cuales se constituyen como organizaciones libres de toda influencia y manipulación externa, conformando una vida interna sindical totalmente independiente.

En resumen, el primer elemento de la reforma se centra en el establecimiento de un marco democrático en el que se desarrolle la representación sindical y la negociación colectiva.

La democratización de la vida sindical es el segundo aspecto relevante de la reforma laboral, y descansa en la relevancia que la reforma le otorga a la transparencia sindical, como un elemento indispensable para el sano desarrollo de la vida sindical. Desde SÚMATE, consideramos que este es uno de los aspectos más relevantes de la reforma y aplaudimos la total apertura de la vida sindical al juicio de las y los trabajadores, pues es de suma importancia para la legitimidad de la representación sindical, ya que de esa manera ellos y ellas tendrán certeza de las formas en las que se administran y ejecutan sus cuotas sindicales y en qué términos se negocian los contratos colectivos de trabajo, y aun algo más importante: en manos de quién dejan los trabajos propios de su representación. Esto no solamente le otorga legitimación al sindicato, sino que lo revitaliza y fortalece al interior de las empresas.

Además de la transparencia y democratización de la vida sindical, la reforma impulsa un tercer aspecto que toda la sociedad debe aplaudir, me refiero a la inclusión en los sindicatos con perspectiva de género. Esta medida ya está reconfigurando la dinámica sindical que en México se ha venido arrastrando desde la primera mitad del siglo XX.

Con ello, las mujeres trabajadoras asumen una posición de protagonistas de la vida laboral mexicana, de la cual, desde luego, ya eran protagonistas, pero de la que eran invisibilizadas para posteriormente ser excluidas de la toma de decisiones. En una sociedad que gira de forma consciente a reparar este tipo de faltas sistemáticas, el mundo laboral se ha sumado oportunamente a reivindicar el papel de las trabajadoras de México.

VOTO. Ahora el trabajador aprueba o no las condiciones laborales.

DEMOCRATIZACIÓN SINDICAL

Este proceso de democratización sindical va acompañado de un último elemento que es indispensable para hacerlo posible, se trata de la articulación de una normativa jurídica y una infraestructura administrativa que tienen como propósito garantizar la justicia laboral expedita de las y los trabajadores. Para ello, se ha creado un procedimiento normativo que impulsa la conciliación obligatoria, a la vez que se agilizan los juicios laborales y se rediseñaron las instancias de atención de controversias por motivos laborales, pues desaparecieron las Juntas de Conciliación y Arbitraje (federales y estatales), para dar paso a los Centros de Conciliación laboral.

Estas disposiciones constitucionales en materia laboral se vieron fortalecidas tras la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (Antes TLCAN, hoy T-MEC).

En este sentido, de acuerdo a su capítulo 23, México asume la responsabilidad de cumplir con compromisos fundamentales para la vida laboral, algunos de los cuales se encuentran incluidos en la Declaración de la OIT sobre los Derechos en el Trabajo.

Entre los que destacan: “(a) libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva; (b) la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; (c) la abolición efectiva del trabajo infantil, la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y otras protecciones laborales para niños y menores; (d) la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación; y (e) condiciones aceptables de trabajo respecto a salarios mínimos, horas de trabajo, y seguridad y salud en el trabajo.”

A su vez, en el Anexo 23-A de la reforma a la Ley Federal del Trabajo, se estipulan los procedimientos para garantizar el derecho a la negociación colectiva. Que debe realizarse respetando un marco legal que vela por el derecho de las y los trabajadores a participar en las actividades relacionadas a la negociación colectiva y a la afiliación al sindicato de su elección. Asimismo, se prohíbe la injerencia e influencia del empleador en las actividades propias del sindicato, así como toda presión de su parte hacia las y los trabajadores derivada de su afiliación y actividades sindicales.

Pero más allá de las nuevas reglas, debemos centrarnos en los resultados tangibles de la reforma. Recordemos que el proceso de legitimación de contratos colectivos inició el 1 de mayo de 2019, día en el que se publicó la reforma a la Ley Federal del Trabajo en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

CONDICIONES. Desde el 2019 se establecieron nuevas reglas sobre la relación laboral en México.

LEGITIMAR CONTRATOS

Ahí se establece el inicio y el final del plazo para el proceso de las legitimaciones de los Contratos Colectivos de Trabajo, así como las reglas bajo las cuales deben de realizarse. Sobre el final del periodo para realizar las legitimaciones se establecen dos fechas claves:

  1. a) El 1 de mayo de 2023, día en el que vence el período para el registro de los contratos colectivos de trabajo en la plataforma que habilitó en 2019 la Secretaría del Trabajo.
  2. b) El 31 de julio de 2023, como fecha límite para la legitimación de los Contratos Colectivos ya existentes y registrados en la plataforma.

¿Por qué es importante el final de este periodo de legitimaciones? Porque la Ley Federal establece que los sindicatos que no cumplan con la legitimación de sus contratos colectivos antes del 1° de mayo de 2023, no contarán con extensión alguna al período estipulado para tal fin, por lo que se dará por terminada la vigencia de todos los contratos colectivos que no cuenten con registro para su legitimación antes de la fecha estipulada. Posteriormente las consultas registradas que no se realicen antes del 31 de julio, también perderán su vigencia y el contrato colectivo se dará por terminado por no cumplir con lo estipulado en la normatividad vigente (hay una serie de consecuencias que se señalan en el anexo de este texto).

El efecto del final del periodo tendrá consecuencias positivas para el mundo sindical de México. Primero, porque permitirá conocer la vigencia de las centrales obreras en general y de los sindicatos en particular en cada rincón del país.

Por ejemplo, según datos de la plataforma de la Secretaría del Trabajo, al 27 de abril de 2023 a nivel nacional se registraron 4,612 sindicatos, los cuales han realizado un total de 15,742 legitimaciones exitosas de Contratos Colectivos, con un total de 33,305 eventos realizados, logrando así consultar a 3,094,934 trabajadoras y trabajadores de todo el país.

En Jalisco se han realizado un total de 2,200 legitimaciones exitosas, lo que posiciona al estado como el primer lugar nacional en este rubro.

En SUMATE celebramos ampliamente las nuevas disposiciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo, pues hemos entrado en una nueva etapa de relación entre las personas trabajadoras, las empresas y los sindicatos, en la que encontramos criterios básicos de relación laboral que, sin duda, tienen beneficios tanto para las y los trabajadores como para los sindicatos que trabajan de forma permanente y realizan una auténtica representación de sus agremiados.

Porque los liderazgos que hemos impulsado la democratización y la revitalización de nuestra vida sindical desde hace décadas, celebramos las nuevas condiciones jurídicas y prácticas que permitirán refrescar nuestra dinámica como institución social y que incentivan con criterios democráticos y de transparencia, desde la ley, a las y los trabajadores a participar activa y permanentemente en la toma de decisiones gremiales.

Los sindicatos constituyen una organización fundamental en la vida colectiva y personal de las personas trabajadoras. Sin ellos, sus derechos laborales no podrían garantizarse. A su vez, las empresas también tienen una gran oportunidad para articular espacios de trabajo estables y productivos, en los que la rotación de personal se disminuya al máximo y su productividad se vea incrementada como consecuencia del respeto y garantía de los derechos laborales de las y los trabajadores.

Ante el surgimiento de la reforma laboral y del vencimiento del plazo para la realización de las legitimaciones de los contratos colectivos de trabajo, se nos presenta una oportunidad histórica para renovar la lógica sindical en nuestro país. Las y los trabajadores, tienen la posibilidad de terminar con las viejas prácticas perniciosas y reconstruir el significado de contar con un sindicato, partiendo de los principios de la democracia sindical, del voto libre de sus representantes y de la negociación colectiva informada y plural.

* Srio Gral de la Federación Sindicatos Unidos Primero de Mayo de Trabajadores y Empleados (SUMATE)

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