Opinión Política
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La ebullición política en el mes de la patria

REFLEXIONES

Por Gonzalo Leaño Reyes

Septiembre es llamado “el mes de la Patria” por la cantidad de hechos históricos relevantes para nuestro país que han tenido lugar durante el noveno mes del año a lo largo de los tiempos.

Pero también porque marca hitos importantes en la construcción del presente.

Es precisamente en septiembre cuando da inicio el periodo ordinario del Congreso de la Unión y cuando el Presidente de la República rinde a la nación su Informe de gobierno. Así mismo, a partir del año 2024 el día 30 de septiembre será el último en que el presidente ejerza su mando ya que el 1 de octubre habrá renovación del Poder Ejecutivo federal. Y en distintos años, pero también en septiembre, ocurrieron eventos trágicos como los sismos de 1985 y 2017 y los sucesos de Ayotzinapa en 2014.

No es de extrañar que ahora, en septiembre de 2022, estemos viendo una avalancha de temas que tienen prendida la mecha política.

Sobresalen los debates en torno a la Guardia Nacional, la prisión preventiva y la Reforma Electoral, asuntos que no solamente dividen a los partidos políticos sino también a los ciudadanos, a los Poderes y a los organismos autónomos.

En el tema de la Guardia Nacional, a pesar de que ya se anticipaba una polarización entre el oficialismo representado por Morena y la alianza opositora formada por el PAN, PRI y PRD, surgieron cosas inesperadas: la propuesta de la diputada priista Yolanda de la Torre de prolongar cuatro años la vigencia del estatus actual de la Guardia en lugar de adscribirla inmediatamente al Ejército. El puro hecho de haber presentado esta iniciativa rompió la alianza “Va por México”.

En los hechos, el presidente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno apoyó esta iniciativa argumentando que solamente se le estaría cambiando una palabra al artículo transitorio constitucional. Pues sí, pero qué palabra. Imagine usted lo que sucedería si le cambiaran una sola palabra al artículo 83 de la Constitución, que dice: “El Presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de octubre y durará en él seis años”. Si sustituyeran la palabra seis por la palabra ocho harían un cambio de dimensión insospechada aunque estuvieran modificando solamente cuatro letras.

Esto es apenas un ejemplo de la latente turbulencia política.

El tema de la prisión preventiva involucra a la Suprema Corte de Justicia, y ya ni mencionamos la Reforma Electoral, que sacará chispas cuando la suban al Pleno legislativo.

Las cosas no se detendrán ahí. Pasará el mes de septiembre, pero continuará la polémica. Del Paquete Fiscal no se habla nada todavía, tampoco del polémico Plan de Estudios para la Educación Básica que las autoridades educativas decidieron implementar a manera de plan piloto a partir del próximo 29 de octubre en casi un millar de escuelas del país, pero ambos darán mucho qué hablar y discutir en las próximas semanas.

Como se puede ver, el ambiente político está muy lejos de apaciguarse. Si el debate de la Guardia Nacional y la posición del PRI en el marco de la alianza “Va por México” le ha parecido apasionante –o más bien pasional–, espere usted lo que sigue.

Estamos en septiembre y en este mes todo puede ocurrir.

 

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