Opinión Política
OPINIÓN

Una Alternancia de Izquierda

Por Alfonso Gómez Godínez

@ponchogomezg

Sostengo que la primera alternancia política en México significó continuidad y no cambio. La entrega de la estafeta presidencial de Ernesto Zedillo (PRI) a Vicente Fox (PAN) mantuvo la hegemonía del equipo económico consolidado desde la presidencia de Carlos Salinas y eso se explica con el nombramiento de Francisco Gil Díaz como secretario de Hacienda foxista, recordando que había sido Subsecretario de Hacienda durante Salinas.

El triunfo de Calderón representó la llegada de Agustín Carstens como responsable de las finanzas públicas, habiendo sido subsecretario de Hacienda de Ernesto Zedillo. La continuidad se profundizó con la presidencia de Peña Nieto siendo el personaje clave José Antonio Meade, miembro del gabinete calderonista-peñista y frustrado candidato presidencial.

Con el arribo de Andrés Manuel López Obrador tampoco existió alternancia, lo que sucedió fue un profundo regreso al pasado donde se recuperaron narrativas y políticas inspiradas en el cardenismo, incluyendo a Ruiz Cortines (discurso de la austeridad y críticas a la corrupción de su antecesor), López Mateos (nacionalismo y defensa de la industria energética paraestatal) y Echeverría (expansión del gasto público). Se puede afirmar que el programa de gobierno de López Obrador se inspiró en el Nacionalismo Revolucionario del PRI previo a la mancuerna De la Madrid-Salinas. Su pasado y trayectoria política y partidaria del expresidente tabasqueño como miembro del PRI, determinó en gran medida su quehacer gubernamental.

Hoy tenemos a la Dra. Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México y posiblemente ante la primera, real y verdadera alternancia política. Atendiendo a sus orígenes, formación y trayectoria en el quehacer político, la Dra. Sheinbaum es una persona formada en la Izquierda autentica del país. Después de gobiernos que oscilaron entre el populismo y el neoliberalismo con la misma raíz partidista del PRI, la flamante presidenta ha transitado por caminos totalmente distintos. La izquierda ha logrado llegar a la presidencia con una académica forjada y formada en las luchas estudiantiles contestatarias al régimen. Eso no debe de entrada asustar y preocupar, a excepción de las filas militantes de un conservadurismo trasnochado y cerril.

La alternancia del neoliberalismo y del populismo hacia la izquierda abre en nuestro país la posibilidad de grandes cambios y transformaciones, todo bajo el supuesto de un programa de gobierno sustentado en una izquierda democrática y de vanguardia.

Una izquierda democrática y de vanguardia que reconozca y actúe en función de cuando menos las siguientes definiciones y lineamientos: Una izquierda que elimine el mundo de privilegios y establezca piso parejo en la vida económica del país. Que no sea la cercanía con el poder político el que determine las oportunidades laborales, la asignación de contratos y la distribución del gasto público. Una izquierda democrática y moderna que favorezca la creación de riqueza, el emprendimiento y la inversión privada, como factor paralelo a la distribución más equitativa de los beneficios del crecimiento económico.

Una alternancia a la izquierda que no empuje al Estado como el actor omnipresente y omnipotente, sino una izquierda moderna que reconozca y fortalezca las bondades del mercado con un Estado de instituciones que impulse el Estado de Derecho, la defensa de los derechos de propiedad, la legalidad y transparencia en sus acciones.

Una izquierda democrática convencida de la diversidad y del derecho de las minorías políticas. Que construya una nueva gobernanza con un papel activo de la sociedad. Una izquierda que ataque la pobreza y la desigualdad, empatando los programas asistenciales con el desarrollo de nuevas habilidades y capacidades. Que la alternancia sea hacia una izquierda democrática y moderna, bienvenida, como la que ha impulsado el desarrollo de España, Francia, Alemania, inclusive Chile, una izquierda alejada de la tragedia venezolana.

 

Post relacionados

Se gobiernan personas y se administran bienes (culturales)

Opinión Política

Prohibir comida “chatarra” en escuelas; correcto, pero insuficiente

Opinión Política

Redes sociales: ¿Realidad o fantasía?

Opinión Política

Dejar un comentario