Opinión Política
ANÁLISIS

Xóchitl: “La esperanza ahora es nuestra”

La ya coordinadora del Frente Amplio por México hizo buenos los pronósticos generados a partir de su irrupción en la contienda opositora, y ahora deberá demostrar que realmente es la candidata de la sociedad civil y que no influirá para mal el que le hayan despejado el camino al retirarle a sus adversarios.

 

Por Julio César Hernández

Custodiada por los dirigentes del PAN, PRI y PRD, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, respectivamente, a los pies del Ángel de la Independencia Xóchitl Gálvez Ruiz expresó ante miles de eufóricos seguidores:

“Hace unos meses la oposición estaba desunida y desmoralizada. La pregunta no eta si podíamos ganar sino por cuántos puntos nos iban a derrotar. Decían por todos lados: no hay oposición, y hoy ¡hay oposición! Que se oiga fuerte y claro: ¡Aquí está la posición! En muy poco tiempo le dimos la vuelta al pesimismo.

“Me lo dicen en las calles, me lo dicen en las plazas: juntos recuperaremos la esperanza. Y hoy, contenta, decidida y llena de esperanza yo, Xóchitl Gálvez, de origen ñuñú, de Tepaltepec, Hidalgo, acepto con gran orgullo el honor de coordinar los esfuerzos del Frente Amplio por México…”.

Xóchitl Gálvez llegaba así a la meta para, con esta coordinación, adjudicarse directamente la candidatura del Frente Amplio por México a la presidencia de la República en el 2024, mediante el mismo método con el que Morena y sus aliados definirán a su abanderado: las encuestas.

Mediante este instrumento de medición se le fue allanando el camino y quitándole adversarios de enfrente sin que recibiera ni un voto a favor en las urnas previstas, sin que participara la sociedad civil que se asegura es la que está detrás de ella, y sin que pudiera demostrar su capacidad para enfrentarse a sus adversarios y ganarles en el campo de batalla. Fue una carrera sin obstáculos.

En su discurso en el Ángel de la Independencia -donde recibió su constancia que la acredita como coordinadora del Frente Amplio, pero no como ganadora del proceso de elección que arrancó el pasado 12 de julio, que pasó por la recolección de firmas a favor de los aspirantes; por el registro de quienes pretendían participar en la elección programada para el domingo 3 de septiembre; por la realización de un Foro Nacional y cuatro Foros Regionales; pero que fue abruptamente suspendido por el dirigente del PRI, Alejandro Moreno-, Xóchitl Gálvez enfatizó:

“La meta es muy clara: Vamos a abrir las puertas de Palacio Nacional. Esa puerta que lleva cinco años cerrada. La cerraron con mentiras, la cerraron con insultos, la cerraron con odio, la cerraron para todos quienes no piensan como ellos. No sólo me la cerraron a mí, sino a ustedes, a millones de mexicanos. Pero los ciudadanos vamos a volver a abrir esa puerta. La abriremos con la verdad, la abriremos con la esperanza, porque la esperanza… ¡Ya cambió de manos! ¡La esperanza ahora es nuestra…!”.

 

PALACIO. “Vamos a abrir las puertas de Palacio Nacional”, la promesa de Xóchitl Gálvez a sus seguidores.

LA ESPERANZA DE MÉXICO

La irrupción sorpresiva de Xóchitl Gálvez como figura de la oposición, luego de que el presidente López Obrador no la recibió en Palacio Nacional y le negó hacer uso de su derecho de réplica como se lo mandató un juez federal, tomó desprevenida a la cúpula partidista de la coalición Va por México, que se asegura estaba ya confeccionando una candidatura como “traje a la medida” para el diputado Santiago Creel Miranda.

Quizás ni la propia Gálvez Ruiz advirtió en su momento la dimensión que iba a tomar su figura, catapultada inmediatamente por una fuerte inversión en redes sociales, mediante una campaña mediática y propagandística muy bien realizada, con frases muy bien elegidas y con impacto no sólo a la vista sino al sentimiento de quienes la recibieron, e imágenes llamativas y muy ilustrativas. Pero no tardó mucho tiempo en asimilar lo que su perfil era capaz de generar en la población antilópezobradorista, en aquellos decepcionados o siempre opositores de la cuarta transformación, que inmediatamente la adoptaron como suya, como su heroína capaz de imponerse al poder nada menos que del Presidente de la República.

Finalmente, dijera Xóchitl Gálvez, “la esperanza ya cambió de manos”. Y, efectivamente, esos miles, quizás cientos de miles porque aún es incuantificable con más precisión el número de sus seguidores, ya advierten que la senadora de Hidalgo es realmente “la esperanza de México”. Una esperanza a la que le apostaron los mexicanos en cada voto que en 2018 emitieron a favor de López Obrador, pero que se les “murió” a cientos de miles de ciudadanos decepcionados por el gobierno federal morenista.

Dijo bien Xóchitl Gálvez cuando afirmó “a todo pulmón” que:“¡Ahora la esperanza es nuestra”, pero es ella la que se ha convertido para muchos mexicanos en la “esperanza de México”, apostando a que con ella se puede derrotar a cualquiera de los aspirantes a ser candidatos de Morena, llámese Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard Cassaubon, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña.

En Xóchitl Gálvez, los opositores a López Obrador y a la 4T han depositado toda su esperanza en que es capaz de derrotarlos en las urnas en el 2024. Y esa expectativa que ha despertado, sin duda, será una enorme “loza” que la senadora hidalguense tendrá que cargar no sólo en tanto comienza oficialmente el proceso electoral, sino durante toda la campaña constitucional en la que enfrentará al enorme poder del Estado.

Incluso, no debe descartarse que antes o durante la campaña constitucional busquen “descarrilarla”, con lo que se pondrá en evidencia dos cosas: O que la ven como un verdadero peligro para Morena y el gobierno o que evidenciarán que, contra la creencia popular, es una adversaria demasiada débil.

 

ADVERSARIA. Beatriz Paredes se hizo a un lado, contra su voluntad, y despejó el camino libre a Xóchitl.

CAMINO DESPEJADO A XÓCHITL

En este paréntesis que se abre, luego de confirmarse que Xóchitl Gálvez se ganó el pase para ser la candidata presidencial del Frente Amplio por México y en espera de conocer quién se lo ganará en Morena y sus aliados, se abre para muchos la expectativa de si por la manera en que la hidalguense obtuvo la candidatura estará verdaderamente preparada para enfrentarse, en una contienda en serio y “a muerte”, al candidato o candidata de la Cuarta Transformación.

Xóchitl llegó primero a la meta porque a los demás competidores se los hicieron a un lado, no porque ella los haya “rebasado” en buena lid.

De los cuatro aspirantes que pasaron a la siguiente ronda, luego del primer filtro que fue recabar mínimo las 150 mil firmas, el priista Enrique de la Madrid fue descartado aún bajo las reglas escritas de la contienda, pues fue quien obtuvo el porcentaje más bajo de las encuestas levantadas vía telefónica y casa en casa. Las reglas establecían que los tres que mejor salieran calificados en la primera consulta ciudadana son quienes participarían en los foros regionales, y así fue.

Pero las cosas cambiaron cuando apenas concluido el primer foro regional, Santiago Creel comenzó a recibir la presión, incluso de sus propios correligionarios panistas, para que ya no continuara en la contienda y declinara a favor de Xóchitl Gálvez, bajo el argumento de que una lucha entre dos panistas los iba a desgastar y se corría el riesgo hasta de una división al interior del blanquiazul, con lo que se le estaría dando ventaja a la única priista contendiente, la experimentada Beatriz Paredes Rangel.

Concluido el segundo foro regional, Creel Miranda envió el mensaje que muchos entendieron como el preámbulo a su declinación, lo que sucedió efectivamente días después.

Luego las cúpulas partidistas pusieron “en la mira” a Beatriz Paredes Rangel como su siguiente objetivo para convencer que declinara. El “olfato” político de la priista la hizo sospechar de las intenciones de los dirigentes del PAN, PRI y PRD, tanto en el caso de Creel como en el suyo. Sobre el panista, al final del primer foro se pronunció porque las acompañara a ella y a Xóchitl hasta el tres de septiembre, mientras que en su propio caso, desde Mérida, Yucatán, lanzó la advertencia de que no iba a declinar porque si iban a repetir el método patriarcal de la negociación “¡estamos jodidas!”, dijo.

Pero la decisión de las cúpulas estaba tomada: Beatriz Paredes tenía que despejarle el camino a Xóchitl Gálvez a como diera lugar, y encontraron la salida en la segunda consulta ciudadana que no obstante que incluía el levantamiento de una encuesta vía telefónica y casa por casa, además de un proceso de votación en todo el país, se decidió detenerlo “en seco” y basarse únicamente en la encuesta, donde el resultado le era desfavorable a la priista por 15 puntos de desventaja.

La conducta de Beatriz Paredes de no declinar a favor de Xóchitl Gálvez; de no reconocerla como la ganadora, después de hacerse a un lado; de forzosamente declarar que reconocía a la encuesta como el factor final para decidir no continuar en la contienda; y de no asistir al evento dominical en el Ángel de la Independencia, reconfirma que declinar o hacerse a un lado no estaba en el proyecto de la priista, quien estaba dispuesta a llegar hasta el final.

 

PARTIDOS. Custodiando a la próxima candidata, Alejandro Moreno (PRI), Marko Cortés (PRD) y Jesús Zambrano (PRD).

LA PRUEBA FINAL

La manera en que Xóchitl Gálvez se hizo de la coordinación del Frente Amplio por México; el que no se haya permitido participar a dos millones 300 mil ciudadanos que se registraron para acudir a los centros de votación, más allá de las justificaciones que se esgrimieron; y el que en el Ángel de la Independencia hayan sobresalido más los grupos de militantes del PRI, PAN y PRD por encima de los ciudadanos son partido, son elementos que pondrán a prueba la fortaleza de la hidalguense.

Las imágenes que se compartieron en las redes sociales del evento en el Ángel de la Independencia demuestran que las llamadas “olas” roja, azul y amarilla -éste en mínimo grado-, fueron las que “inundaron” los alrededores de este monumento, mientras que la “sociedad civil” fue enviada hasta la parte trasera, porque prácticamente estuvo ausente de la lente de las cámaras.

Este hecho de la ausencia de una “sociedad civil” mayoritaria en dicho acto y la falta de fogueo de Xóchitl Gálvez en la contienda, enfrentándose hasta el final a sus adversarios y ganándoles de acuerdo a las reglas establecidas, ponen a la eventual candidata presidencial en una condición que no es la mejor para la verdadera “guerra” que se viene con la cuatro té.

A esto habrá que agregarle que las cúpulas partidistas seguirán operando y manejando el proceso a su conveniencia, pues al no ser Gálvez Ruiz militante de ninguno de los partidos que habrán de postularla, también queda en una posición de indefensión en la que lo peor que le puede ocurrir es que, llegado el momento, uno de esos partidos se haga a un lado o, cuando menos, no participe del todo en la campaña presidencial.

El riesgo que enfrenta Xóchitl Gálvez es alto, y la prueba final a la que estará sometida la pondrá a prueba, y tendrá que demostrar que su irrupción en esta contienda no fue resultado de la casualidad.

Perfil Xóchitl Gálvez Ruiz.

 

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