El Rector General de la Universidad de Guadalajara sigue “deshojando” la margarita, consultando a la comunidad universitaria, sobre si es o no candidato en el 2024, en medio de una iniciativa de presupuesto constitucional para la máxima Casa de Estudios.
Por Julio César Hernández
“Las dudas sobre mi posible participación en el proceso electoral (…) quiero comunicarlo con mucha claridad: es una decisión que consultaré con la comunidad universitaria (…). Sí, si quiero tomar esta importante decisión va a ser escuchando a ellas y a ellos, escuchando a mi comunidad. En el mes de enero daré mi última decisión, pero no puedo hacerlo sin ates comunicarme con toda la comunidad universitaria…
“Es un altísimo honor que en el ánimo social me favorezcan muchos estudios de opinión (…), después de la experiencia con la derrota que viví en el 2015 en Guadalajara. Ahora, ver que los tapatíos me consideran una buena alternativa para presidirlos, lo agradezco muchísimo.
“Lo reitero, este ánimo social es sumamente honroso para mí y mi familia, pero quiero ser muy enfático: Siempre he tenido muy claras mis prioridades y mi responsabilidad como Rector General. En este momento histórico que estamos viviendo, mi primera prioridad es la universidad, mi segunda prioridad es la universidad y mi tercera prioridad es la universidad…”.
De esta manera el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí salió al paso de las versiones generadas en las redes sociales sobre su futuro político, luego de que acompañó al gobernador Enrique Alfaro Ramírez al Congreso del Estado para la entrega de la iniciativa de reforma para otorgar a la máxima Casa de Estudios un presupuesto constitucional a partir del 2025, que significaría entregarle lo equivalente al cinco por ciento del presupuesto del Estado.
Y es que la referencia a su futuro político tuvo mayor impacto en las redes sociales que la propia histórica iniciativa presupuestal, pues el cuestionamiento que de inmediato despertó dicha decisión gubernamental fue que si era una manera de “frenar” la eventual postulación de Villanueva Lomelí como candidato de Morena y aliados a la presidencia municipal de Guadalajara o de condicionar, precisamente, su no participación.
En su mensaje a través de un video en sus redes sociales, el rector general enumeró a cada sector de la comunidad universitaria que consultaría para decidir si aceptaba o no cualquier candidatura, pero esta consulta se ampliará a los primeros días de enero al atravesarse el período vacacional.
“OTROS YA ANDAN EN CAMPAÑA”
Sin embargo, en la última sesión del Consejo General Universitario, celebrado el viernes 15 pasado, ahí Villanueva Lomelí volvió a referirse al tema de su posible postulación electoral, con un mensaje que para muchos era un adelanto de la decisión que ya habría tomado, y que todo indica que será no aceptar su postulación como candidato y quedarse a concluir su período al frente de la Rectoría, y que concluye hasta el día último del mes de marzo del 2025. O sea, 15 meses más de rectorado.
Aun así, hay universitarios que sí quieren verlo en la boleta electoral y no pierden las esperanzas de que al anunciar su decisión final sea aceptando la candidatura.
Ante los consejeros universitarios, Villanueva Lomelí dijo sobre el tema político-electoral:
“Quienes quieren ser candidatos ya andan en campaña, ya andan pintando bardas y ya andan bien movidos.
“Yo no he hecho nada, yo me he dedicado a trabajar, pero quiero decirles que tengo muy claro que ese personaje que hoy en el ánimo social y en las encuestas aparece como un personaje que tiene aceptación social, como para llegar a un cargo de aceptación electoral, yo no me hago bolas: ese personaje no es mío, no me pertenece.
“Ese personaje -abundó- se construyó en una coyuntura política en este estado y se construyó con 230 marchas que hicieron ustedes”.
Con este mensaje, Ricardo Villanueva estaría reconociendo que el personaje que encabezó marchas y manifestaciones que lo colocaron en ese “ánimo social” para encabezar las encuestas, no sería el mismo que con las siglas de varios partidos políticos andará en campaña en busca del voto mayoritario del electorado. Y fue muy claro al subrayar: “Ese personaje se construyó en una coyuntura política”, refiriéndose a la “guerra” que el gobernador Enrique Alfaro emprendió en contra del extinto líder político y moral de la UdeG y del Grupo Universidad, Raúl Padilla López, y que alcanzó a “golpear” a la institución con decisiones como quitarle 140 millones de pesos que el gobierno les había autorizado para la construcción del Museo de Ciencias Ambientales o, incluso, actuar en contra de jóvenes universitarios que fueron encarcelados por defender un parque público ante la amenaza inmobiliaria del proyecto Iconia.
“NO ME ATRAVESARÉ A UNA INICIATIVA”
Posteriormente, ante los reporteros, el Rector General fue reiterativo en su postura y dejó a la interpretación lo que podría ser su futuro en el 2024. Declaró:
“Yo de inicio, mi decisión la tomaré con la comunidad universitaria. No depende de lo que opine ningún actor externo a la Universidad. La única opinión que me interesa es la de los universitarios, y con ellos tomaré la definición de qué hacer con mi futuro”.
Y entonces dijo lo que algunos interpretaron como el mensaje para esa comunidad universitaria a la que consultará:
“Pero el día de hoy es quedarme. Yo el día de hoy tengo claro que quiero quedarme a terminar mi rectorado, este era mi sueño profesional de vida, vienen retos importantes y tampoco soy ingenuo, yo sé que mi participación en un proceso electoral puede alterar el rumbo de la iniciativa de presupuesto constitucional y no pienso yo ser quien estorbe en una iniciativa, donde alguna fuerza política se puede inhibir por la participación mía”.
En su video difundido después de acompañar al gobernador al Congreso, envió un mensaje a los diputados en el que les hizo ver que en la negociación o el diálogo para que la iniciativa de presupuesto constitucional prospere, no lo hará bajo el manto de algún partido político. Esto dijo:
“Entiendo perfectamente que en los momentos políticos electorales, la búsqueda de acuerdos y consensos se vuelven más complejos, y para eso se requieren interlocuciones neutras y objetivas. Para la Universidad de Guadalajara y su rector, esta iniciativa se vuelve, a partir de este momento, en mi mayor prioridad, porque esto es un reto histórico y eso lo hace una prioridad histórica.
“Quiero decirle a todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso que la interlocución para llevar a buen puerto esta iniciativa será siempre garantizando la neutralidad y objetividad a la que hoy me obliga mi condición de rector general de una universidad plural y diversa…”.
En una palabra, parece decirles a los diputados: Van a dialogar, a negociar, con el Rector General de la Universidad de Guadalajara, no con un candidato de Morena y aliados.
Pero ¿acaso los diputados “congelarán” la iniciativa que haría pasar a su gobernador a la historia al haberle otorgado el presupuesto constitucional a la Universidad de Guadalajara, sólo porque el actual rector aceptó ser candidato a la presidencia municipal de Guadalajara, sin tener la garantía de nadie de que ganará la elección? ¿O el propio gobernador Alfaro, instruirá a sus diputados de “frenar” su propia iniciativa? ¿Antepondrá Alfaro no perder la elección de Guadalajara a pasar a la historia como el gobernador que le dio a la UdeG su presupuesto constitucional?
Y una más, quizás la más elemental y trascendente: ¿De veras se concretará y se aprobará sin condicionamiento alguno esta iniciativa de reforma para dar a la UdeG su presupuesto constitucional?
Todas estas preguntas son las que rondan en los corrillos políticos partidistas y universitarios, en espera de una respuesta que no llegará sino hasta el próximo año cuando Villanueva Lomelí haya concluido su consulta con la comunidad universitaria.
Y ahora les reitera no sólo a los legisladores sino a la misma comunidad universitaria:
“tampoco soy ingenuo, yo sé que mi participación en un proceso electoral puede alterar el rumbo de la iniciativa de presupuesto constitucional y no pienso yo ser quien estorbe en una iniciativa, donde alguna fuerza política se puede inhibir por la participación mía”.
Otra interpretación que algunos universitarios dieron a esta última declaración fue que si con eso Ricardo Villanueva quiso decir que aceptará ser candidato a un cargo de elección popular y que, por tanto, dejará la rectoría general antes de que se inicie el diálogo o la interlocución para que el Congreso aborde el asunto de la iniciativa del presupuesto constitucional.
Esa podría ser otra señal en sentido contrario: aceptará ser candidato.
DECIRLE “NO” A LA FUTURA PRESIDENTA
En teoría, Ricardo Villanueva parece estar ante una disyuntiva que espera despejar con esa consulta a la comunidad universitaria sobre su futuro político; sin embargo, hay dentro de la clase política y de esa comunidad universitaria quienes se preguntan si el Rector General de la Universidad de Guadalajara se atreverá a rechazar, a decirle “no”, a la invitación o propuesta que le hizo a quien muchos ven como la próxima presidenta de México: Claudia Sheinbaum Pardo.
Y es que para nadie, dentro y fuera de la UdeG, es desconocido que fue la propia Sheinbaum Pardo, y no Mario Delgado en su calidad de dirigente nacional de Morena, quien le propuso a Villanueva Lomelí ser candidato de Morena y aliados, aún antes de sumar a su favor a los partidos locales Futuro y Hagamos, primero a la gubernatura y posteriormente a la presidencia municipal de Guadalajara. Ya una vez, cuentan, le dijo que no para la gubernatura. Ya le había adelantado un “no” a la alcaldía tapatía, pero ante la insistencia para que reconsidere y acepte ser candidato, ¿volverá a darle un “no” a la Doctora, luego, incluso, de lo que enfrentó y padeció el finado Raúl Padilla López con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T?
Las apuestas están divididas: Hay quienes aseguran que rechazará ser candidato, pero otros se dicen convencidos de que estará en la boleta electoral como candidato por Guadalajara, con amplias posibilidades de ganar, en base a ese “ánimo social” que lo colocan en las encuestas como favorito para convertirse en el próximo presidente municipal tapatío.
Y es que ahora ha surgido una interrogante más: ¿A dónde irá Ricardo Villanueva después de dejar la rectoría?
DE RECTOR A “DESEMPLEADO”
Sin duda esta pregunta debió de habérsela hecho asimismo en su momento el propio Ricardo Villanueva: ¿Y después de la Rectoría, qué?
Hay quienes creen que Villanueva Lomelí pretende convertirse en el nuevo “Raúl Padilla López”, asumir el papel de líder moral y quizás político en acuerdo con los integrantes del Grupo Universidad, siendo él quien tome el control y los “hilos” de las diversas empresas universitarias y ser, además, el próximo presidente de la Feria Internacional del Libro.
Sin embargo, no hay señales de que eso pueda suceder. Hasta ahora, la comunidad universitaria, y los integrantes o “cabezas” del Grupo Universidad le han dado su lugar como la máxima autoridad que es de la Universidad de Guadalajara. No le han regateado nada. Pero más de uno ha planteado: ¿Qué lugar le espera a Ricardo Villanueva después de dejar la Rectoría? ¿Qué hará, a qué se dedicará a partir del primero de abril del 2025, luego de que entregue la estafeta, y cuando ya cumplió el que ha dicho era su mayor sueño en la vida? ¿Ocupará un cargo menor dentro de la propia universidad? ¿Espera ser llamado al gabinete estatal, en caso de que Morena y aliados ganaran la gubernatura? ¿Cómo retomará su carrera política y en qué condiciones?
La respuesta a algunas de estas preguntas las han encontrado varios universitarios en la que consideran es la mejor posibilidad que tiene Villanueva Lomelí para continuar activo en la vida pública: aceptando ser candidato, ante las altas posibilidades que tiene de ganar su elección, aprovechando que le es muy favorable el “ánimo social”.
Pero no será sino hasta enero, como él mismo lo anunció, cuando los jaliscienses –y Claudia Sheinbaum- conozcan la decisión final del rector general, Ricardo Villanueva, de “ser o no ser”, como fue el dilema “hamletiano” de William Shakespeare.
