Por Juan Carlos Hernández A.
Master en Gestión Social y Políticas Públicas
Si la apuesta para llegar a la representación del Poder Judicial ha sido hasta la fecha de escribir esta columna, la revisión exhaustiva de las y los candidatos que no han cumplido con los requerimientos necesarios, como se ha dado a conocer de tener al menos un 8 de calificación y que algunos han sido descartados, pese a que ganaron; y muchos otros más que si han obtenido su constancia de ganadores, sin descartar el proceso de las impugnaciones que seguro vendrán como es de Ley.
Con oportunidad el consejero Electoral Martín Faz detalló que, “tras los cómputos de la elección, el INE está obligado a revisar la elegibilidad de las candidaturas que obtuvieron el triunfo en la elección y, en este caso, se observó que los requisitos no se cumplieron en algunos perfiles”. Esa es una etapa ya superada pues se han otorgado ya, las constancias a ganadores de la elección pasada en todos y cada uno de los 881 cargos, por parte del INE.
Lo que sea que se tuvo que revisar se hizo con toda legalidad por el órgano electoral responsable colegiado en su Consejo General, una vez concluida esa etapa vendrá el tiempo de integración de la estructura del nuevo Poder Judicial y cuyas constancias serán entregadas a los correspondientes ganadores; con la mira hacia el futuro próximo, esperanzador, innovador y competitivo que, por su puesto se espera por los mexicanos sea para bien.
Hay que sentarse ante la silla de la opinión pública, de la transparencia, en virtud de llegar a acuerdos que conciban una renovada forma de impartición de justicia en este país, en la inteligencia de que no se vota para hacer y seguir con las mismas prácticas, antes bien de perfeccionar el profesionalismo y la especialización que, eminentemente debe tener todo el funcionariado público y nos sólo en el Poder Judicial, hay más dependencias públicas que pueden tener áreas de oportunidad.
El fin de elegir es para mejorar en lo posible, cuestionar, calificar, revisar y criticar todo lo que sea factor de análisis, pero no aplaudir, no callarse, sí proponer en aras de buscar en una simbiosis la gobernanza, es decir ciudadanos y gobierno en pro de un proyecto común: una mayor y mejor procuración de justicia profesional que esté al alcance del ciudadano de a pie.
Ahora que, para hacer seguimiento al ejercicio del poder es menester mantenerse informado día a día, de la calidad de la información que recibamos será la acción buena o mala que tomemos. De igual forma, hay que informarse sobre lo que se aprueba, discute y se acuerde en torno a las políticas públicas que nos afecten para bien o para mal, vaya usted a saber qué venga, pero si no quiere incertidumbre participe de ellas. Empero, lo que se presente hay que estar atento, es decir, de ahora en adelante será loable que, como sus representantes ante dicha conformación, le busquen para que usted sea consultado sobre la práctica legislativa que tenga relación con proyectos de envergadura nacional o estatal y con políticas públicas que le vayan a afectar en un futuro inmediato.
Una parte integral es la formación y profesionalización del nuevo Poder Judicial es pertinente, necesario e imperante ante la vigilancia de la opinión pública, lo bueno será que se de en un ambiente propicio donde la agenda de temas no solo sea de un lado, sino que sea de ambos: emisor y receptor, para que de esta forma se propicie la retroalimentación en la atención a los temas de impartición de justicia.
Construir pues, en pro del México que deseamos, es de primera importancia y proveer las condiciones para lograr la unidad nacional no impide que nos pongamos de acuerdo e iniciemos una verdadera reconstrucción en lo educativo, económico, social, político y por supuesto del Poder Judicial, tan necesario como oportuno hoy día, ante la adversidad que se encuentra la sociedad.