ABRIENDO EL DEBATE
Una decisión que la ciudad no puede permitirse.
Por Dr. Roberto Ulises Estrada Meza
En el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), la discusión sobre el futuro de la movilidad en la zona sur de la Ciudad ha vuelto a encenderse. La convocatoria emitida por el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco (CICEJ) y la Cámara Mexicana de la Construcción (CMIC-Jalisco), para analizar la viabilidad de un viaducto elevado —el llamado segundo piso— sobre la avenida López Mateos, ha generado preocupación entre colectivos ciudadanos, asociaciones vecinales y agrupaciones técnicas y académicas. Todos ellos, reunidos en la Red Ciudad Posible, han levantado la voz para advertir que este proyecto representa un error urbanístico de alto impacto y consecuencias irreversibles.
El antecedente político y social
No es la primera vez que la ciudad enfrenta una propuesta de este tipo. En enero de 2023, el entonces presidente municipal y hoy gobernador, Pablo Lemus Navarro, fue categórico: “Es un error urbanístico para la ciudad un segundo piso vehicular. Debemos apostarle al transporte público, a la movilidad no motorizada y a la peatonalización de toda esa zona.” Su postura no era nueva; ya en 2011, en el caso de avenida Inglaterra, se había opuesto a una solución similar.
Esta congruencia histórica es la que ahora los colectivos exigen mantener. Las decisiones de infraestructura deben alinearse no solo con la evidencia técnica, sino con la voluntad ciudadana y los principios expresados por quienes gobiernan.
La evidencia ciudadana: un mandato claro
La oposición al segundo piso no es capricho de unos cuantos. En los “Diálogos por la Movilidad en López Mateos”, un ejercicio de participación ciudadana organizado por las autoridades competentes, más de 200 mil personas aportaron su visión sobre las soluciones a la problemática de congestión en la zona sur. El resultado fue contundente: más del 40% respaldó alternativas basadas en transporte público masivo y gestión eficiente del transporte. Menos del 2% apoyó la construcción de un segundo piso.
Estos datos no pueden ser ignorados. Constituyen un mandato claro de la ciudadanía: apostar por soluciones sostenibles y de largo plazo, no por obras que incentiven el uso del automóvil y profundicen los problemas existentes.
El riesgo de la “Demanda Inducida”
Uno de los argumentos más sólidos contra la construcción de un viaducto elevado es el fenómeno conocido como Demanda Inducida. Este concepto, popularizado por Anthony Downs (1962) en su obra The Law of Peak-Hour Expressway Congestion, describe cómo aumentar la capacidad vial para vehículos particulares no reduce el tráfico a largo plazo, sino que lo incrementa. Al ofrecer más espacio para circular, se incentiva el uso del automóvil, generando finalmente más congestión que antes de la obra (Downs, 1962).
En otras palabras, un segundo piso podría aliviar temporalmente el tráfico en López Mateos, pero al poco tiempo la vía estaría igual o más saturada. Esto se debe a que más personas optarían por el auto al percibir una mejora en los tiempos de traslado, lo que a su vez provocaría más emisiones, más accidentes y mayor presión sobre las calles secundarias. Ciudades como Houston, Los Ángeles y Ciudad de México han comprobado empíricamente este efecto.
Impactos urbanos, sociales y ambientales
La Red Ciudad Posible advierte que el viaducto elevado tendría múltiples consecuencias negativas:
- Urbanas: Crearía una cicatriz urbana, con espacios oscuros, inseguros y subutilizados bajo la estructura. Estos entornos tienden a degradarse rápidamente, atrayendo actividades ilícitas y reduciendo la calidad del espacio público.
- Sociales: Al priorizar el automóvil, se reduce la accesibilidad para peatones y usuarios de transporte público, profundizando la desigualdad en la movilidad.
- Ambientales: El aumento en el uso del auto implica más emisiones contaminantes, afectando la calidad del aire y contribuyendo al cambio climático local.
- Económicas: La plusvalía de las colonias cercanas podría disminuir por la afectación estética y funcional del entorno, lo que repercutiría en la economía local y el bienestar de sus habitantes.
Lecciones de otras ciudades
La experiencia internacional es clara: muchas ciudades que construyeron segundos pisos o vías elevadas hoy están optando por demolerlas. Seúl, por ejemplo, retiró el viaducto Cheonggyecheon para recuperar un río y revitalizar el centro urbano. En San Francisco, el derribo del Embarcadero Freeway tras un terremoto permitió reconectar la ciudad con su bahía y mejorar la movilidad no motorizada.
Estas decisiones, además de mejorar la calidad de vida, demostraron que apostar por transporte público eficiente, ciclovías seguras y espacios peatonales no solo es viable, sino preferible.
Un llamado a la coherencia y al futuro
La Red Ciudad Posible hace un llamado al gobernador Pablo Lemus para que mantenga la coherencia con sus posturas pasadas y respete la voluntad ciudadana expresada en los Diálogos por la Movilidad. La ciudad necesita inversiones estratégicas en sistemas de transporte masivo, movilidad activa y gestión inteligente del tránsito, no megaproyectos que perpetúen la dependencia del automóvil. La movilidad del futuro no se construye con concreto elevado, sino con redes eficientes de transporte público, infraestructura ciclista conectada, aceras amplias y seguras, y políticas que incentiven alternativas sustentables.
Además, esta Red Ciudad Posible sugiere que las autoridades revisen las principales carreteras con accesos al AMG.
Principales carreteras y accesos:
- Carretera a Chapala: Conecta Guadalajara con el aeropuerto y con la zona de Chapala. Es una vía importante para el acceso al sur y sureste del estado.
- Carretera a Zapotlanejo: Cuenta con una vía libre y una de cuota, ambas conectan Guadalajara con el oriente del estado y la zona de los Altos.
- Carretera a Tepic: Conecta Guadalajara con el estado de Nayarit y el norte de Jalisco.
- Carretera a Morelia: Conecta Guadalajara con el estado de Michoacán y el sur del estado de Jalisco.
- Carretera a Nogales: Conecta Guadalajara con el estado de Sonora y el noroeste del país.
- Periférico y Circuito Metropolitano: Rodean el AMG y facilitan la conexión entre diferentes zonas de la ciudad y municipios aledaños.
Compromiso ciudadano
Las organizaciones firmantes reiteran su disposición a colaborar con el gobierno y otros actores sociales para buscar soluciones técnicas y socialmente justas. La visión es clara: un Área Metropolitana de Guadalajara justa, sostenible, amable y conectada. Esto requiere decisiones valientes y congruentes, capaces de trascender intereses de corto plazo.
La infraestructura es mucho más que una obra; es un mensaje sobre qué tipo de ciudad queremos ser. Apostar por un segundo piso en López Mateos sería decirle al mundo que seguimos anclados en el paradigma del automóvil privado, ignorando las lecciones de la historia y la ciencia urbana. Apostar por el transporte público y la movilidad no motorizada sería, en cambio, declarar que el Área Metropòlitana de Guadalajara está lista para el siglo XXI.
Referencia
Downs, A. (1962). The Law of Peak-Hour Expressway Congestion. Traffic Quarterly, 16(3), 393–409.