Opinión Política
ANÁLISIS

Salvador Caro, lanza otra vez los dados en el juego “Serpientes y Escaleras”

El diputado federal deja Movimiento Ciudadano en busca de nuevos horizontes, luego de ser ignorado para el proyecto alfarista. Fue fundador de Morena en Jalisco y se avizora que puede regresar a donde inició después de salir del PRI.

 

Por Julio César Hernández

El viernes pasado, al revisar los mensajes que estaban recibiendo en sus celulares, los diputados federales integrantes de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano se sorprendieron de lo que estaban leyendo en un texto que les envió hasta ese momento su compañero de bancada, Salvador Caro Cabrera:

“Buen día a todos. Les escribo para expresarles toda mi gratitud por el tiempo que compartí junto con ustedes en la bancada. De todas y todos, sin excepción, debo decir que son personas extraordinarias, personas que tienen mi admiración, grandes maestras y maestros. Quiero dejar constancia de mi gratitud de siempre a Dante Delgado, al gobernador Enrique Alfaro con quien compartí 12 años de lucha política y al apoyo y las atenciones de mis compañeros Jorge Álvarez Máynez en su carácter de Coordinador y de Mirza Flores como la coordinadora de Jalisco. Querido Jorge, tal como te dije hoy que te visité, a mí ya no me da para participar en la campaña más rupturista y divertida de la historia política de México. Por eso les comparto de mi decisión de separarme de la bancada.

“Les quiero desear mucho éxito en sus actividades y en sus proyectos. Y que sepan que independientemente de la política, donde yo esté siempre estaré para servirles a ustedes o a las personas que indiquen, esa es mi misión.

“Cierro este ciclo de 12 años exactamente donde lo empecé. Gracias”.

Así, el controvertido Caro Cabrera, el de los mensajes cifrados en su cuenta de Twitter, primero, y X, después, se hacía a un lado del proyecto “naranja” dos sexenios después de haberlo iniciado tras su salida de las filas del Revolucionario Institucional.

Todavía el viernes pasado lanzó el último mensaje cifrado con el que prácticamente anunciaba su decisión:

“En el juego de serpientes y escaleras echas los dados y te puede tocar después de 12 turnos que la serpiente te regresa a donde estabas. Entonces no te queda más que echar de nuevo los daditos”.

Ahí está, en este texto escrito en X, parafraseado el último renglón del mensaje que compartió con sus ahora ex compañeros de bancada: “Cierro este ciclo de 12 años exactamente donde lo empecé”.

Las versiones sobre su futuro no se hicieron esperar: Se integrará a Morena con miras a buscar contender por la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara.

Al respecto, Caro Cabrera no ha dicho más allá de lo que se supo compartió con sus excompañeros diputados de MC.

MORENISTA. Salvador Caro fue miembro fundador de Morena en Jalisco, como lo acredita con su credencial.

DE MORENA A MORENA

¿Qué quería decir Caro Cabrera con aquello de que “cierro este ciclo de 12 años exactamente donde lo empecé” y de que “te puede tocar después de 12 turnos que la serpiente te regresa a donde estabas”?

Dicen que “a buen entendedor pocas palabras”.

¿Dónde estaba Salvador Caro Cabrera hace aproximadamente 12 años? Tras su salida del PRI, fundando en Jalisco el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), junto con Clemente Castañeda e integrantes de su equipo como Rosalío “Chalío” Arredondo y el hoy presidente municipal interino de Guadalajara, Francisco Ramírez, además del secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza. Y posteriormente, asumiendo la diputación federal bajo el emblema del Partido del Trabajo (PT).

Todos ellos estaban en el Zócalo de la Ciudad de México cuando entonces Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de Morena como partido político, y así Caro Cabrera participó en la asamblea constitutiva en el Distrito 9, cuya prueba de ello da testimonio la credencial que lo acreditaba como “Protagonista del Cambio Verdadero” y firmada por el propio López Obrador debajo de la frase “Sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación”.

Posteriormente, cuentan los “viejos de la comarca”, cuando en el 2012 renuncian al PRD, comienzan a “tejer” su relación con el entonces partido Convergencia que pocos meses después cambió su nombre por el de Movimiento Ciudadano (MC).

En este escenario, los arriba mencionados apostaban porque el vehículo para hacer política y buscar espacios de poder era Morena, pero entonces con Enrique Alfaro y demás integrantes del Grupo Compacto, que tenían poder de decisión, se discutió la conveniencia o no de seguir la ruta de la izquierda que marcaba el partido de López Obrador. La conclusión a la que llegaron fue que un proyecto de izquierda iba a llevarse muchos años para poder consolidarse en Jalisco. Todos estuvieron de acuerdo y dejaron atrás a Morena y a López Obrador.

 

EL CAMINO “NARANJA”

Cuenta la historia que Salvador Caro Cabrera se integra al Grupo Compacto de expriistas que aún se mantenían en el PRD, luego de gobernar Tlajomulco de Zúñiga, cuando Enrique Alfaro analizaba dos ofertas que tenía sobre la mesa para los comicios del 2012: ser candidato a senador del Partido Verde Ecologista o a gobernador por la alianza PAN-PRD.

No aceptó ni lo primero ni lo segundo. Se enfrentó al PRD, renunció a continuar como militante del partido del “sol azteca” y terminó siendo candidato a la gubernatura de Movimiento Ciudadano, mientras Acción Nacional postulaba a Fernando Guzmán Pérez Peláez.

Antes de lo anterior, el Grupo Compacto analizaba quién podría ser su candidato a la presidencia municipal de Guadalajara y analizaba dos nombres: el de Fernando Garza Martínez y el del ex presidente de la Coparmex, Pablo Lemus Navarro. Sin embargo, el ex panista aceptó ser candidato del PRD a la gubernatura, mientras Lemus Navarro despreció la invitación porque andaba de vacaciones y no podía atender el asunto, ya que andaba en altamar.

En ese tiempo, Caro Cabrera coordinaba los trabajos de la estructura territorial electoral en Guadalajara, pero el tiempo avanzaba y fue que le propusieron ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía tapatía, frente al exgobernador Alberto Cárdenas Jiménez, por el PAN, y Ramiro Hernández García, por el PRI. La historia ya se conoce: Ganó Ramiro y Alberto y Salvador se convirtieron en regidores.

Sin embargo, desde esa regiduría, y con el trabajo que ya tenía realizado en Guadalajara, Salvador Caro fue construyendo una oposición y creando las condiciones con su equipo que le dieran a Movimiento Ciudadano las posibilidades de triunfo en la siguiente elección, trabajando las bases de la estructura territorial y electoral.

Para las elecciones del 2015, el proyecto de Salvador Caro era ser candidato a diputado por cualquier distrito en Guadalajara, pero Alfaro Ramírez le pidió ser su coordinador de campaña para la presidencia municipal. Movimiento Ciudadano ganó las elecciones de ese año.

Ya como alcalde, Enrique Alfaro lo integró a su gabinete y lo designó Comisario General de la Policía de Guadalajara, en cuya gestión se enfrentó una crisis de inseguridad en el país que, por supuesto, impactó en la capital, pero aun así se lograron mantener estándares positivos en comparación con otras ciudades del país, pues no se registraron “narco-bloqueos” ni desmanes en el estadio Jalisco, por mencionar dos casos que posteriormente dieron mucho de qué hablar y colocaron a Guadalajara en el “ojo del huracán”.

ALIADOS. En aquel ya lejano 2012 con el entonces candidato a la gubernatura Enrique Alfaro. Esta relación ya no existe.

OPERADOR POLÍTICO

Posteriormente, para las elecciones del 2018 fue postulado como candidato a diputado local por la vía plurinominal. Ganadas las elecciones, y contra la oposición de los liderazgos al interior del Grupo Compacto, Caro Cabrera se convirtió en el coordinador de la fracción emecista en el Congreso del Estado, entregando buenas cuentas en la primera mitad del sexenio alfarista, pues además de mostrar firmeza ante la oposición, las cuentas públicas salieron sin sobresalto alguno e, incluso, en este entonces el IMCO lo reconoció como el mejor Congreso del país.

Para las elecciones del 2021, el gobernador Alfaro y el entonces presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro Castro, lo invitaron a contender para repetir en el Congreso del Estado, ahora por la vía de mayoría relativa, por el Distrito 9, donde comenzó a hacer su precampaña.

Pero el escenario emecista sufrió una inesperada crisis con la renuncia de Ismael del Toro como precandidato a reelegirse en la presidencia municipal de Guadalajara. Es entonces que Salvador Caro decide, en solidaridad con el alcalde, renunciar a la candidatura a diputado cuando, además, ya se había decidido que Pablo Lemus fuera el sucesor de Del Toro. En ese entonces se supo que Caro había renunciado a la candidatura también para dejarle “cancha libre” a Lemus Navarro, pues se sabía -y se sabe-, dentro y fuera de MC, que el hoy candidato a la gubernatura no hace equipo ni acuerdos políticos.

Parte de esta historia es que luego Salvador Caro fue invitado a ser diputado federal. En aquel entonces se sospechó que detrás de esta “invitación” estaba el propósito de “desterrarlo” ante la seguridad de que Lemus ganaría la elección municipal.

Sin embargo, para nadie fue un secreto que, tras la renuncia de Ismael del Toro, estaba la aspiración de Caro Cabrera de ser designado candidato a la presidencia municipal al considerar que tenía la fuerza interna para serlo, pero dentro del Grupo Compacto y el propio Alfaro Ramírez se opusieron y apostaron por el ex presidente de la Coparmex. La historia de lo que fue la administración de Lemus Navarro en Guadalajara y lo que hizo para obtener ahora la candidatura al gobierno estatal ya es por todos conocida.

 

“PINTARON SU RAYA”

A partir de entonces, de acuerdo a los testimonios recogidos, Salvador Caro Cabrera enfrentó un distanciamiento con el Grupo Compacto de MC y la cúpula alfarista comenzó a cerrársele y haciéndose más elitista. Incluso, aseguran que en la misma fracción parlamentaria “naranja” en la Cámara de Diputados prácticamente se le “cerraron las puertas” y fue “congelado”, al grado de que prácticamente en un año no se le autorizó subir a la tribuna legislativa a presentar iniciativa alguna.

Sin embargo, Caro Cabrera no se quedó “de brazos cruzados” y nuevamente comenzó a construir sus propios espacios. En el 2022 echó a andar su propio proyecto denominado “Guadalajara para todas y todos”, y apoyado en su equipo que nunca se desintegró y se mantuvo a su lado, realizaron una serie de eventos -se calculan alrededor de 200- en diversas colonias tapatías, con lo que tuvo y retomó el contacto con la gente y con quienes había comenzado a hacer política allá por finales de los ochentas, a decir de sus propios colaboradores.

Lo que, al parecer, terminó por “cerrarle las puertas” de Casa Jalisco y del Ayuntamiento de Guadalajara fue este proyecto y aquel informe masivo que rindió en el oriente de Guadalajara. Pareciera como si les asustó la propia fuerza del aun diputado federal o el manejo independiente que aplicaba al no ser tomado en cuenta.

ALIANZA. En 2012 llegó a la Cámara de Diputados bajo las siglas del PT y el distintivo del entonces aliado MC.

Ahí está, en este texto escrito en X, parafraseado el último renglón del mensaje que compartió con sus ahora ex compañeros de bancada: “Cierro este ciclo de 12 años exactamente donde lo empecé”.

EL PRINCIPIO DEL FIN

Cuentan que las “señales” que anunciaron que las “puertas” del alfarismo prácticamente se cerraban para Caro Cabrera y su equipo, se advirtieron poco después del informe que rindió Clemente Castañeda, en el Centro Cultural Universitario, con en el que despertó altas expectativas entre el emecismo jalisciense al “destaparse” ahí como aspirante a la candidatura al gobierno del Estado.

Bastó un encuentro que Salvador Caro sostuvo con el gobernador y en el que éste le habría dicho, o dado a entender, que estaba fuera del proyecto para ser candidato a alguno de los cargos de elección popular que están en juego -particularmente la alcaldía de Guadalajara-, y que lo más que podría hacer era sumarlo a su equipo de colaboradores y cerrar con él su administración. Ahí -revelan-, Alfaro le dejó entrever que sería la senadora Verónica Delgadillo la candidata a la presidencia municipal de Guadalajara -y Lemus a la gubernatura-, no obstante que en las encuestas municipales que conocían al interior del emecismo, los resultados lo colocaban muy por encima de la senadora.

Frente a este escenario, Salvador Caro se dio a la tarea de preparar su informe de actividades legislativas y emprender la campaña que denominó “Vivir sin miedo”, lo que reforzó y consolidó su posición en el nivel de conocimiento entre la ciudadanía tapatía, lo que habría preocupado al alfarismo, razón por la que se acelerara la decisión sobre la definición de la candidatura a Guadalajara con el informe que rindió Verónica Delgadillo y su “video destape”.

Corría ese tiempo cuando el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, llamó a Caro Cabrera y le planteó -quizás en aquel encuentro que sostuvieron en el Starbucks de Chapultepec- la propuesta de ser candidato a diputado por un distrito que los “chavistas” o “caroeístas” consideraron un “suicidio” aceptar porque es de los que se consideran perdidos para Movimiento Ciudadano.  Obviamente Salvador rechazó la propuesta de Ibarra.

Días después, Salvador Caro tuvo otro encuentro con el gobernador Alfaro a quien en ese momento le habría adelantado que buscaría otras opciones ante la imposibilidad de tenerlas en Movimiento Ciudadano.

Fue entonces cuando convocó a sus asambleas sin tener respuesta alguna del alfarismo. En la tercera asamblea -ampliamente difundida por los medios de comunicación y en las redes sociales-, se puso a consideración de 2 mil 200 asambleístas el paso a seguir y fue unánime la decisión de explorar otras opciones políticas, particularmente con Morena.

A partir de entonces es que viene a cuento lo escrito por Salvador Caro: “En el juego de serpientes y escaleras echas los dados y te puede tocar después de 12 turnos que la serpiente te regresa a donde estabas. Entonces no te queda más que echar de nuevo los daditos”.

 

LA FUERZA DE CARO

Dentro y fuera de Movimiento Ciudadano -como en su momento dentro y fuera del PRI-, se reconoce la habilidad política de Salvador Caro y la capacidad y experiencia de su grupo -muy integrado- para la operación y movilización política que, dicen los propios emecistas, fueron importantes y fundamentales para los triunfos en Guadalajara de Enrique Alfaro, Ismael del Toro y de Pablo Lemus. No en vano el primero lo designó su coordinador de campaña a la presidencia municipal en 2015.

De acuerdo a cifras de quienes han estado al tanto -incluso de la misma oposición-, del trabajo de Caro Cabrera y su equipo en Guadalajara, se estima que representan cuando menos el diez por ciento de los votos que ha obtenido Movimiento Ciudadano en Guadalajara.

Hay quienes luego de conocerse su salida del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, dan por hecho que se sumará a la bancada mayoritaria de Morena -podría ser, incluso, presentado como tal en la reunión plenaria que sostengan próximamente-, desde donde buscaría ser contendiente por la candidatura a la alcaldía de Guadalajara.

Se asegura, incluso, que ya está en la lista de quienes Morena encuesta para determinar esta candidatura.

 

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