Opinión Política
EDUCACIÓN E HISTORIA

México dio un gran paso con la apertura comercial

Los tratados internacionales deben ir acompañados de políticas púbñicas consistentes, afirma Ildefonso Guajardo en conferencia en la UAG.

 

Por Alfredo Arnold

“México tomó una gran decisión en los años noventa al abrirse al comercio internacional. Cuando la Unión Europea ya se integraba comercialmente en esos años, nosotros estábamos desperdiciando la gran oportunidad de incorporarnos al bloque norteamericano, el más grande del mundo, hasta que vino el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá”.

Así lo afirmó el diputado federal Ildefonso Guajardo Villarreal, exsecretario de Economía quien trabajó directamente en la elaboración del tratado entre México, EU y Canadá (T-MEC) y en su antecedente, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Guajardo Villarreal impartió una conferencia en la Universidad Autónoma de Guadalajara sobre el panorama actual del comercio exterior y las oportunidades que este campo ofrece a los jóvenes profesionistas.

Recordó que cuando se comenzó a explorar la posibilidad de un tratado comercial del alcance del TLCAN, muchos sectores productivos de México mostraron dudas sobre su viabilidad, “estaban aterrorizados de que Estados Unidos nos arrasara con la apertura. Los cerveceros, por ejemplo, creían que íbamos a ser desplazados y la realidad es que hoy somos el primer exportador de cerveza en el mundo y la cadena de valor de esta industria ha beneficiado la producción de cebada. La industria de autopartes también estaba temerosa y sin embargo aprendió a competir, a dar resultados y hoy tiene presencia en todo el mundo”.

Un hecho que facilitó aquella apertura comercial es que existía coincidencia entre los mandatarios (Bush de Estados Unidos, Salinas de México y Mulroney de Canadá). Eso fue hace 28 años, pero con el tiempo han ido cambiando las condiciones y también los gobiernos, comentó.

Los aranceles, la logística, las aduanas, las directrices de la Organización Mundial del Comercio, incluso la responsabilidad de respetar las reglas va más allá del esquema curricular ya que pueden ser afectados por la dirección que tome cada país, consideró el expositor.

El reto hoy es entender cómo se mueve el mundo. La pandemia nos enseñó que una cadena de producción muy extensa ya no es posible, la logística tiene gran importancia ya que por situaciones geopolíticas se puede producir una parálisis que afecte la producción final de una manufactura, como está ocurriendo actualmente por el conflicto bélico en Europa del Este. El consolidar cadenas productivas en regiones más restringidas o cercanas –el llamado nearshoring– es la nueva tendencia. “De ahí la importancia de no enviar señales confusas sino dar certidumbre a nuestros aliados comerciales”, dijo Guajardo.

Juan Carlos Leaño entregando reconocimiento a Don Ildefonso Guajardo exsecretario de Economía.

Aclaró el ex titular de la Secretaría de Economía que el T-MEC es una herramienta de política pública para abrirnos al desarrollo, pero no es una varita mágica. Por lo tanto, esta herramienta debe ir acompañada con otras políticas públicas congruentes y competitivas, por ejemplo, con una logística adecuada, trenes eficientes, aduanas, etcétera; “el éxito depende de muchas decisiones”.

El reto que presenta el comercio exterior a los jóvenes que estudian esta carrera o que esperan dedicarse a esta actividad es conjuntar las oportunidades y riesgos y aprender a enfrentarse a un mundo altamente cambiante. Deberán estar atentos a lo que pasa en el entorno y “desarrollar olfato” para hacer nuevos negocios. La tecnología está a su favor, son tiempos difíciles pero abundante en oportunidades.

Una de las diferencias entre el antiguo TLCAN y el nuevo T-MEC es que éste incluye el comercio digital que anteriormente no se contemplaba.

Otro tratado comercial muy importante es el acuerdo que se firmó con la Unión Europea, así como el de Japón, aunque estos quedaron incompletos.

Sobre el futuro comercial de nuestro país, Guajardo Villarreal consideró que “no está en riesgo nuestro acuerdo con los americanos; los sectores mexicanos de automóviles y de productos frescos, por ejemplo, están bien organizados; sin embargo les estamos enviando mensajes muy malos y podrían irse a otra parte. El riesgo es dejar ir las oportunidades, algunas empresas norteamericanas están buscando hacer nuevas alianzas con Vietnam y otros países”.

Finalmente, dijo que lo ideal es que la Organización Mundial de Comercio se abriera a todo el mundo en beneficio del comercio global, lo cual beneficiaría a productores y consumidores, aunque aceptó que esto en realidad no es más que una ilusión, una utopía.

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