Desde el 25 de junio pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum adelantó que un “grupo de trabajo”, ya diseña un proyecto de reforma electoral que buscará su aprobación en el próximo periodo ordinario de sesiones. La mandataria mexicana señaló que dicha propuesta retomará al menos cuatro ejes inscritos dentro de dos iniciativas de reforma rechazadas en el pasado sexenio.
Por José Raúl Linares
“Que no haya tanto recurso público destinado a los partidos políticos. Que las elecciones no sean tan caras en nuestro país. Que se generan los mecanismos para que sean transparentes, que se realicen adecuadamente, pero que no se requieran tantos recursos. Que la representación proporcional de los partidos políticos se genere de una manera distinta, que no sean las listas de plurinominales”, dijo en su conferencia ‘matutina’ la presidenta de México.
Hasta el momento no se han dado a conocer más detalles del proyecto, aunque por sí solo, ya despertó el rechazo (adelantado) de los partidos de oposición, así como operaciones políticas desde la Secretaría de Gobernación, encabezado por Rosa Icela Rodríguez, y del Instituto Nacional Electoral (INE), presidido por Guadalupe Taddei.
Todo comenzó como una revancha:
Entre los años 2022 y 2023, el expresidente Andrés Manuel López Obrador intentó impulsar dos reformas electorales, conocidas como el ‘Plan A’ y el ‘Plan B’, que recibieron el rechazo de los legisladores opositores (PRI, PAN, PRD y MC), así como impugnaciones en materia constitucional abordadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En la ejecución del llamado ‘Plan A’, López Obrador vaticinó que su proyecto buscaría Instaurar una democracia limpia y evitar más fraudes en el país, al convertir el Instituto Nacional Electoral (INE) en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), disminuir el consejo general del órgano electoral de once a siete funcionarios, eliminar (o disminuir) las prerrogativas a partidos políticos, y desaparecer los legisladores de representación proporcional.
No obstante, el dictamen, originalmente diseñado por Horario Duarte Olivares, histórico asesor de López Obrador en materia electoral, y el cual buscaba modificar 18 artículos constitucionales, así como siete transitorios, no alcanzó la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Pero el entonces presidente no cejó sus esfuerzos por modificar el sistema electoral vigente.
En la ejecución del llamado ‘Plan B”, presentado unos meses después del primer fracaso legislativo, el entonces mandatario anunció otro paquete que no necesitaba de la mayoría calificada del Congreso, al componerse de reformas a leyes reglamentarias. Dicha propuesta se enfocó principalmente en la reducción de áreas administrativas, prerrogativas a partidos, organismos electorales locales, así como el despido de cientos de trabajadores del servicio público de carrera.
Si bien el paquete fue aprobado en el penúltimo año de la administración lopezobradorista, el proyecto fue eliminado por la SCJN, ya que previamente recibió 161 controversias constitucionales, así como nueve acciones de inconstitucionalidad. El Alto Tribunal terminó por desechar el paquete, aún si este ya había sido publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), pues la mayoría de los ministros consideró que existieron “claras violaciones” durante el proceso legislativo.
Aun así, el fracaso de los llamados ‘Plan A’ y ‘Plan B’, volvió a la palestra pública, cuando López Obrador creció su apuesta original: no solo decidió colocar a gente cercana a su administración dentro del INE, y organizó, desde dentro, reformas en la composición del Consejo General.
También decidió lanzar otro proyecto que bautizó como el ‘Plan C’, para obtener ‘carro completo’ en las elecciones de 2024: la presidencia de la República y el control del Congreso de la Unión, junto con un ambicioso paquete de reformas constitucionales, incluido otro ambicioso proyecto de reformas para rehacer el Poder Judicial de la Federación (PJF).
La victoria del expresidente fue contundente en las elecciones de ese año, y la amenaza de aquél entonces, hoy busca convertirse en historia.