Opinión Política
ANÁLISIS

La “guerra” Sheinbaum-Ebrard sube de tono

Crece con intensidad la disputa entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard con acusaciones mutuas de presuntas irregularidades, mientras que Adán Augusto López ha decidido bajar el perfil. La elección del Estado de México también repercutirá en esta carrera interna por la candidatura presidencial en Morena.

 

Por Julio César Hernández

La elección por la gubernatura del Estado de México, particularmente, tendrá indudablemente consecuencias en la carrera por la candidatura de Morena a la presidencia de la República, concretamente entre la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, quienes tienen a sus respectivos grupos trabajando en apoyo de la maestra delfina Gómez Álvarez.

En los últimos días, y a raíz de una encuesta publicada por periódico El Universal el lunes pasado, hay quienes dan por sentado que la candidata de Morena será Claudia Sheinbaum al colocarse con un 32% en las preferencias electorales, mientras Marcelo Ebrard suma un 23%; Ricardo Monreal un 10%; Gerardo Fernández Noroña un 10% y hasta abajo aparece Adán Augusto López con apenas el 6%.

Esta encuesta se publica en el contexto de un fuerte enfrentamiento entre Sheinbaum y Ebrard que cada vez sube de intensidad en todo el país, y cuyos grupos de apoyo se encargan de hacer las acusaciones mutuas de presuntas irregularidades. Pero es del lado del Canciller de donde ha salido el mayor número de quejas y acusaciones en contra de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México por presuntos actos anticipados de campaña y de violentar la ley electoral, al tiempo de que suma nuevas expresiones de apoyo en los estados, como la denominada Plataforma Verde, recién integrada aquí en Jalisco y en otra decena de entidades.

Al mismo tiempo que hay voces que advierten que Marcelo Ebrard no está en el ánimo del presidente López Obrador, hay otras que apuestan que en caso de no obtener la candidatura morenista, se rebelará, romperá con el partido y la 4T, y será “adoptado” por la oposición, principalmente Movimiento Ciudadano, en primer lugar, e incluso también por la coalición Va por México, en una decisión desesperada por ser una verdadera competencia. Sin embargo, quienes conocen o dicen conocer bien al secretario de Relaciones Exteriores, aseguran que nunca dará ese paso y se someterá a la voluntad presidencial, como ya lo hizo el otro ex aspirante Ricardo Monreal Ávila.

CANCILLER. Marcelo Ebrard Casaubón mantiene el paso sin dar tregua.

MARCELO VS CLAUDIA

Ebrard va por todo y se jugará la última oportunidad de ser el candidato presidencial, sin duda. Sus más cercanos colaboradores están convencidos de que al presidente López Obrador le conviene que el Canciller sea el candidato porque ya dio muestras, cuando lo sucedió en el gobierno del entonces Distrito Federal, que es garantía de continuidad y lealtad, amén de las capacidades políticas que presumen tiene por encima de Sheinbaum, a la que consideran su principal adversaria; además de la presencia y confianza que ha consolidado en el extranjero como responsable de la política exterior del país, no obstante los tropiezos que ha tenido como el de los inmigrantes durante la era Trump en Estados Unidos y que hoy sus adversarios se encargan de volverlo a sacar a la luz pública.

Por su parte, Sheinbaum y sus seguidores han sabido sacarle provecho a la difusión de que es la “favorita” de Palacio Nacional y que la ventaja que le dan las diversas encuestas sobre sus adversarios ya es irreversible o al menos les da la confianza para seguir difundiendo que cuenta con todo el apoyo del presidente López Obrador, argumento suficiente para dejar en la imaginaria ciudadana, y particularmente de la militancia morenista, de que hay que ir con la ganadora.

Y en esta sintonía está la propia jefa de gobierno de la Ciudad de México, quien minimiza o prácticamente ignora los problemas de la capital del país, concretamente los reiterados que suceden en las diversas líneas del Metro, medio de transporte que se ha convertido en un verdadero “dolor de cabeza” para los capitalinos.

CANDIDATA. Claudia Sheinbaum Pardo, se mantiene arriba en encuestas.

EDOMEX: LUCHA DE FUERZAS

La elección por la gubernatura en el Estado de México será también terreno para que Sheinbaum Pardo y Ebrard Casaubon midan fuerzas y demuestren quién tiene más capacidad para sacar con éxito sus encomiendas, pues a cada uno de ellos se les encargó trabajar a favor de la maestra Delfina una región del Estado de México, y por supuesto que se espera que ambos entreguen buenas cuentas a la candidata, a su partico y al propio presidente de la República.

Claudia Sheinbaum trae como antecedente el haber perdido la mitad de la Ciudad de México en las pasadas elecciones del 2021, y ahora tendrá como reto sacarse aquella “espinita” y hacer que la candidata mexiquense no sólo gane, sino que lo haga con amplio margen en el territorio que le fue asignado.

El mismo objetivo tiene enfrente el secretario de Relaciones Exteriores, quien ha puesto a su equipo a trabajar intensamente en el área que le fue asignada, y sin duda que no querrán que el camino rumbo a la candidatura presidencial se manche entregando malos resultados, que no sólo sería si Delfina Gómez no gana en los municipios y distritos de los que es responsable, sino que los gane con menos ventajas que los que logre en el territorio responsabilidad de Sheinbaum.

Hasta este extremo ha llegado la contienda entre Sheinbaum y Ebrard.

TERCERO. Adán Augusto López bajó el perfil, pero aprovecha las

ADÁN BAJA SU PERFIL

Quien ha guardado silencio en los últimos días de las dos pasadas semanas fue el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández. Su participación y aparición pública fue menor a la de tiempo atrás, aunque en las pocas que hizo en una de ellas no le fue muy bien, pues fue abucheado en un evento con ganaderos. Pero por el momento bajó su perfil.

López Hernández venía destacando porque las encuestas registraban un repunte en la preferencia ciudadana; era de los aspirantes el que venía subiendo, en tanto los demás permanecían estancados. Seguramente espera “tomar aire” y volver a moverse pasadas las elecciones estatales del próximo domingo.

Pero ese bajo perfil del secretario de Gobernación es interpretado también como parte del papel que le toca jugar en esta contienda como un “tercero en discordia”, en caso de que las cosas se complicaran entre Claudia Sheinbaum Marcelo Ebrard, cosa que, efectivamente, está sucediendo.

Y si López Hernández entró a jugar este papel, sin duda que ha sabido aprovecharlo muy bien por el crecimiento que ha registrado en la preferencia entre los morenistas. El tiempo dirá si de veras estaba destinado a suceder a López Obrador constitucionalmente por un período de seos años o si sólo se trataba de estar preparado para una eventual presidencia interina.

En este contexto morenista, la realidad es que con cualquiera de estos aspirantes el partido de López Obrador mantiene ventaja para lograr la victoria en el 2024 y repetir en la presidencia de la República, frente a una oposición que aún es una incógnita y que ve pasar el tiempo sin que se tomen las grandes decisiones que la coloquen en una posición que le diga a los ciudadanos que es altamente competitiva como para arrebatarle a Morena el poder.

 

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