Justicia terapéutica, el impacto de la ley y procedimientos en el bienestar psicológico y emocional de los involucrados.
Por Mario Díaz
Existe un dicho que casi es una ley en los que necesitan o son involucrados en la maraña del sistema judicial mexicano, “es mejor un buen arreglo, que un mal pleito”, esto encierra la opinión mayoritaria de que entrar a un juicio en cualquier materia, la única certeza es que pasarán años para una resolución final, lo que conlleva el desgaste físico, económico, psicológico y cuyas consecuencias cargarán por mucho tiempo más.
Iniciar un pleito legal, jurídico es para muchos caer en un torbellino de tecnicismos sin sentido, procesos engorrosos, desconfianza incluso en los defensores, desconfianza en el sistema judicial, “con dinero baila el perro”, “la justicia es para el que tiene dinero”.
Una batalla casi épica es la que ha iniciado el Magistrado Luis Enrique Osuna Sánchez, del Tribunal Federal de Justicia Administrativa en la región de Jalisco, quien abandera la práctica de la llamada Justicia Terapéutica, cuyo principal objetivo es que el Derecho y su aplicación tenga mínimas afectaciones en los ciudadanos, maximizando las consecuencias positivas de las acciones legales, vigilando siempre el respeto al debido proceso; el conocimiento y aplicación de las normas.
Este concepto que surgió a finales de la década de los 90´s por el profesor en Derecho David Wexler, en su publicación «The Development of Therapeutic Jurisprudence», “hoy es un movimiento muy grande que busca humanizar la justicia, dejar de lado su característica fría, burocrática, insensible, queremos cambiar todo eso. La justicia terapéutica parte de la idea de que tanto las leyes, los procedimientos, pero sobre todo las prácticas, la manera en que los operadores del derecho, los servidores públicos aplican y ejecutan la ley tienen repercusiones no solo en lo legal, en lo económico y en todas las ejecuciones clásicas que el derecho ha visto, sino que también tiene repercusiones en el bienestar emocional”, puntualiza Osuna Sánchez.
“Fuimos de los primeros en Iberoamérica en traer este concepto, nos enfrentamos a una resistencia total, ahora tenemos el término en la ley general de medios alternativos de solución de conflictos, en la ley de ejecución penal, hay un manual que la secretaría de gobernación ya emitió”.
Magistrado Luis Enrique Osuna Sánchez,
del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
Hace hincapié en que este modelo y práctica de la impartición de justicia trata de incluir estos factores dentro de la operación para que las leyes funcionen como agentes terapéuticas, es decir, las leyes deben de custodiar la salud mental y el estado emocional de los ciudadanos, poniendo el máximo esfuerzo en promover que la ley no debe de causar estrés, miedo, inseguridad a los ciudadanos.
Vicepresidente de la Asociación Iberoamericana de Justicia Terapéutica, con sede en España, Osuna Sánchez, aclara: «Por el término terapéutico se piensa que se trata de llevar a las personas a una terapia, si alguien sufrió algún abuso, algún trauma esto se tiene que hacer de cajón, pero esto se trata de que la condición de bienestar emocional siempre está presente en todos los ciudadanos, todos los días y la manera en que el político, el elemento de seguridad, el funcionario se comunica con los ciudadanos puede afectar este bienestar, incluso puede causarle estrés, ansiedad y puede modificar hasta sus conductas al enfrentarse al sistema judicial tanto de México como de otros países”.
Agrega que la justicia terapéutica busca en todos lados y en todas las ramas del derecho estas oportunidades de generar el bienestar. Para lograr esta condición expuso que se deben de integrar conocimientos de otras disciplinas como la psicología, la criminología y el trabajo social, con el fin de humanizar los procesos legales y promover la salud emocional y el bienestar de los usuarios del sistema judicial.
No hay jalisciense que haya pasado por un asunto judicial o que esté de lleno en ello que no tenga una mala opinión del actual sistema judicial, también la mayoría considera que los nuevos juzgadores no cambiarán las formas y modos.
“Así es, la gran mayoría tiene la percepción de que tener un proceso judicial sea de cualquiera de los lados, es un tema que abruma más a los ciudadanos que buscan justicia, esto habla también de cómo se desempeña un juzgador, cualquier funcionario del sistema judicial, por ejemplo, si tienes que pasar con un juez o magistrado, pero encuentras puertas cerradas; la secretarias no te atienden; no hay quién te señale una ruta un camino a seguir, empiezas a odiar el proceso judicial, sientes que te humillan porque no te escuchan, no te respetan como ciudadano; se considera que nada de lo que pueda decir el ciudadano le va a importar a la justicia, esto es un efecto dominó en la sociedad, cuando este sujeto empieza a decir cómo le fue con su proceso”.
Pero para el magistrado y presidente de esta asociación Capítulo Jalisco, todo esto empieza a cambiar con la aplicación de justicia terapéutica. “Cuando el servidor público utiliza herramientas como escucha activa, comunicación asertiva, empatía, todas estas técnicas como oralidad, empieza a cambiar la conversación social, lo hablaba en Guadalajara con los elementos de seguridad, les comentaba que el primer acercamiento que un ciudadano tiene con la autoridad muchas veces es por la policía municipal, este primer contacto influye no solo con ese elemento en particular, sino que es con todo el sistema. Empieza a cambiar la percepción ciudadana sobre los funcionarios de todos los niveles”.
Sentencias
La justicia terapéutica busca diversas herramientas que más allá de solo lo jurídico, y que la protección de derechos humanos llegue al centro de las personas y ejemplifica lo que pudiera ser una sentencia bajo este método. “Un protocolo para juzgar a un grupo vulnerable, tal vez un grupo indígena, migrantes, mujeres con ciertas vulnerabilidades, se aplique estos protocolos, se consideran estas situaciones también si es de niñas, niños adolescentes, adultos mayores y en base a estos protocolos se custodia lo jurídico se flexibiliza el derecho y se cuida el bienestar emocional de las personas”.
“Otro ejemplo, señala Osuna Sánchez, las sentencias emitidas en formato de lectura fácil, si una sentencia va destinada a alguien vulnerable, tal vez un niño, en lugar de toda esta sentencia técnica que no deja de ser importante y que nadie deja de lado, se complementa con una conversación entre el juzgador y el destinatario el niño, digamos: “Estimado Juanito, quiero comentarte que analicé tu caso y estoy muy preocupado por tu situación, por eso te vamos a proteger como representante del estado y vas a poder seguir viendo a tu papá, pero vas a estar más tiempo con tu mamá porque consideramos que es ella quien te puede cuidar…Quitamos todo el tecnicismo que es importante que quede asentado en el expediente, pero se lo vamos a explicar para no abrumarlo con temas técnicos o jurídicos”.
Juzgados
Por parte de los juzgadores también se deben de generar condiciones para aplicar la Justicia Terapéutica, como lo explica el Magistrado Luis Enrique Osuna Sánchez, las personas que llegan a sus oficinas se da por hecho, que acuden con algún problema, alguna situación que deben de resolver, “tal vez haya casos en que no podemos dar una solución, pero la experiencia que ellos tienen cuando vienen con nosotros debes ser la mejor. Se les atiende, se les escucha, es tratar de suavizar la burocracia, si a alguien le hace falta un papel, un documento para que avance el trámite, pues le seguirá faltando, pero la manera en que se le da esta información hace la diferencia”.
“Es común solo escuchar a servidores que tal vez tuvieron una mala mañana, atender a los ciudadanos, con un simple PUES le hace falta tal documento y su trámite no procede. EL QUE SGUE. Cuando se puede aclararle al usuario que tal documento es muy importante para tal tema, que una vez que lo traiga podemos hacer que su trámite culmine satisfactoriamente, incluso se les puede orientar, mire este documento lo puede solicitar en tal lugar, sí lo que necesita se puede adquirir electrónicamente se le da la dirección electrónica. Es orientar a quien acude a la justicia, pero es esta metodología o maneras de atender a los ciudadanos puede aplicarla cualquier funcionario, servidor público y que atienda a los ciudadanos como quieren ser tratado”.
Acepta que llegar a tener todo un sistema judicial terapéutico, humanizado puede sonar “muy románico todo esto, pero lo grave es que no pensemos que la justicia y el derecho tienen corazón. Tenemos que volver a poner a la persona humano en el centro del derecho”.
Valle de los Molinos
Sobre ¿cómo hubiese sido una sentencia en Justicia Terapéutica, en el tema en Valle de los Molinos? donde la magistrada Paloma Romana Magallanes, autorizó a la empresa Casas Jave la posibilidad de construir cerca de 17 mil viviendas, lo que pudiera afectar la protección del Bosque El Nixticuil (Zapopan), el Luis Enrique Osuna Sánchez, Magistrado del Tribunal Federal de Justicia Administrativa destaca. ´
“Esta es una gran pregunta y me encanta que la lleves a este tema, porque hace muy poco la doctora Martha Frías Armenta de la Universidad de Sonora y precursora en Iberoamérica de justicia terapéutica, hace un esquema donde aplica los principios de este método al cambio climático y el derecho al medio ambiente sano”.
“Además de los tecnicismos jurídicos que seguramente se utilizó para dictar esta resolución, que no voy a cuestionar porque es materia de autonomía de los juzgadores, lo cierto es que se pudo haber enriquecido esa sentencia si se consideran factores desde la justicia terapéutica, desde los derechos humanos que tenemos los ciudadanos a un ambiente sano, también cuál será la compensación y remedio que se tendrá que hacer, si es que hay esta afectación ambiental, como hacer un gran programa, enorme de reforestación, no lo sé”.
“Pero definitivamente cuando se piensa en esto, se piensa en grande y se piensa en todas las repercusiones y no sola o exclusivamente en una resolución a corto plazo. Una de las cosas más importantes que en términos de justicia terapéutica aplica, independientemente de los marcos jurídicos que a veces nos limitan, es dar voz, validación y respeto a los ciudadanos y a la sociedad en general que pudiera verse afectada por un determinado fallo, esto es de los más esencial que debe siempre permear”.
“Yo hubiera tratado de incluir más la voz de los ciudadanos en general y tratar de incorporarlos a mi decisión, en un sentido o en otro no estoy diciendo cómo deberían de haber resuelto sino buscar esa sensibilidad”.