Opinión Política
ANÁLISIS

Dante y el futuro incierto de MC Jalisco

El dirigente nacional de Movimiento Ciudadano se ha deslindado de la lucha legal por la gubernatura y ni las manos ha metido. El Grupo Jalisco está destinado a desaparecer tras el retiro de Alfaro, y Delgado parece estar dispuesto a retomar el control estatal.

 

Por Julio César Hernández

¿Por qué Dante Delgado Rannauro abandonó a su partido en Jalisco en la pelea legal por la gubernatura? ¿Por qué desde la dirigencia nacional no se han pronunciado reiteradamente en defensa de su candidato Jesús Pablo Lemus Navarro a quien el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) entregó la constancia de mayoría como ganador de la elección? ¿Por qué ha dejado en manos del emecismo jalisciense la defensa de la victoria, a diferencia de Morena que designó desde la Ciudad de México a dos “pesos completos” para encabezar la impugnación, como son Leonel Cota Montaño, titular de Segalmex y futuro subsecretario de Agricultura en el gobierno de Claudia Sheinbaum, y Esthela Durán, una de las mujeres de mayor confianza de la presidente electa, de quien fue secretaria particular?

Por allá en las semanas posteriores a la declaración de Lemus Navarro como ganador de la gubernatura, en sus redes sociales Dante publicó algunas líneas respaldando el triunfo de Movimiento Ciudadano, pero posteriormente se olvidó del caso. Nunca más ha escrito ni declarado nada más al respecto. Será por razones de salud, luego de que la semana pasada reveló que fue sometido a una intervención quirúrgica debido a que en su familia hay antecedentes de cáncer; habrá sido porque le importaba más pelear en contra de la sobrerrepresentación de Morena que se gestaba en la Cámara de Diputados y se sentía afectado; o quizás porque ya sospechaba que su llegada al Senado de la República estaba en peligro.

Puede ser por éstas o muchas otras razones, pero la conclusión en la que todos o la mayoría en Jalisco coincide es que son las diferencias y el pleito que mantiene con el gobernador Enrique Alfaro Ramírez los motivos por los que Dante Delgado decidió olvidarse de sumarse a la defensa de un triunfo que está impugnado de su partido en el estado que, en su momento, prácticamente lo salvó de perder el registro como partido nacional.

No se entiende de otra manera la indiferencia del dirigente nacional de MC a lo que su partido enfrenta en Jalisco.

Pero no sólo es Dante como “dueño” y dirigente de Movimiento Ciudadano, sino toda la dirigencia nacional y hasta el excandidato a la presidencia de la República, Jorge Álvarez Máynez, se han desentendido del Caso Jalisco. No se necesita mucha inteligencia para entender también la postura de este último ante el desaire del que fue objeto por el Grupo Jalisco a su candidatura presidencial y la objeción y crítica permanente de Alfaro a su postulación.

INCIERTO. Jesús Pablo Lemus Navarro enfrenta la impugnación a su triunfo y eso “abolló” una victoria que no se ha disfrutado.

¿LA “VENGANZA ES DULCE”?

Lo referido en los dos anteriores párrafos parecen explicar muy bien el por qué Dante Delgado le paga con la misma “moneda” al emecismo jalisciense, y más concretamente al Grupo Jalisco que encabeza el gobernador Alfaro Ramírez.

La secuencia de declaraciones y hechos que se registraron a partir de julio del año pasado, cuando Enrique Alfaro anunció su declinación a buscar ser candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República, en los que terminaron involucrados directa e indirectamente el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y el entonces presidente municipal de Monterrey y hoy senador electo, Luis Donaldo Colosio Riojas, parecen desembocar ahora en ignorar y mantenerse alejado de la lucha que en los tribunales sostiene el emecismo jalisciense en defensa de una victoria reconocida por los árbitros electorales del estado: el IEPC y el Tribunal Electoral del Estado.

¿Se estará vengando ahora Dante del Grupo Jalisco al dejarlos solos, incluso a quien designó como el candidato a la gubernatura o tendrá asuntos más importantes qué atender antes que pelear por retener para su partido el primer estado que gobernó? ¿O simplemente se ha “rendido” ante los magros resultados obtenidos el dos de junio pasado, cuando hoy Jalisco sólo le dio un diputado de mayoría relativa -el único que ganó en todo el país- y tres plurinominales; perdió las senadurías y apenas ganó, como primera minoría, la de Nuevo León, que a la postre le costó perder su escaño por razones de género, según determinó el Instituto Nacional Electoral?

¿Qué ánimo podrá tener para defender en tribunales un triunfo que sabe no le será adjudicado como propio y con un futuro incierto sobre su relación con el emecismo jalisciense? ¿O acaso será el primer paso para retomar el control de Movimiento Ciudadano en Jalisco, luego de que el jefe político del Grupo Jalisco anunció que se retirará de la política como lo ha reiterado en cuanta ocasión tiene oportunidad?

TIEMPOS FELICES. Dante Delgado, Clemente Castañeda y Enrique Alfaro, cuando todo era “Miel sobre hojuelas”.

DESAPARECER EL GRUPO JALISCO, ¿SU APUESTA?

¿Por qué no pelear por una gubernatura? Esta es la gran pregunta que por el momento queda en el aire, pero que encuentra muchas respuestas a raíz de los escenarios registrados en el último año -de julio del 2023 a agosto del 2024-.

Y una probable respuesta es: ¿Será que Dante Delgado prefiere volver a construir en Jalisco desde abajo, ya con el control total del partido, al advertir que el otrora poderoso Grupo Jalisco prácticamente se desintegrará ante la dispersión de sus principales liderazgos: Alfaro, Clemente, Ibarra y Luna? ¿Será que poco puede esperar del grupo Coparmex por carecer de una sólida estructura más allá de quienes lo encabezan: Lemus Navarro y Juan José Frangie?

Algunos analistas y militantes de Movimiento Ciudadano se preguntan qué futuro le espera al partido, de entrada, si se anulan las elecciones en el estado y Guadalajara; y cuál camino tomará si de ratificarse el triunfo de Jesús Pablo Lemus y Verónica Delgadillo, un Alfaro ya no estará en activo, políticamente; Clemente Castañeda estará en la Ciudad de México atendiendo sus tareas como senador; si Hugo Luna estará despachando en la Ciudad de México como diputado federal; y si Enrique Ibarra continúa o no en activo.

Se sabe que figuras como Quirino Velázquez pretende tomar el liderazgo de MC en Jalisco y que ya algunos emecistas se han acercado a su alrededor apostando a que será quien tome la batuta que deje el alfarismo, pero muchos otros más consideran que los “zapatos” le quedan grande y no tiene las suficientes cualidades para ser el nuevo “capitán” del barco naranja.

ASPIRACIÓN. El alcalde electo de Tlajomulco, Quirino Velázquez busca convertirse en el nuevo líder de MC, pero muchos dudan que “dé el ancho”.

LA “JUGADA” DE DANTE

Pero lo que es peor, parece que Dante Delgado no tiene en Jalisco a una figura de todas sus confianzas a quién confiarle el mando del partido. O al menos no se observa en el horizonte. Máxime que el presunto triunfo en la elección de la gubernatura ya quedó “abollado” por la impugnación interpuesta por Morena y aliados que ha llevado a que ni el presidente Andrés Manuel López Obrador ni la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reconozcan a la fecha a Lemus Navarro como el gobernador electo. Lo peor estará si se anula la elección y se convoca la extraordinaria, con el mismo riesgo de que se pueda perder al igual que el pasado dos de junio.

¿Cuál es la “jugada” que Dante Delgado tiene en mente aplicar en Jalisco?

Sabemos que pronto habrá relevo en la dirigencia estatal y ahí es donde el dirigente veracruzano puede volver a tomar los “hilos” del partido bajo su control, a fin de que quien quede al frente sólo le responda a él para no volver a correr el riesgo y enfrentar un escenario como el que vivió en el ocaso del gobierno alfarista, cuando la lucha por el poder enfrentó a las tres facciones al interior del partido: el Grupo Jalisco, el Grupo Nuevo León y el Grupo Nacional.

Será cosa de que los momentos electorales internos transcurran en Movimiento Ciudadano para saber cuál puede ser el futuro que los espera con un prácticamente inexistente Grupo Jalisco y una dirigencia nacional que enfrenta momentos difíciles ante lo debilitado que quedó de la contienda presidencial y del fracaso de su dirigente nacional tras no lograr el escaño ansiado, salvo que la Sala Superior del Tribunal Electoral le enmiende la plana al INE y se dé el “milagro” que lo lleve a la Cámara de Senadores.

Pero hoy más que nunca el futuro de Movimiento Ciudadano nacional y en Jalisco es más que incierto.

Post relacionados

Sheinbaum y los “triunfos” colaterales en Jalisco

Opinión Política

AMLO y sus iniciativas “desechables”

Opinión Política

Dos bloques opositores, por la corona en poder de MC

Opinión Política

Dejar un comentario