Sin descartar una candidatura de “unidad”, Alberto Esquer y Salvador Zamora dejaron la “pista” y apoyan la aspiración de Castañeda Hoeflich. El senador y el alcalde de Guadalajara representan dos formas distintas de hacer y entender la política, pero sólo uno será el elegido para buscar suceder a Enrique Alfaro.
Por Julio César Hernández
En la contienda por la candidatura al gobierno del Estado todo parece estar definido en Movimiento Ciudadano: Clemente Castañeda Hoeflich versus Jesús Pablo Lemus Navarro, Jesús Pablo Lemus Navarro versus Clemente Castañeda Hoeflich.
Así se vislumbró desde el inicio de la carrera interna, pero ahora se confirma con las señales enviadas, la semana pasada, desde los equipos de los otros dos aspirantes: Alberto Esquer Gutiérrez, de quien se espera que en los próximos días haga oficial no sólo que deja el carril por el que venía compitiendo, sino que anuncie que declina a favor del senador; y Salvador Zamora Zamora, quien ahora se perfila para pelear la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara y quien también se sumaría a favor de Castañeda Hoeflich.
La senadora Verónica Delgadillo García, quien se mantuvo como parte de la quinteta de aspirantes, decidió salirse de la contienda semanas atrás cuando confesó a propios y extraños que buscaría la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara para la que se había preparado a lo largo de los dos últimos años.
Como parte del Grupo Jalisco, al que se integró hace 12 años, y aunque textual y oficialmente no lo ha declarado públicamente, se considera a Delgadillo García como parte del grupo que abona también a favor de Clemente Castañeda, aunque en MC se afirma que cuenta con el apoyo de Lemus Navarro para ser su sucesora en el gobierno de la capital.
LOS TIEMPOS DE DANTE
Los nubarrones al interior de Movimiento Ciudadano generados a raíz del diferendo público entre el dirigente nacional Dante Delgado Rannauro y el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, comenzaron a disiparse conforme avanzaba la operación de reconciliación emprendida por los senadores Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo, pero en la que también fue fundamental la intervención del secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, quien sostuvo varios encuentro privados, en la Ciudad de México, con el también senador veracruzano.
Desde septiembre pasado el optimismo fue apoderándose de los mediadores al ver que las cosas iban por buen camino y que estaba cerca el momento no sólo en que Dante y Alfaro se sentarían a dialogar, sino que se destrabarían muchos asuntos que estaban pendientes respecto al proceso electoral del partido.
La senadora Verónica Delgadillo declaró a Opinión Política en aquella entrevista que publicamos en nuestro número anterior:
“En los próximos días ustedes van a ver cómo hemos estado construyendo ya las decisiones para el 2024, y será resultado del consenso y trabajo en equipo (…). Es normal que tengamos diferencias, y pronto vamos a tener la propuesta de cómo vamos a participar a nivel nacional y a nivel local (…).
“Para mí no hay una división (entre el Grupo Jalisco y la dirigencia nacional). Viene un mes muy interesante, porque creo que será octubre cuando ya tengamos claridad del rumbo que va a tener nuestro proyecto para la candidatura a la gubernatura y también a Guadalajara (…). En los próximos días se definirá de manera clara cuál será el mecanismo (de elección de candidatos). Vamos a dar una muy buena sorpresa, porque Jalisco va a seguir siendo gobernado por este movimiento que le ha dado rumbo…”.
Verónica Delgadillo / Senadora de la república.
Haya sido o no el pretexto para concretar el reencuentro Dante-Alfaro, la exposición Museo Efímero de Jalisco que se montó en la sede del Senado de la República fue el marco para que el escenario naranja en Jalisco volviera a ser el de aquellos momentos de gloria en los que todo era “miel sobre hojuelas”, sobre todo porque quedaron definidos los papeles que jugarían los principales protagonistas de la historia y, particularmente, porque se ratificaría no sólo lo que Alfaro Ramírez reclamó a lo largo de esos tensos momentos sino lo que había ocurrido en otros procesos electorales: “Los asuntos de Jalisco se deciden en Jalisco”, y eso significaba que las candidaturas locales serían definidas aquí y no en la Ciudad de México.
Fuentes cercanas a Dante y Alfaro aseguraron que el encuentro entre ambos arrojó resultados muy positivos para Jalisco y, por lo tanto, para el proyecto nacional de Movimiento Ciudadano. Ahí, en el despacho de Clemente Castañeda donde se dice fue la reunión, se aclararon muchas cosas y se definieron otras más que hoy dan rumbo certero al proceso interno, concretamente en la contienda por la candidatura al gobierno estatal.
Dante y Alfaro debieron entender que era el momento de dejar atrás las diferencias y reconocer que se necesitan mutuamente para seguir avanzando en un proyecto político que ha tomado un rumbo que quizás no tenían planeado o, al menos, del que Delgado Rannauro no había compartido al Grupo Jalisco, que fue el principal motivo de queja: la falta de información.
DESCARTE DE ASPIRANTES
Consecuencia o no de este encuentro, la primera instrucción para los aspirantes es que dejaran de subir a sus redes sociales, precisamente, mensajes aspiracionales a una candidatura para la que ya sólo estaban contemplados dos de ellos: Clemente y Jesús Pablo.
Fue así que Castañeda, Esquer, Lemus y Zamora cambiaron la temática de sus mensajes, o al menos ya no evidenciaron un tono electoral, y mantienen su presencia en redes difundiendo exclusivamente actividades propias de su responsabilidad, aunque Castañeda Hoeflich con un agregado: además de informar sobre su trabajo legislativo en el Senado, promueve diversos lugares del estado como si fuera nada menos que el secretario de Turismo. Lemus, por su parte, no sale más allá de la ciudad que gobierna.
La siguiente señal registrada fue el mensaje de que el presidente municipal de Tlajomulco, Salvador Zamora, era considerado como un fuerte y serio prospecto para la candidatura a la alcaldía tapatía, lo que se interpretó como que se hacía a un lado de la contienda para ser el abanderado a la gubernatura, no obstante que tiempo atrás se mencionaba esta posibilidad, pero más como un Plan B que como su principal aspiración.
Posteriormente trascendió que el secretario de Asistencia Social, Alberto Esquer, había decidido también hacerse a un lado; y no sólo eso, sino que lo hacía sumándose a favor del senador Castañeda Hoeflich, aunque aún ambas cosas él no las ha hecho oficial, pero se espera que lo haga en los próximos días.
Valga destacar que tanto Alberto Esquer como Salvador Zamora fueron dos serios prospectos que significaron en su momento una alternativa para Movimiento Ciudadano con diversos atributos políticos que le permitían al partido echar mano de cualquiera de las cinco “barajas” en la mesa. Ahora su destino político será otro.
CLEMENTE Y JESÚS PABLO
Ya con el camino despejado únicamente para ellos dos -salvo lo que se determine en el tema de la paridad, que los partidos apuestan combatir con éxito ante el Tribunal Electoral la resolución del INE-, resta esperar a que hoy lunes Movimiento Ciudadano publique la convocatoria para que se anoten los precandidatos, cuyo registro tendrá lugar el próximo lunes 30. En este lapso, Lemus Navarro solicitaría licencia a su cargo. Primero anunció que lo haría el día 30 y ese mismo día registrarse, pero luego rectificó y dijo que lo haría en esta semana. Se espera que lo haga el jueves 26. No se esperan sorpresas y los regidores aprobarán su solicitud.
Por su parte, Clemente Castañeda no ha dicho si solicitará o no licencia a su cargo como senador, pues finalmente no es obligatorio hacerlo.
De acuerdo al calendario electoral de MC, el día cuatro de noviembre se dictaminaría sobre el cumplimiento de los requisitos de los precandidatos y al día siguiente comenzará la precampaña con una duración de entre seis y siete semanas -al atravesarse las fiestas decembrinas-, para concluir el tres de enero del año próximo. El 27 de enero se dictaminaría y se daría a conocer quién es el ganador y candidato a la gubernatura.
Cabe señalar, sin embargo, que en Movimiento Ciudadano aún no se descarta que pueda concretarse el candidato de “unidad” y no llegar a un proceso de elección interna, aunque hay quienes consideran que sería la mejor manera de legitimar a quien resulte electo.
Para no pocos la carrera entre Castañeda y Lemus es pareja, pero con un ingrediente que distingue a los dos contendientes: Clemente es parte del grupo fundador del proyecto político que hoy encabeza Enrique Alfaro Ramírez, mientras que Jesús Pablo se integró al equipo -no precisamente al grupo- en 2015 cuando el entonces aspirante a la alcaldía de Guadalajara lo invitó a recomendación de Juan José Frangie, quien le declinó la invitación a ser su candidato a las alcaldías de Guadalajara o Zapopan. “Invita a Pablo, que él quiere ser candidato”, le habría dicho Frangie a Alfaro, y así lo hizo.
A partir de entonces, Lemus Navarro avanzó políticamente bajo la sombra del alfarismo, lo que le permitió no sólo reelegirse en Zapopan sino ganar también la elección del 2021 en Guadalajara, desde donde comenzó a darle sello propio a su administración y convertirse en un fuerte aspirante a la candidatura al gobierno estatal, proyecto que se planteó desde su segunda etapa en Zapopan.
A Lemus Navarro siempre se le consideró parte del grupo Coparmex en la política y particularmente en Movimiento Ciudadano, junto con Frangie Saade. Ambos fueron considerados la avanzada de un sector de la iniciativa privada que se involucraba en la política a través de este partido, al que luego se sumaron luego Mauro Garza Marín y Manuel Herrera.
Todos ellos replicaron en Movimiento Ciudadano lo que alguna vez otros sectores del empresariado nacional y jalisciense pretendieron hacer dentro del PRI y del PAN: apoderarse de los partidos que les dieron cabida, pero antes como ahora de manera infructuosa, pues precisamente su falta de capacidad y habilidad para hacer política es lo que frustra sus planes.
DOS VISIONES ENCONTRADAS
Clemente Castañeda y Pablo Lemus representan dos formas distintas de hacer y entender la política. El primero aprendió a hacer y a entender la política desde su etapa estudiantil, a ejercerla contendiendo por la dirigencia de la Sociedad de Alumnos preparatorianos y a profesionalizarse militando inicialmente en el partido de la Revolución Democrática (PRD). El segundo, asumió la política como un accidente y un gusto más en su quehacer personal, luego de ser presidente de la Coparmex Jalisco, a donde fue llevado otra vez por Juan José Frangie; se ofertó al mejor postor, porque inicialmente tocó las puertas del PAN y del PRI, e inclusive “coqueteó” con el PRD; y la ejerció pragmáticamente desde una presidencia municipal a la que llegó “empujado” por la ola alfarista, pero manifestando un repudio por los partidos políticos a los que ha declarado abiertamente que nunca se afiliará.
Mientras Clemente Castañeda, como politólogo -estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Guadalajara y realizó maestría y doctorado en Nueva York- fue formado y forjado bajo principios políticos de la izquierda pensante, académica e inteligente, Jesús Pablo Lemus fue forjado y formado desde la derecha con una visión meramente empresarial, pragmática, y en el ejercicio del poder desde cualquier espacio de la geografía política.
La experiencia política partidista y pública de Castañeda Hoeflich es ampliamente mucho mayor que la de Lemus Navarro, quien cumple ocho años en el ejercicio de la administración pública a nivel municipal: dos veces alcalde de Zapopan y actualmente de Guadalajara. Clemente, además de su experiencia en la política estudiantil, ha sido diputado local y fungió como coordinador de la fracción parlamentaria de MC en el Congreso del Estado; diputado federal y coordinador de la bancada emecista del país en la Cámara de Diputados; dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, bajo cuyo cargo ganaron la gubernatura de Nuevo León; y senador de la República, hoy coordinando la bancada senatorial de MC.
La vía de promoverse como funcionario público, a través de las redes sociales, y la forma de hacerlo, rayando en muchas ocasiones en la frivolidad, hizo de Lemus Navarro un personaje muy popular en la zona metropolitana, pero con una mínima proyección en el resto del Estado. La otra cara de la moneda está con Clemente Castañeda, con un perfil más académico y serio en la manera de promoverse, pero con un mayor conocimiento de la realidad que vive no solo la zona metropolitana sino el resto del estado que recorrió durante su campaña en 2018 y siguió haciéndolo en el transcurso de su gestión senatorial.
Para algunos, la popularidad de Lemus es su mayor ventaja para obtener la candidatura, en tanto que para otros la solidez y capacidad política de Castañeda lo hace un perfil confiable y adecuado para el ejercicio de un buen gobierno.
LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE
Si bien la contienda en Movimiento Ciudadano prácticamente se cerró en una carrera entre Clemente y Jesús Pablo, al interior del partido aseguran que no hay nada para nadie, que ninguno tiene la candidatura “en la bolsa” y que “la moneda está en el aire”. Incluso, aún no se descarta la posibilidad de que en el camino pueda llegarse a un acuerdo y lograr una candidatura de “unidad” que podría recaer en cualquiera de los dos aspirantes.
Lo que es cierto es que esta semana Movimiento Ciudadano comienza su proceso interno en busca del mejor perfil que luche no sólo por ser candidato a la gubernatura y ganar las elecciones en junio próximo del 2024, sino de quien sea capaz de continuar con el proyecto político iniciado por aquel puñado de jóvenes que iniciaron sus “pininos” políticos en la Preparatoria 5, donde por cierto Clemente Castañeda presidió la Sociedad de Alumnos imponiéndose al candidato y grupo del que formaba parte e gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
