REFLEXIONES
Por Gonzalo Leaño Reyes
Dentro de unas semanas la Cámara de Diputados aprobará los Presupuesto de Ingresos y Egresos que habrá de ejercer la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en 2025, su primer año de gobierno.
Generalmente hay fuertes discusiones y hasta se ha presentado la necesidad de “detener” el reloj legislativo para no excederse del tiempo que marca la ley, pero en esta ocasión es poco probable que eso suceda, en primer lugar porque Morena y sus partidos aliados tienen mayoría calificada y en segundo, porque seguramente el paquete económico ya contará con el visto bueno del Presidente López Obrador y de la futura Presidenta Sheinbaum, además de que el responsable de elaborarlo es el mismo Rogelio Ramírez de la O, actual y próximo secretario de Hacienda y Crédito Público.
No es un secreto que las finanzas nacionales se han desbalanceado y que uno de los principales objetivos del Presupuesto será disminuir el déficit fiscal para el próximo año; que además se tienen que garantizar los programas del Bienestar, y que seguirán fluyendo las aportaciones federales para finalizar obras como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.
Además, la paridad peso-dólar atraviesa por un momento incierto.
Es sin lugar a dudas un trabajo difícil de cuadrar para la autoridad hacendaria, pero con la ventaja de que este escenario se tiene visualizado desde hace tiempo y seguramente ya habrán hecho los cálculos más esenciales.
En este contexto, los gobernadores de los estados, tanto los del partido en el poder como los de oposición, gestionan que les destinen suficientes participaciones federales. También algunos organismos del sector privado cabildean sus proyectos prioritarios. Es el caso de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Jalisco, que le entregó a la presidenta entrante una lista de 26 proyectos de infraestructura prioritarios para el estado, entre los cuales destaca el remozamiento de la red carretera federal, que ciertamente se encuentra en pésimas condiciones representado un riesgo para los usuarios y un fuerte incremento en los costos de transportación para los industriales.
Pero ni los miembros de la CMIC, ni el Gobierno de Jalisco son los únicos que presionan por ganar las mejores asignaciones presupuestales o la selección de obras etiquetadas en el Presupuesto Federal. Todos andan haciendo su luchita.
Será muy interesante ver cómo la presidenta Sheinbaum, el titular de la SHCP y la Cámara de Diputados realizan la distribución de los recursos. Lo único seguro es que el dinero es finito y no alcanzará para todos los estados, municipios y dependencias federales que lo requieran.