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¿20 mmd para México en 2025?

TRIADA

Por Jorge Jaime Hernandez

La presentación de Claudia Sheinbaum Pardo en los escenarios internacionales como presidente de México logró resultados positivos con respecto a la presión externa e interna de los empresarios que quieren participar en el progreso de nuestro país y se reunieron para escuchar las propuestas de gobierno, con miras muy definidas de seguir o retirarse de los mercados mexicanos… O sobrevivir en lo local sin apoyos a las empresas.

En esta reunión se publicó en los medios de comunicación la declaración de traer inversión extranjera en el próximo año por 20 mil millones de dólares, donde la directora general de México Pacific y líder del CEO Dialogue, Sarah Bairstow, dijo que ellos invierten en la planta de gas natural licuado Saguaro-Energía y en su gasoducto, la “mayor inversión hasta la fecha”, como ejemplo de lo que se está haciendo ahora con empresarios de Estados Unidos, y lo comentó durante el evento del CEO Dialogue, sobre el clima de inversión y el futuro de México bajo la administración Claudia Sheinbaum.

Pero también llama la atención la aportación del presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, quien habló de la confianza, de la facilitación, de las mesas de trabajo, de compromiso con la ética, “de hacer bien las cosas y, sobre todo, de generación de empleo, pero que también de mejores salarios”.

Situaciones que definitivamente tendrán que verse cristalizadas al mismo tiempo para que realmente esto suceda y llegue a los sectores y puedan sentirse los apoyos para que participen más inversiones privadas, porque esto se está viendo poco claro con las declaraciones de aumentar el control del estado en varias áreas productivas, haciendo la competencia con la iniciativa privada a través de tareas encomendadas al ejército y que, supuestamente, no son los que tradicionalmente deberían llevar a cabo, como obra pública y servicios.

Sin embargo, los empresarios mexicanos dieron un voto de confianza al subirse a ese carro de positivismo, esperando que el TMEC sea el motor que impulse al gobierno a compartir propuestas e inversiones para el desarrollo.

Francisco Cervantes comentó que Claudia Sheinbaum siempre nos ha dicho que tiene un compromiso social con la clase trabajadora, pero está convencida de que “si le va bien al sector empresarial, le debe ir bien al trabajador”, situación que en la teoría se oye bien y le da argumentos para convencer de sus intenciones de apoyo para que esto se dé.

Sobre todo, porque una de las cosas distintivas de la anterior administración con este periodo que inicia fue que, al principio, AMLO también reunió a los empresarios donde los invitó a sumarse para producir empleos y cooperar con el gobierno federal, pero con amenazas veladas de cobro de impuestos sin distinción, pasando la charola para que compraran los boletos de la rifa del avión y hablando de corrupción a toda hora.

En esta ocasión el panorama es distinto, ya que estuvieron presentes los empresarios de EEUU bajo la sombra del TMEC y los temas fueron de mercados y temores de no tener en México un gobierno que pudiera garantizar las inversiones en el país al observar la sombra del sexenio anterior, con la continuidad de la propuesta de rifar los jueces y magistrados en una reforma muy discutida del poder judicial.

Sirvieron de apaciguamiento de las aguas los conceptos y promesas de impulsar las inversiones de la actual dirigente del gobierno Federal ante los altos funcionarios locales y de relaciones exteriores, economía y desarrollo social frente a los empresarios extranjeros que pueden ayudar al desarrollo de México con inversiones millonarias en dólares y los dirigentes mexicanos que pueden comprometerse de igual manera.

De tal suerte que para calmar los ánimos de los presentes, Sheinbaum Pardo le bajó importancia a la cuestión de la reforma judicial diciendo que su gobierno no pretende ser una dictadura, sino ser un representante y catalizador de equilibrio y justicia.

Para ello, recordó la importancia que tiene el Nearshoring en estos tiempos y la cercanía con los Estados Unidos a quienes los vio con buenos ojos como socios.

Aquí marca otra diferencia en cuanto a las políticas económicas que hemos conocido con el ex mandatario de México, pues el desarrollo está dentro de las propuestas y promesas de campaña que ahora se deberán seguir con lupa para quitar especulaciones y saber quién realmente dicta la política a seguir en nuestro país.

De los cien compromisos que estableció Claudia Sheinbaum, destacan en el área económica que se trabajará para incrementar el salario mínimo por encima de la inflación, pero atendiendo a la teoría del libre mercado y la oferta y la demanda en función del precio de los bienes y servicios. Recordamos que si el salario sube sin ser consecuencia de la productividad y necesidad de las empresas, la inflación estará subiendo más del porcentaje aplicado en los costos de bienes y servicios. Ya lo hemos vivido antes y ahora también es parte consecuencial de los incrementos directos a los salarios mínimos, donde muchas empresas, para poder pagar los aumentos de salario, deben subir sus precios al consumidor en un porcentaje mayor.

Pero hay que dar el beneficio de la duda y observar cómo se aplican estas pretensiones. Por lo pronto, las cúpulas empresariales han dado voto de confianza de que se trabajará con apoyos del gobierno. Esa es la cuestión, ¿Será cierto? Medítalo.

 

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