El escritor, autor de “Falsificar la Historia”, su más reciente obra, advierte que “no puedes confiar en la versión histórica de nadie, eso incluye la mía, la historia son versiones, interpretaciones de cada uno de quien la cuenta”.
Por Mario Díaz
“Todo lo que sabemos de la historia es falso. Todo lo que nos han contado es falso; ahora, sobre el que los acontecimientos sean buenos o malos depende de quién te los cuente. Cuando digo que todo lo que nos han contado es falso, es importante decirle a la gente que quiera leer ‘Falsificar la historia’ no vayan a pensar, por ninguna circunstancia, que lo que te han contado es falso y yo te voy a decir la verdad”.
Así inicia Juan Miguel Zunzunegui la entrevista con Opinión Política, durante su participación en la Feria Internacional del Libro (FIL) 2023, al presentar su libro “Falsificar la historia” (Editorial Grijalbo), en donde destaca:
“Nos gustan las mentiras. Tenemos la facultad de mentir, la capacidad de construir mentiras y la maravillosa inclinación de creer en ellas. Ese es el inicio y la premisa de ‘Falsificar la historia’. Un recorrido de miles de años por la historia, la filosofía y la religión; una aventura a través de la psicología individual y la de las masas, un viaje que no deja de moverse entre la realidad y los mitos, y que nos lleva a cuestionarnos todo lo que hemos creído”.
Por medio de algunos de los acontecimientos más simbólicos de la historia universal, que comienzan con la creación y llegan hasta la caída de la Unión Soviética, Juan Miguel Zunzunegui nos lleva a las complejidades de la mente humana, a las herramientas que se han usado para someterla y al camino para finalmente descubrir la verdad.
“Una aclaración: sobre diferentes hechos históricos, te digo que esto es mentira y yo te voy a decir la verdad. ¿Quién soy yo para decir la verdad? No puedes confiar en la versión histórica de nadie, eso incluye la mía; la historia son versiones, interpretaciones de cada uno de quien la cuenta. Aunque siempre me gusta decir que las interpretaciones de mi historia están muy analizadas, reflexionadas, meditadas, pero sigue siendo mi reflexión, mi meditación, mi razonamiento; es decir, siguen sin ser verdad”.
Para el historiador con más de 20 libros en su haber, el ser un sujeto lo convierte en un ser completamente subjetivo en donde una verdad absoluta de algunos hechos históricas de los que hace referencia en sus textos, está muy lejos de ser el punto final de estas interpretaciones académicas.
“La gran diferencia es entender que hay falsificaciones históricas plagadísimas de malas interpretaciones. Yo no tengo malas intenciones porque no tengo el poder y no aspiro a él, lo aclaro porque al final el tema de falsificar la historia es un tema de poder. Desde el poder se narra la historia, se establecen las narrativas históricas; desde el poder se falsifica la historia y desde el poder es bien importante entender solo se invierte en más poder. Si, en el poder se invierte tiempo, dinero y esfuerzo para hacer narrativas históricas, para falsear la historia, esto es porque va a generar más poder”.
En su libro establece que desde la antigua Mesopotamia, desde el imperio sumerio, se falsifica la historia y siempre con intenciones de poder; sin embargo, para Zunzunegui es mucho más importante entender por qué se falsifica hoy.
“Hoy en día desde el poder, con las falsificaciones históricas, se busca determinar tus ideas, tu cosmovisión, determinar lo que piensas porque si soy el que tiene el poder, si logro arrebatarte a ti el poder, tú me permites el que inocule historias narrativas en tu mente, estoy determinando tu personalidad, creencias, ideas, lo que piensas y porqué cosas estarías dispuesto a matar y morir, que debe de ser por mí y mi causa, nunca la tuya, nunca por ti”.
LÓPEZ OBRADOR Y LA HISTORIA
Para el historiador, desde el gobierno federal, y más específico desde el presidente Andrés Manuel López Obrador, se falsifica la historia “para que tú vivas con emociones perturbadas, para que vivas frustrado, encabronado, porque así les funciona.
«La principal razón por la que no debes confiar en el presidente es porque lo que él busca es que vivas encabronado, que estés frustrado, rabioso».
JUAN MIGUEL ZUNZUNEGUI / ESCRITOR E HISTORIADOR.
A nosotros no nos conviene estar así, pero al presidente le conviene totalmente.
“Debemos de desconfiar de cualquier persona que tenga como intención tu inestabilidad emocional, porque desde este punto nos convertimos en el ser más manipulable que existe, y toda la falsedad histórica tiene este sentido”.
En su libro, el planteamiento fundamental es que el principal y quizás único objetivo de la existencia humana es ser plenamente feliz. Pero resulta que para llegar a esta condición primero se tiene que ser plenamente libre para construir ese deseo, esa aspiración, pero para su juicio ser absolutamente libre significa tener un profundo pensamiento crítico, mientras que la falsificación histórica gira en torno a arrebatar este pensamiento crítico.
“Cuando el presidente dice, la Feria Internacional del Guadalajara es para conservadores, wey, la FIL es el recinto de habla hispana donde se reúnen todos los libros, todas las ideas, todas las voces, todos los planteamientos, ideologías. Si esto te parece conservador es porque eres un maldito fascista, perdón, pero no hay nada más liberal que encontrarte con todas las ideas coexistiendo en el mismo recinto y es profundamente conservador, dictatorial y mañoso decirte que eso está mal, decirte no leas otras cosas, no cuestiones mis ideas, no revises la historia, no cuestiones mi ideología, básicamente el presidente está diciendo no leas, porque yo no leo.
“Mucho más grave es esta narrativa que en el año 2023 todo es culpa de Cristóbal Colón y de Hernán Cortés; esto es, la narrativa que gira entorno a esto es super perversa, es una narrativa que no inicia la 4T sino que solo la hereda y la hace más perversa porque dicen: Lástima, porque en México sino hubieran llegado los españoles ya hubiéramos conquistado la galaxia, México estaba destinado a ser la primera potencia mundial, éramos mágicos, místicos, misteriosos, sabios, poderosos y nadie era más chingón que nosotros. Estábamos destinados a las más altas grandezas, pero llegó el desgraciado de Colón y de Cortés y hace quinientos años te arrebataron el futuro”.
Para Juan Miguel Zunzunegui aquí hay gran un problema, pues a su juicio la inmensa mayoría de mexicanos, y en muchos otros países, se tienen bastantes razones para estar frustrados. “Pero si estamos frustrados es por algo muy sencillo, no te gusta tu vida tal cual es, si no te gusta vives infeliz y lo que tienes que hacer es cambiar tu vida, no es fácil, pero es tu poder, tu independencia y tu libertad, pero con esta narrativa no hay nada que hacer, tú estás frustrado y deprimido por algo que pasó hace quinientos años, te arrebatan el poder y estas condenado a seguir frustrado, y a partir de ahora todo lo que te queda es buscar venganza y esto es una sed que nunca se sacia, sobre todo porque es imaginaria.
“Los discursos que escuchas hoy en día desde todos estos grupos que se dicen izquierdistas y progresistas, pero que son fascistas y dictatoriales, todo gira en torno a ‘no pienses, no reflexiones, tenemos una doctrina’”.
EL PERDÓN DE ESPAÑA
“El tema del perdón de España es otro tema para su imaginaria, pero supongamos que el Rey de España, en su máxima condescendencia dijera: ‘Va wey, imagínate el problemón en que se hubiera metido Andrés Manuel y toda la 4T si hubiera dicho, en aras de la cordialidad, la Corona española pide al pueblo mexicano una disculpa por la conquista, Andrés Manuel se iba a poner a llorar porque y ahora qué va a reclamar, y lo más importante, ya se disculparon y qué cambió, qué mejoró, nada”.
Para el autor de “Mitos que nos dieron traumas”, Andrés Manuel hace una técnica clásica de cualquier “demagogo fascista”, que es exigir cosas que no se pueden cumplir para poder mantener ese discurso y seguir aparentando ser víctima.
“Cuando salió con la payasada de voto por voto, casilla por casilla, sabía que dada la Ley Electoral de ese entonces no podría pasar. ‘Pido algo que sé que no me van a dar y así mi batalla continua y soy una víctima».
Por eso seis años después, cuando cambiaron la ley y se podía hacer eso, vuelve a perder y no pidió que se revisara nada, le hubieran demostrado el fraude tan enorme que es. Esa estrategia de tener supuestamente grandes banderas de supuestamente grandes causas como el pedir cosas que no te van a dar, solo le genera más frustración a la gente.
“Finalmente. tienes que desconfiar profundamente de todo aquel que te quiera enojado, frustrado, va de nuevo, el único objetivo de la vida humana es la felicidad y para esto tienes que ser libre y tener pensamiento crítico; tu felicidad y plenitud no le importan a nadie más que a ti, no le importan a Andrés Manuel, a Claudia, a Xóchitl, no le importa a la izquierda o a la derecha, tu felicidad y plenitud solo te deben de importar a ti. Tienes que desconfiar de todos y sobre todo de un político que te arrebata tu paz”.
