Por José Antonio Elvira de la Torre
Prof. del Departamento de Estudios Políticos del CUCSH de la UdeG
Continuando con el tema del interesante esquema institucional de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que a media semana me permitió compartir con ustedes el portal de Marca Textos, parece que las candidaturas a la presidencia de ese país están definidas, dado que los principales aspirantes han obtenido victorias importantes en los procesos de elecciones primarias o en los caucus, y estos resultados han hecho desistir a otros aspirantes, para terminar un proceso que de otra forma hubiera durado hasta el mes de junio.
¿Quiénes serían las y los candidatos?
En el partido demócrata, el candidato será nuevamente Joseph Robinette Biden Jr., quien es el actual presidente de la República y ha tenido una larga y prestigios carrera política, como vicepresidente y como integrante del Senado. Mientras que, en el caso del partido republicano, a menos que el tema jurídico se interponga, el candidato será nuevamente Donald J. Trump, quien ya fuera presidente y perdiera la elección anterior justamente con el actual mandatario.
En el caso de otros posibles candidatos, hasta ahora se tiene conocimiento de tres aspirantes independientes a la presidencia: La dos veces candidata por el partido verde en 2012 y 2016, la doctora Jill Stein, el activista y sobrino del ex presidente John F. Kennedy, Robert F. Kennedy Jr. y el ex profesor de Yale, Princeton y Harvard, Cornel West.
En la carrera demócrata el presidente Biden dejó en el camino a Marianne Williamson (escritora, autora y fundadora del proyecto Angel Food) y a Dean Phillips (Congresista de Minnesota). Mientras que el expresidente Trump sorteó los obstáculos de Nikki Haley (ex Gobernadora de Carolina del Sur y ex Embajadora de Estados Unidos ante la ONU) quien fue la última aspirante republicana en declinar y pudo ganar las primarias en dos estados Washington DC y Vermont; Ron de Santis (Gobernador de Florida); Chris Christie (ex Gobernador de Nueva Jersey); Vivek Ramaswamy (empresario en biotecnología y en gestión de inversiones); y Asa Hutchinson (ex Gobernador de Arkansas).
¿Qué sigue luego de las primarias?
En el caso de las candidaturas postuladas por los partidos políticos, las convenciones nacionales se llevarán a cabo entre los meses de julio y septiembre para ratificar de manera formal las decisiones sobre sus abanderados a la presidencia y la vicepresidencia, de quienes obtuvieron la mayoría de los delegados en las elecciones primarias o en los caucus.
Como la gran mayoría de delegados electos son “comprometidos” (es decir, delegados electos que no pueden cambiar el sentido de su voto por el candidato por el que se les asignó asistir a la convención), la formalización de las candidaturas de Biden y Trump serían mero trámite, dado que les restan muy poco electores de los estados para alcanzar la mayoría de su partido.
Elección del Presidente y Vicepresidente
El sistema norteamericano es considerado un esquema institucional simple (Gary Cox, 2004; Josep Colomer, 2004) dado que solo establece una fórmula para la conversión de votos en cargos de representación política: la fórmula de mayoría simple.
No obstante, para el caso específico de la elección de la presidencia, se lleva a cabo una elección indirecta, esto es, que la ciudadanía no vota por esas candidaturas:
Elaboración propia con información de https://www.usa.gov/es/elecciones
El número de electores por estado con el que se realizarán las elecciones de 2024 es el siguiente:
Elaboración propia con información de https://www.archives.gov/electoral-college/allocation
Por estas particularidades, es posible que, en la elección de la presidencia y la vicepresidencia de los Estados Unidos, incluso una candidatura que obtuvo mayoría de votos de la ciudadanía podría no resultar obteniendo el cargo, si no ganara la mayoría de los electores en los estados.
La mesa está casi lista. Los comicios de noviembre prometen ser trascendentes, no sólo por la definición de quién ganará, sino la importancia e impacto que esta determinación del pueblo norteamericano tendrá en el futuro del mundo y de la democracia.
