Opinión Política
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El último tramo

REFLEXIONES

Por Gonzalo Leaño Reyes

Inicia el último año de gobierno de Enrique Alfaro Ramírez en el que aún tiene pendientes por realizar, aunque el tema electoral parece que ya no es su prioridad.

El Congreso de Jalisco autorizó en diciembre pasado un presupuesto de más de 167 mil millones de pesos para que el Ejecutivo estatal cubra sus necesidades y realice las tareas que le quedan pendientes. Se trata de una cifra conservadora comparada con los nueve billones (millones de millones) que ejercerá el Gobierno federal, lo cual es normal, considerando que Jalisco es sólo una de las 32 entidades federativas del país y no es precisamente la más grande.

Para su último año de gobierno, Enrique Alfaro tiene pendientes la terminación de la presa El Zapotillo que se construye con inversión federal y estatal, por lo que es también una responsabilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero hay obras como la conclusión de la Línea 4 del Tren Ligero; los dos Hospitales Civiles, uno al oriente de la ciudad y otro en Tomatlán; la ampliación del sistema de transporte “Mi Macro Periférico”, así como la construcción de otras importantes unidades de salud.

El sexenio de Alfaro Ramírez ha priorizado la movilidad y la salud; también el tema educativo a pesar de los dos años de pandemia. En el presupuesto 2024 se contempla un incremento al sector educativo que finalmente quedó vinculado no a una cantidad específica sino al 4.6 por ciento del presupuesto global, además de un 0.3 por ciento adicional a los recursos asignados a la Universidad de Guadalajara.

Por supuesto, también hay otros rubros como el gasto corriente, pago de la deuda, inversiones turísticas y medioambientales, etcétera.

Lo anterior significa que este año Jalisco tendrá recursos para terminar las obras pendientes y cubrir sus programas y compromisos. Al parecer, las finanzas públicas son suficientes para continuar el desarrollo y la creación de empleos.

En el ambiente político, Enrique Alfaro Ramírez da la impresión de estar cerrando un exitoso ciclo, en el cual logró ser diputado local, alcalde de Tlajomulco y de Guadalajara y Gobernador del Estado, con un proyecto ciudadano que él mismo encabezó antes de que el Partido Movimiento Ciudadano apareciera en la escena jalisciense.

La presencia de Alfaro ha sido un bastión para el crecimiento nacional de MC, por lo que parece prematuro su eventual retiro de la política, aunque no se descarta que después de cierto tiempo quiera regresar. Por lo pronto, bajarse del tema de la sucesión presidencial fue una decisión acertada. Lleva 17 años en estas lides, pero también tiene una carrera profesional de ingeniero civil y los recursos necesarios para iniciar una carrera empresarial. Ya veremos lo que el futuro le depara al hoy Gobernador y a su grupo cercano después de las elecciones del 2 de junio.

A pesar de la efervescencia que genera la elección presidencial, aunque indudablemente está inmerso en este proceso, Jalisco tiene las condiciones para seguir avanzando en materia de desarrollo, obras y servicios y, en general, en el crecimiento de sus 125 municipios. Pero apenas estamos en enero, ya veremos si este pronóstico se hace efectivo en los próximos meses.

 

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