Opinión Política
OPINIÓN

El Fin de las Militancias

Charlas en al Cafetería del Barrio

Por Alberto Mora

@alberto_mora

-La política es un campo complejo y diverso que involucra una amplia gama de actores y perspectivas. Dos enfoques claves surgen como formas fundamentales de abordar la toma de decisiones políticas. La fidelidad ideológica, que por lo general demuestran los militantes en su conducta, y el pragmatismo político que despliegan en nuestra época los líderes de los partidos.

“La fidelidad ideológica se refiere a la adhesión constante de los militantes de un partido político a un conjunto de principios y valores, mientras que el pragmatismo político implica la disposición a adaptar las acciones y decisiones políticas en función de las circunstancias y las realidades cambiantes.

“La fidelidad ideológica y el pragmatismo político son dos enfoques contrastantes que hoy definen el comportamiento y las decisiones de los actores políticos”.

Así arranca la charla Carla, estudiante de sociología y amante del buen café. Ella asiste todos los martes a la cafetería del barrio con Xavier, profesor extranjero invitado en la universidad, quien se ha fascinado con las notas aromas y sabores del café mexicano.

Carla continúa su argumentación, afirmando:

-El pragmatismo político se caracteriza por la voluntad de adaptar acciones y decisiones políticas en función de realidades sociales e intereses políticos en constante cambio.

“La fidelidad ideológica se basa en la creencia de que un conjunto específico de valores y principios políticos representa un mapa de ruta, la verdad y la guía definitiva para la toma de decisiones.

“Los actores políticos que abrazan este enfoque mantienen una coherencia constante en sus acciones, votos y políticas. Esto los lleva a un compromiso inflexible con una filosofía, con una plataforma política particular, independientemente de las circunstancias cambiantes.

“Esta lealtad ideológica les lleva a ganar el respeto de sus compañeros de partido, de los electores que comparten las mismas creencias y de

sus opositores, pero también puede limitar para lograr avances personales significativos.

“Los políticos pragmáticos, por otra parte, se reconocen en la necesidad de buscar soluciones alcanzables, incluso si estas soluciones implican romper con compromisos o con principios ideológicos. Éste enfoque facilita un mayor grado de flexibilidad y capacidad de negociación en el ámbito político.

“Un ejemplo claro de pragmatismo político hoy son legisladores y legisladoras que deciden apoyar a un candidato o candidata que no cumple completamente su ideario político. Pero por lograr ser competitivos y ganar espacios en las próximas elecciones, se unen aún cuando sus principios son antagónicos. Por ejemplo, un partido que apoya la libre determinación de las mujeres para decidir sobre su cuerpo, como es el caso del aborto, va de la mano, en alianza del otro que se opone radicalmente a este tema.

“Este enfoque puede ser criticado por algunos sectores ideológicamente puros, pero puede generarles resultados en un sistema político de convicciones ideológicas débiles”.

El profe Xavier da un sorbo a su café para continuar la charla argumentando:

-La fidelidad ideológica y el pragmatismo político representan dos enfoques opuestos para abordar la política. Mientras que la fidelidad ideológica refleja una adhesión rígida a valores y principios, el pragmatismo político implica la adaptación a las circunstancias cambiantes para lograr resultados concretos.

“Ambos enfoques tienen ventajas y desventajas, y su elección puede depender de la situación política y de la capacidad de los actores para equilibrar sus decisiones de manera efectiva. En un mundo político cada vez más complejo y diverso, comprender estas diferencias es esencial para evaluar las acciones de los líderes políticos y gobernantes.

“Sin embargo, para aquellos que se afiliaron voluntariamente a una organización política con el propósito de promover y respaldar sus principios, sus políticas y su filosofía; esos miembros que históricamente han sido la base de la estructura de los partidos y que han desempeñado roles cruciales en su funcionamiento.

“Para esas mujeres y hombres que se llaman militantes y que han promocionado a su partido, que han movilizado votantes, que han sido fieles a su ideología.

“En la medida en que los dirigentes de los partidos avanzan, enfocándose en soluciones pragmáticas alejadas por completo de los idearios; esos que algún día dieron identidad y sentido de pertenencia a los militantes en los partidos políticos, hoy tristemente significan menos”.

 

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