Opinión Política
ANÁLISIS

El combate a la corrupción, otro gran pendiente de la 4T

Por Gilberto Ortega Valdés

Analista

@gilortegavaldes

En la publicación del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México “¿Cómo combatir la corrupción?”, el académico Roberto Ochoa Romero define la corrupción “como cualquier actividad a través de la cual se altera y trastoca la forma y el objeto de una cosa, de un procedimiento o de una relación a cambio de la promesa u obtención de beneficios recíprocos entre sus protagonistas”.

No es novedad que el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra manchado de acusaciones graves por actos de corrupción (irregularidades en SEGALMEX, los sobres de Pío López Obrador, el contrato millonario al hijo de Manuel Bartlett, la casa gris de José Ramon López Beltrán y los desvíos millonarios registrados en la CONADE), y a pesar de que el presidente se empecina en decir que en su administración ya no hay corrupción, las investigaciones de organismos internacionales nos dicen otra cosa.

Transparencia Internacional es una organización no gubernamental creada en el 2003, dedicada a combatir la corrupción promoviendo la transparencia, la rendición de cuentas y la integridad. Desde 1995 la organización implementó una herramienta metodológica que se denomina Índice de Percepción de la Corrupción, que mide la percepción de la corrupción del sector público en varios países utilizando fuentes de información como la del Banco Mundial y el Foro Económico Mundial; el índice se mide desde el año 2017 e incluye a 180 países.

El 30 de enero del presente año, Transparencia Internacional presentó el Índice de Percepción de la Corrupción 2023 y México, por cuarto año consecutivo, mantiene una tendencia de estancamiento al obtener 31 puntos de acuerdo con la escala utilizada donde 0 representa el índice de mayor corrupción y 100 nula corrupción. Nuestro país ocupa la posición número 126 de 180, estando por debajo de países como El Salvador, Argentina, Colombia, Cuba y Jamaica. También figura como el país con mayor percepción de corrupción entre los 38 países miembros de la Organización de la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Este estudio con gran legitimidad a nivel internacional, demuestra lo que el Presidente de la República ha negado de manera sistemática: que en México sigue existiendo corrupción en el sector público y para resolverlo se debe de reconocer el gran problema que tenemos. Sin duda es un problema que existió en diferentes administraciones, en lo que no estoy de acuerdo es que se quiera engañar y mentir a las y los mexicanos.

En conclusión, las estrategias de combate y erradicación de la corrupción fueron nulas en la administración de Andrés Manuel López Obrador; la próxima administración, sin duda, tendrá un gran desafío, por lo que será necesario trabajar de manera colaborativa entre organismos ciudadanos y gobierno para erradicar la corrupción. Desafortunadamente hasta, el momento ninguno de los aspirantes al Poder Ejecutivo ha presentado una propuesta seria que permita erradicar este gran problema.

 

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