Charlas en la Cafetería del Barrio
Por Alberto Mora
@alberto_mora
-Si estás tan molesto con la forma en que se ha desempeñado el gobierno, estás muy a tiempo de hacerte las preguntas adecuadas para tomar mejores decisiones en la próxima postulación de candidatos y elección de representantes para el año 2024. Deja de lamentarte y asume tu responsabilidad ciudadana. Como dicen en los anuncios de INE, “tu voto cuenta.” El próximo año, a estas alturas, vas a estar recibiendo invitación para ayudar a las o los que quieran ser candidatos a regidores, diputados, gobernador o presidente de la República.
Así inició la charla Emilio, un sexagenario profesor, cafetero por decisión y polemista de vocación. Cliente frecuente en la cafetería del barrio donde se encuentra regularmente por las tardes con colegas para discutir temas de coyuntura y así cerrar su día antes de llegar a casa.
-Como decía mi abuelo -le responde José Pablo, amigo de Emilio desde hace más de tres décadas-. Todo tiene su ciencia y en este caso podemos acercarnos al método científico que se utiliza para obtener nuevos conocimientos. Podemos partir de una observación sistemática, una medición y nuestras experiencias. Así podemos formular nuestras preguntas y analizar las decisiones que tomamos en el pasado más próximo y confirmar o bien modificar nuestro apoyo a los personajes a los que les hemos depositado nuestra confianza.
-¡A ver! -continúa Emilio con la charla-. Vamos haciendo un ejercicio. Vamos identificando las características deseables o reprobables en la conducta de los personajes en el gobierno. Algo que pueda ser aplicable a cualquier funcionario público; es decir, todos aquellos que reciben como pago por su trabajo dinero que las personas contribuimos por concepto de impuestos. Esos que solo pueden, pero también deben hacer lo que la Constitución y la Ley les obliga.
-¡Va! -responde José Pablo, al tiempo que con una seña solicita otra ronda de cafés y así comienzan a exponer uno y otro las características deseables e indeseables que a su juicio deberían guardar los empleados públicos-:
“Los que aceptan su responsabilidad en el trabajo o que se la pasen buscando culpables ajenos a ellos para no resolver.
“Los que escuchan y entienden a las personas en sus peticiones o los que tienden a dominar las conversaciones y prejuzgan a los solicitantes.
“Los que son eficientes y hacen lo que prometen o los que se avientan discursos incendiarios y terminan por no hacer lo prometido.
“Los individualistas o los empáticos.
“Adaptables y proactivos o los rígidos e inflexibles.
“Los que tienden a aceptar opiniones o los que imponen su razón
“Los reflexivos a la crítica o los que atacan cuando les contradicen.
“El que gusta conocer varias opiniones o el que controlan la conversación.
“Quien no tiene calma en los conflictos o el que es bueno conciliando las partes.
“Con los nueve contrastes que comentamos hoy, puedo identificar la forma de la conducta, deseable y la indeseable de los trabajadores en el gobierno. La verdad, salvo sus pocas excepciones, son indeseables. No me gusta la facilidad con la que los políticos nos levantan la voz en lugar de mejorar sus argumentos. No acepto esa actitud de huida cuando para protegerse cambian el tema o atacan a quien los cuestiona. Actúan con un nivel inferior de madurez a partir de un egocentrismo que seguramente los hace sentir seres superiores”.
Emilio solicita la cuenta y, a manera de conclusión, expresa: – Si logramos adoptar el hábito de hacernos buenas preguntas, no sólo vamos a identificar la causa de los problemas, también vamos a poder desagregar sus partes y plantearnos posibles soluciones para el momento de seleccionar a mujeres y hombres entre los que hemos conocido en el ejercicio de sus tareas políticas y que, seguramente, se presentarán a pedirnos apoyo en elecciones próximas. Somos los principales protagonistas de cualquier elección y no se trata solo de garantizar que nuestras voces se escuchen o defender la idea de la democracia. Se trata de nuestra vida, nuestra salud y nuestra seguridad.
“Vamos pensando para nuestra próxima reunión cómo armamos una batería de preguntas para identificar si nuestros gobiernos municipal, estatal o federal cumplen. Vamos echando mano del método científico, así minimizamos la influencia de la subjetividad y reforzamos la validez de los resultados para compartirlos con los amigos, ¿te late?”.