Opinión Política
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Alerta a tiempo…

NOTA DEL EDITOR

Por Julio César Hernández

@jcentresemana

La violencia toca la puerta electoral…

Primero fue aquel zafarrancho protagonizado por los militantes y simpatizantes de las candidatas a la presidencia municipal de Tlaquepaque, afuera de la televisora QuieroTV donde se desarrollaba el debate, en la avenida Naciones Unidas en Zapopan; luego las escenas de una presunta agresión de simpatizantes de la coalición Sigamos Haciendo Historia contra una supuesta militante o simpatizante de Movimiento Ciudadano; después, elementos de la policía de Zapopan detuvieron a unos jóvenes que cambiaban lonas de candidatos por petición de los propietarios de la vivienda, que no querían tener la del candidato ”naranja” sino la del abanderado de Morena; y entre uno y otro de todos estos hechos, infinidad de denuncias por el “robo” de mantas o el despintar de bardas de unos candidatos a otros.

Conforme avanzan las campañas electorales, los ánimos entre los simpatizantes y militantes de Movimiento Ciudadano, de Morena y aliados, se “calientan” y comienzan a rozar escenarios de mayor violencia que pueden ser de lamentables consecuencias si no se atienden a tiempo y se “enfrían” antes de que “la sangre corra en el río”.

La cerrada contienda entre ambas fuerzas políticas por la gubernatura, ha generado un ambiente de crispación, de enfrentamiento, de tensión, del que el árbitro electoral ha sido tolerante, pues no ha tenido la firmeza para poner orden, llamar a la cordura y hacer valer la ley. Se equivoca el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana si cree que con haber llamado a las candidatas y al candidato a firmar un Pacto por la Paz y la Civilidad ya cumplió con su tarea. No en vano la candidata Claudia Delgadillo prácticamente obligó a la titular del Instituto, Paula Ramírez, a firmar un documento en el que se establecía el compromiso del IEPC a cumplir con su obligación, comenzando por ser imparcial.

El Instituto Electoral ha guardado silencio ante la “guerra de bardas” y la “guerra de mantas o carteles”. Nada ha dicho y ni siquiera ha hecho un llamado a los contendientes para que se conduzcan de manera que el ambiente electoral no se salga de control al paso de las semanas y conforme se acerca la fecha de la jornada electoral.

El gobierno estatal, más allá de que el gobernador Enrique Alfaro anunció que no se metería en el proceso electoral, también ha siso omiso en hacer un llamado a los actores políticos para que se conduzcan con prudencia, tantos candidatos, dirigentes de los partidos, militantes y simpatizantes. Para las autoridades del estado nada sucede o espera a que haya hechos lamentables para alzar la voz.

El ambiente político-electoral generado por los dos últimos debates también han aportado su dosis para enrarecer el ambiente electoral. Las diferencias entre las candidatas Claudia Delgadillo, en el primero, y Laura Haro, en el segundo, con el candidato Pablo Lemus, crisparon aún más a los simpatizantes de unos y otros bandos. Y en esto la autoridad electoral también ha sido omisa o incapaz para llamar a la calma.

Espero equivocarme, y lo deseo en verdad, pero que no nos extrañe si se repite lo sucedido en la avenida Naciones Unidas en el debate tlaquepaquense, en cualquier parte de la zona metropolitana, y es en Zapopan donde las luces “amarillas” están encendidas con mayor intensidad. La intervención ya de uniformados en actos de campaña no es una buena señal. Ojalá, pues, que todo quede en una mera percepción que no se traslade a los hechos. No es lo conveniente ni lo deseable por nadie, por supuesto, pero puede haber interesados en que las cosas se salgan de control.

Esperemos que no sea así…

 

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